El peronismo se rompió en Diputados y Menem celebra haberse quedado con la primera minoría

El peronismo se rompió en Diputados y Menem celebra haberse quedado con la primera minoría

Los diputados que responden al gobernador de Catamarca oficializaron la creación de un nuevo bloque, por afuera de LLA. Martín Menem, que viene robando diputados del PRO y la UCR hace semanas, liderará un bloque 95 libertarios, que será la fuerza más grande de la Cámara de Diputados.

El mapa del nuevo Congreso se reconfigura entre el Pacman de Menem y la ruptura del peronismo

Raúl Jalil, cumplió con su promesa. Después de semanas de negociaciones, el gobernador de Catamarca mandó a sus diputados a romper con el bloque peronista en la Cámara baja y le regaló al Gobierno la primera minoría. Reunidos durante más de seis horas en el tercer piso del Congreso, la conducción cristinista de la bancada intentó evitarlo, pero no hubo manera: Martín Menem había ganado. 

La carta oficial apareció en las pantallas de los diputados peronistas cuando llevaban reunidos discutiendo hace más de tres horas. Los catamarqueños Sebastián Nóblega, Fernanda Ávila y Fernando Monguillot anunciaban que se iban de Unión por la Patria y creaban el bloque “Elijo Catamarca”. Solo Claudia Palladino, del riñón de la cristinista Lucía Corpacci, había decidido rebelarse a Jalil y quedarse. Fue la única catamarqueña que participó de la reunión de bloque. 

Los catamarqueños Fernanda Ávila y Sebastián Nóblega

En el peronismo predominaba la resignación. La maniobra de Jalil le había dejado servida en bandeja la primera minoría en la Cámara de Diputados a Menem, ya que con la pérdida de los tres catamarqueños, el peronismo se había quedado con 93 integrantes. El riojano, en cambio, había dedicado el último mes a robar diputados de las filas del PRO y la UCR y logró cerrar la jornada con una postal de fortaleza insólita: con 95 diputados propios, LLA se había convertido en la fuerza más grande del recinto

Era la cosecha de un trabajo pormenorizado y puntilloso. Menem quería la primera minoría no solo para hacerse de más lugares en las comisiones y en los organismos públicos –como la Auditoría General de la Nación o el Consejo de la Magistratura–, sino también por el efecto político. LLA era un partido nacional y, ahora, además, un bloque mayoritario: una demostración de fuerza que compensaba el backlash negativo que podía recibir de sus ex aliados a los cuales había robado. Especialmente de Cristian Ritondo, que está furioso y promete venganza.

Menem estaba exultante. Sus asesores y dirigentes de confianza se movían por los pasillos de la Cámara de Diputados como si acabaran de ganar las elecciones de nuevo. La confirmación de la victoria les llegó del propio peronismo, cuando se enteraron que el puntano “Gato” Fernández, que había amagado con sumarse a UxP, dejó de responderle los mensajes a Cecilia Moreau. Era game over para el peronismo.  

Martín Menem y Patricia Bullrich junto a la última legisladora que le robaron al PRO,  Verónica Razzini

Por si acaso, Menem robó un último diputado tarde a la noche. Los últimos habían sido los santafesinos del PRO, Verónica Razzinni y Alejandro Bongiovanni. Y, el martes a la noche, en la previa de la sesión preparatoria del miércoles, se anotó uno más: el entrerriano Francisco Morchio, que responde a Rogelio Frigerio, anunciaba su pase a las fuerzas del cielo. 

Peronismo roto

Después de la fuga de los catamarqueños, en el peronismo intentaron desdramatizar la ruptura, alegando que era una crónica anunciada. El malestar de los gobernadores con la conducción cristinista será un dolor de cabeza en el futuro. Y Germán Martínez, que fue ratificado como jefe de UxP, lo tiene bien claro. 

El desafío, por estas horas, es evitar mayores fugas. Los peronistas del “interior” vienen acumulando críticas contra el “ambacentrismo” de la conducción cristinista hace años y sostienen conversaciones sobre la posibilidad de armar un subbloque propio por fuera del ámbito de influencia del kirchnerismo más duro. 

Los peronistas Germán Martínez y Paula Penacca junto a Nicolás Massot en la sesión fallida del miércoles

Martínez intenta hacer equilibrio junto a la camporista Paula Penacca y la massista Cecilia Moreau –los tres integrantes de la conducción del bloque–, pero su objetivo principal es ganar tiempo. Dilatar las nuevas rupturas para después de marzo, cuando los debates de las principales reformas de Javier Milei –Presupuesto, reforma laboral o modificación de la Ley de Glaciares– hayan terminado. 

Su propuesta fue crear una “mesa federal” en donde incluir a legisladores de todos los espacios del panperonismo. Una estrategia que, en el pasado, nunca le ha funcionado muy bien al peronismo. Pero el objetivo es ganar tiempo, por lo que en la conducción esperan poder aplazar, así, las nuevas internas por un rato. Solo por un rato.

MCM/CRM