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La historia de la representante de Guatemala en el certamen internacional de Miss Universo despertó atención por el contraste entre sus inicios y el lugar destacado que ocupa hoy. Lejos del brillo y la exposición que caracterizan a los concursos de belleza, su infancia estuvo marcada por una fuerte timidez que la mantenía alejada de los reflectores.
Con el tiempo, ese rasgo se transformó en el motor de un proceso personal que la llevaría mucho más lejos de lo que ella misma imaginaba. Su evolución no solo sorprendió dentro del ámbito del certamen, sino también a quienes siguieron de cerca su preparación.
CÓMO FUE LA INCREÍBLE TRANSFORMACIÓN DE MISS UNIVERSO GUATEMALA
Raschel Alexandra Paz, actual Miss Universe Guatemala, dejó atrás a la niña extremadamente tímida que fue alguna vez, aquella que solo podía exponer en clase si sus compañeros se daban vuelta para no mirarla.
Con el tiempo, decidió enfrentarse a sus propios miedos y eligió estudiar Ciencias Políticas, una carrera que la obligó a desarrollar habilidades de comunicación. Oriunda de Ciudad de Guatemala, es licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, además de modelo profesional y políglota, ya que habla inglés, francés y alemán.
Su trayectoria en certámenes de belleza no es nueva: ha ganado los títulos de Miss Guatemala Latina y Miss Grand Guatemala, y representó al país en competencias internacionales como el Reinado Mundial del Banano en Ecuador, Miss América Latina del Mundo en México, donde fue finalista y Miss Popularidad, y Miss Grand Vietnam.
Según cuenta, siempre sintió que tenía un propósito y que superar desafíos podía inspirar a otros. Desde los nueve años veía Miss Universe con su familia y soñaba con participar, aunque entonces no creía que fuera posible debido a su timidez. Hoy, valora profundamente la oportunidad de representar a su país, tras años de disciplina y dedicación.
Su carrera como modelo comenzó a los 14 años, pese a que hablar frente a otros era un reto. Sin embargo, al colocarse frente a la cámara se transformaba por completo, dejando atrás a la niña retraída. A los 22 empezó a competir en certámenes de belleza: participó en dos concursos, luego en un tercero de nivel internacional, y finalmente logró llegar a Miss Universe Guatemala, tras un segundo intento que coronó su esfuerzo.