Qué podés hacer para reciclar las luces del arbolito de Navidad si ya las tenés muy gastadas

La llegada de las fiestas suele dejar una pregunta pendiente cuando se guarda la decoración: qué hacer con las luces del arbolito que ya no funcionan o están muy deterioradas. Actualmente, existen alternativas cada vez más accesibles para darles un destino responsable e introducirlas en la cadena de reciclaje.

Cables, plásticos y pequeños componentes electrónicos forman parte de estas guirnaldas luminosas, lo que las convierte en residuos eléctricos y electrónicos. Por ese motivo, no deben tirarse junto con la basura común ni mezclarse con reciclables tradicionales, ya que pueden generar contaminación si no se gestionan correctamente. Conocé cómo desecharlas.

CÓMO PODÉS RECICLAR LAS LUCES DE NAVIDAD

Una alternativa responsable para reutilizar las luces navideñas en desuso es comunicarse con las empresas de reciclaje de cada ciudad, ya que muchas de ellas pueden aprovechar materiales como el plástico y otros componentes para fabricar nuevos productos.

En la misma línea, se pueden llevar a tiendas de segunda mano, donde suelen aceptar este tipo de artículos a un costo menor, permitiendo que vuelvan a usarse y decoren otros hogares durante las fiestas.

Para quienes disfrutan de las manualidades y tienen algo de destreza, también existen opciones creativas que combinan reciclaje y ahorro. Una de las ideas recomendadas es reutilizar los tramos de luces para transformarlos en guirnaldas decorativas, similares a ramas navideñas, que pueden colocarse en distintos espacios de la casa.

Otra propuesta consiste en convertir las luces (si todavía algunas funcionan) en una lámpara temática: se colocan dentro de un frasco o jarra transparente, se agregan colores, escarcha u otros elementos decorativos y se obtiene un adorno artesanal ideal para ambientar el hogar en Navidad.

Finalmente, incluso las bombillas que ya no funcionan pueden aprovecharse. Pintarlas y personalizarlas permite usarlas como pequeños adornos decorativos, distribuyéndolos por la casa y dándoles una segunda vida sin generar residuos innecesarios.