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La industria del cine vuelve a poner el foco en una de las figuras jóvenes más observadas de los últimos años. Lily-Rose Depp regresa a la pantalla grande con una nueva película que no solo promete impacto narrativo, sino que también llama la atención por el profundo trabajo físico y emocional que la actriz encaró para su personaje.
El estreno llega en un contexto donde las transformaciones actorales vuelven a ser un tema central en Hollywood, no solo como recurso estético sino como parte del compromiso interpretativo. En ese escenario, la experiencia de Lily-Rose Depp despierta expectativa y curiosidad, y abre la puerta a conocer cómo se preparó para uno de los desafíos más exigentes de su carrera.
CÓMO FUE LA IMPACTANTE TRANSFORMACIÓN DE LILY-ROSE DEPP
La actriz realizó un cambio físico contundente para dar vida a un personaje central en el drama de terror Werwulf, una historia situada en la Inglaterra del siglo XIII.
Las primeras imágenes difundidas del rodaje muestran una metamorfosis total: vestuario austero, rasgos endurecidos y elementos faciales que la hacen casi imposible de reconocer a simple vista.
El film representa un nuevo trabajo junto al director Robert Eggers, con quien Lily-Rose Depp ya había colaborado en Nosferatu. El rodaje tuvo lugar en Bourne Wood, en las cercanías de Farnham, donde se pudo ver al elenco caracterizado con una estética medieval muy marcada.
En su caso, la actriz sorprende con prendas oscuras, un pañuelo cubriéndole la cabeza y un aparente labio leporino que refuerza el impacto de su transformación. Este aspecto contrasta de forma radical con su personaje anterior, Ellen Hutter, y se integra plenamente al clima oscuro y opresivo de la película.
La trama se centra en una criatura enigmática que aterroriza a las aldeas de la región, y el nuevo look de Depp potencia el tono inquietante del relato.