Bill Charlap: "El trío es para mí un espacio de goce, rigor y libertad"

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“El arte del trío se basa en escuchar, dar a cada uno su espacio y lograr una colaboración equitativa”. Con pocas palabras, Bill Charlap anticipa lo que va a mostrar en su primera visita a Buenos Aires. El jueves 3 y el viernes 4, en doble función –20 y 22.30–, el pianista neoyorkino, un estilista con sensibilidad para el diálogo e imaginación para el desarrollo, se presentará en Bebop Club, el reducto de jazz internacional de Uriarte 1658, al frente de un trío que se completa con David Wong en contrabajo y Carl Allen en batería.

Hijo de la cantante Sandy Stewart, que trabajó con la orquesta de Benny Goodman y fue nominada al Grammy en 1963 por su álbum My Coloring Book, y del compositor de Broadway Moose Charlap, autor de la música de Peter Pan, Bill asegura que prácticamente no tiene recuerdos que no sean de una manera u otra ligados a la música. “Siempre toqué el piano y en ningún momento de mi vida pensé en ser otra cosa que músico”, asegura el pianista, que hizo del trío una de sus plataformas preferidas. “El trío es para mí un espacio de goce, rigor y libertad. Es la mejor manera que encontré para hacer jazz: exige buen gusto, flexibilidad armónica, equilibrio dinámico y, sobre todo, gran generosidad. Eso sólo se logra escuchando al otro”, sostiene Charlap.

Refinado cultor del American Popular Songbook, Charlap -que a lo largo de su carrera compartió grabaciones y escenarios con figuras legendarias como Tony Bennett, Wynton Marsalis y Ron Carter-, tiene una discografía que incluye trabajos dedicados a los grandes compositores norteamericanos, desde Hoagy Carmichael y Leonard Bernstein hasta George Gershwin, Irving Berlin y Cole Porter, pasando por Richard Rodgers y Duke Ellington. “Crecí con estas canciones y muchos de estos compositores eran amigos personales de mis padres. Entraban y salían de casa cuando yo era niño. Estas canciones son obras maestras definitivas; en sus músicas y en sus letras se refleja una sensibilidad común. Y para un músico neoyorkino como yo, son el lienzo inmejorable para marcar con la gran aventura de la improvisación, una aventura infinita”, asegura Charlap.

“Tuve muchos maestros, todos gigantes de la música, y lo que aprendí de ellos es tanto que me resulta difícil resumirlo en palabras”, continua Charlap. “Dick Hyman me transmitió el dominio absoluto del instrumento, una ética de trabajo excepcional y una visión completa del piano jazz desde sus inicios hasta la actualidad. Con Jack Reilly profundicé el universo de la armonía y aprendí a pensar como compositor. Eleonor Hancock, me ayudó a encontrar mi propio sonido a través del repertorio clásico. Sir Richard Rodney Bennett, que era un genio, me enseñó a interpretar la letra como parte vital de la melodía. Y con Eddie Locke, un gran baterista, aprendí a tocar con el corazón, más que con la cabeza”, agrega el pianista.

Nominado a los Grammy en varias oportunidades, Charlap relativiza el peso de los premios en su carrera. “Siempre es un placer recibir reconocimiento, pero un premio es solo un premio”, dice. “Es gratificante recibirlo, incluso puede ser bueno para tu carrera, por supuesto, pero no tiene nada que ver con el motivo por el que hacemos lo que hacemos”, agrega el pianista que en 2015 grabó The Silver Lining: The Songs of Jerome Kern, un premiado disco con el gran Tony Bennet. “Es un disco en el que hacemos dúos de piano y voz, pero también hay temas con dos pianos y voz, junto a mi esposa, la gran pianista Renee Rosnes. Y hay otros temas en los que Bennett canta junto al trío que formamos con Peter Washington al bajo y Kenny Washington a la batería”, explica Charlap. “Me encanta tocar con grandes cantantes, como en realidad me gusta tocar con todo el mundo. Solo que los cantantes tienen una cosa especial que por ejemplo un trompetista no tiene: ¡las letras!”, agrega.

Charlap combina su actividad de pianista con la de docente y productor. Ha sido durante 18 años director artístico del festival Jazz in July en 92NY y produjo conciertos para prestigiosos centros, como Jazz at Lincoln Center, NJPAC, Chicago Symphony Center y Hollywood Bowl. En la actualidad dirige el departamento de Estudios de Jazz de la William Paterson University de Nueva Jersey, una de las instituciones más prestigiosas en el ámbito académico del jazz.

-Como músico, docente y productor, ¿cómo ves la escena actual del jazz en Nueva York?

-La escena del jazz en Nueva York hoy es increíblemente vibrante. Hay muchísimo talento y muchísima energía. Entre los pianistas, por ejemplo, hay varios en ascenso que son muy brillantes y originales. Te doy algunos nombres para que , por favor, apenas termines esta entrevista vayas a escucharlos: Brandon Goldberg, Isaiah J. Thompson y Caelan Cardello.

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