Bullrich desembarca en el Congreso: acumulación de poder y la construcción de un nuevo polo de poder oficialista

Bullrich desembarca en el Congreso: acumulación de poder y la construcción de un nuevo polo de poder oficialista

La ministra de Seguridad extiende sus tentáculos en el Congreso, donde busca volverse imprescindible para los Milei en la nueva etapa del Congreso. La reoganización de la Cámara de Diputados y la voracidad bullrichista. Una nueva jefatura en el Senado.

Los libertarios estallaron en aplausos cuando Patricia Bullrich ingresó a la sala de la Cámara de Diputados. Triunfante tras haber obtenido más del 50% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires, la ministra de Seguridad sonrió, exultante. No habían pasado 48 horas desde la victoria, pero Bullrich ya trabaja para extender sus tentáculos en el Congreso: defensora del Gobierno en Diputados, en donde está colaborando para armar un bloque libertario blue, y nueva jefa política del oficialismo en el Senado.

Había sido su idea ir a la comisión de Presupuesto en Diputados a exponer sobre las partidas del ministerio de Seguridad. Una puesta en escena que se extendió durante más de cuatro horas: Bullrich inauguró, así, su nuevo rol como vocera de Javier Milei en el Congreso. Defendió el protocolo antipiquetes, se cruzó con la izquierda, pidió votos para reformar el Código Penal y se atajó de los cuestionamientos a su relación con Alejandra Vidal, una de las dueñas de Lácteos Vidal que aportó a su campaña presidencial en 2023 y que está siendo investigada por haber recibido una transferencia de Fred Machado (muy similar a la que recibió José Luis Espert). 

Bullrich estaba encendida, al punto de jactarse de haber bajado los femicidios –los datos que se conocen hasta ahora muestran un repunte en este año–: “No quieren aceptar que un gobierno liberal protege más a las mujeres”, presumió, entre una nueva ronda de aplausos.

Bullrich se cuidó, sin embargo, de no trenzarse con demasiada dureza con la oposición del centro. El Gobierno, tras la victoria, está retomando el diálogo con los ex aliados para recuperar el control de la agenda del Congreso. El objetivo es aprobar el Presupuesto 2026 y, luego, avanzar con la reforma laboral y la impositiva. Y Bullrich pretende posicionarse como una de las futuras negociadoras. 

“Bajemos los ánimos, terminó la campaña. Unos ganaron, otros perdieron. Se ordenaron las cosas”, lanzó la senadora electa por la Ciudad de Buenos Aires, y LLA aplaudió.

Aritmética bullrichista en Diputados

El bullrichismo se siente empoderado. Despreciado por “traidores” en el PRO, la corriente más violeta del partido amarillo siente que el resultado del domingo fue una reivindicación. Y ahora quiere venganza. 

La cosecha aritmética de las elecciones dejó bien posicionado al Gobierno. El bloque libertario contará con unos 87 diputados propios que, si se le suman los aliados en el PRO y radicales violetas, podría llevarlo a contar con hasta 110 diputados oficialistas. La incógnita, por estas horas, es qué forma adoptará este nuevo polo de poder oficialista

Martín Menem, revalidado al frente de la Cámara de Diputados tras el triunfo

Martín Menem, que quedó ratificado como presidente de la Cámara de Diputados, trabaja para construir un interbloque con todos los aliados. Pero no todos se muestran tan dispuestos a pintarse 100% de violeta.

Ahí es donde el bullrichismo, que en Diputados es comandado por Damián Arabia, busca meter la cuchara. Con el okey de la ministra de Seguridad, Arabia trabaja para romper el PRO y llevarse a 7 diputados amarillos para conformar un bloque libertario blue. Entre las diputadas bullrichistas que podrían hacer el pase se encuentran diputadas como Silvana Giudici y Sabrina Ajmechet, pero el objetivo es incluir también a los 3 radicales “con peluca” que rompieron hace tiempo con la UCR para alinearse con el gobierno libertario. Son diputados que ya responden políticamente a Bullrich y que, incluso, comparten hace tiempo un grupo de WhatsApp con los díscolos del PRO.

El objetivo de Arabia es liderar un bloque de aliados duros que, a diferencia de lo que ocurría antes con la atomización del PRO y la UCR, respondan directamente a los intereses del Gobierno. Pero sin integrarlo al 100%, de modo de poder continuar jugando en la frontera. “Muchos no queremos pintarnos de violeta”, admite un radical con peluca que, irónico, ya llama “compañeros” a los bullrichistas. 

La Cámara de Diputados está en pleno proceso de reorganización. La relación de fuerzas cambió desde el resultado del domingo y, por estas horas, todo el ecosistema libertario se está disputando su cuota de poder

Bullrich, la nueva cara de LLA en el Senado

Bullrich no pierde el tiempo. La ministra de Seguridad se resistía, al principio, a abandonar la gestión para volver al Congreso, pero ahora pretende usarlo a su favor. El Senado será, para Bullrich, la plataforma desde donde perfilarse de cara a 2027. Ya sea como candidata a jefa de Gobierno porteño o como candidata a vicepresidenta de Milei. O, si el Gobierno se derrumba, con su propio sello: también para eso servirá su banca en el Senado. 

Todavía no tiene definido el rol, pero Bullrich está decidida a ser la nueva cara de LLA en el Senado. Tierra hostil para el Gobierno durante el último par de años, Milei no tiene quién lo cuide en el Senado. Victoria Villarruel, que preside la Cámara alta, cortó el lazo con Casa Rosada hace más de un año. Los hermanos Milei consideran que la vice es una enemiga y la decisión de mandar a Bullrich al Senado respondió, en gran medida, a la necesidad de tener un peso fuerte que pudiera intervenirle la conducción a Villarruel. La idea fue de Karina Milei.

Victoria Villarruel junto a la radical Carolina Losada y el jefe libertario, Ezequiel Atauche

Pero no es solo por Villarruel. El bloque libertario está a la deriva en el Senado, impotente ante el poder de fuego del peronismo. Los acuerdos políticos, cuando se logran, se digitan en Casa Rosada. Y, en el recinto, se escuchan pocas defensas al Gobierno por parte de la bancada libertaria. En las sesiones suele ser más vehemente la bullrichista Carmen Álvarez Rivero que el jefe de bloque oficialista, Ezequiel Atauche

El desembarco de Bullrich, así como el crecimiento del bloque de senadores libertarios –que, con 20 integrantes, pasará a ser la segunda minoría en el Senado–, viene a cambiar esta dinámica. Así lo pretende Karina, pero también la propia Bullrich, quien apunta a convertirse en una figura imprescindible para el Gobierno en el Congreso

Ya levantó el teléfono para reunirse con los senadores del radicalismo, con los cuales tiene planeado reunirse durante la semana. No termina de confirmar qué rol tendrá, pero en su entorno descartan que, sea la nueva jefa de bloque oficialista o la nueva presidenta provisional del Senado, Bullrich será una figura central en la nueva era legislativa de Milei. Así es como se vende ella, al menos, cuando dialoga con los potenciales aliados.

MCM/MG