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Mirar la hora una y otra vez puede parecer un gesto automático, pero para los médicos de Salud conductual es un comportamiento lleno de matices. Este hábito, tan común en la vida cotidiana, suele relacionarse con estados emocionales, niveles de estrés y formas de procesar la rutina.
Entender por qué alguien necesita validar la hora una y otra vez permite abrir la puerta a reflexiones más profundas sobre el tiempo, la organización personal y la forma en la que cada individuo se relaciona con su día a día.
QUÉ SIGNIFICA MIRAR LA HORA TODO EL TIEMPO SEGÚN LA PSICOLOGÍA
El crecimiento de la tecnología y la velocidad de la vida urbana hicieron que este hábito se volviera cada vez más frecuente. Los especialistas señalan que mirar la hora repetidamente puede estar asociado a ansiedad, aburrimiento o una necesidad de mantener el control. Muchas personas que lo hacen de forma constante ni siquiera son conscientes de cuántas veces consultan el reloj a lo largo del día.
Según una investigación de la Universidad Complutense de Madrid, revisar la hora más de 20 veces diarias podría vincularse con altos niveles de estrés o ansiedad.
La preocupación por llegar a tiempo o cumplir con responsabilidades activa la urgencia de medir los minutos disponibles. En trámites extensos, reuniones prolongadas o momentos poco dinámicos, este gesto expresa el deseo implícito de que la situación finalice.
Los estudios muestran que aparece con más frecuencia en personas con baja tolerancia a la monotonía o que buscan estímulos constantes. En individuos con rasgos perfeccionistas u obsesivo-compulsivos, el tiempo se vuelve un eje central: controlarlo brinda orden, estructura y una sensación de estabilidad en un entorno que perciben cambiante. En estos casos, mirar el reloj funciona como un recurso psicológico para organizar el día.