Cuál es la escapada a una localidad de La Rioja que tiene unas termas poco conocidas

Cuál es la escapada a una localidad de La Rioja que tiene unas termas poco conocidas
Entre las sierras de Hez y Peñalmonte, en plena Rioja Baja, se ubica el encantador municipio de Arnedillo, perteneciente a la comarca de Arnedo. Este pintoresco pueblo, rodeado de un entorno natural de gran belleza, es un destino perfecto para una escapada otoñal.

Arnedillo es una de esas localidades con encanto que invitan a disfrutar del paisaje, del bienestar que brindan sus pozas termales y de unos días de tranquilidad y contacto con la naturaleza, en un escenario donde la calma y el aire puro se convierten en los verdaderos protagonistas.

CÓMO ES LA ESCAPADA A AGUAS TERMALES QUE SE PUEDE HACER EN LA RIOJA

Con menos de 500 habitantes, Arnedillo se alza en el Alto Valle del río Cidacos, un territorio declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, situado a 651 metros sobre el nivel del mar y a unos 62 kilómetros de Logroño. Caminar por sus calles equivale a retroceder en el tiempo, ya que su historia se remonta a la Edad Media, alrededor del siglo X.

No obstante, el pasado de Arnedillo va aún más lejos. En los yacimientos de Las Hoyas y La Mata, declarados Bien de Interés Cultural, se conservan huellas de dinosaurios, testimonio de una época mucho más antigua. Entre sus principales atractivos turísticos destacan los restos del castillo de los obispos de Calahorra y sus tres puentes de piedra, construidos en mampostería y sillería. También sobresale la Iglesia Parroquial de San Servando y San Germán, edificada entre los siglos XVI y XVII, junto con sus tres ermitas históricas: San Miguel, Nuestra Señora de Peñalba y San Tirso, cada una con una arquitectura y un encanto propios.

Sin embargo, uno de los mayores tesoros naturales de Arnedillo son sus aguas termales al aire libre, reconocidas por sus propiedades curativas. Las pozas termales, ubicadas a orillas del río Cidacos, tienen acceso gratuito, lo que permite a los visitantes disfrutar de sus beneficios terapéuticos en plena naturaleza.

Según el Ayuntamiento de Arnedillo, el agua brota de varios manantiales a una temperatura de 52,5 °C y está clasificada como clorurada sódica, sulfatada cálcica y bromurada, con presencia de magnesio, hierro, silicio y rubidio. Además, se consideran hipertermales y radiactivas debido a la presencia de radón, un gas natural que se encuentra en algunos balnearios y que puede favorecer la salud y el bienestar.

Desde el consistorio aseguran que estas aguas se recomiendan para tratar reumatismo, problemas respiratorios, contracturas, contusiones y estrés. Rodeadas de vegetación y con un entorno de gran belleza, las pozas de Arnedillo constituyen una visita imperdible para quienes buscan combinar naturaleza, historia y relax en un mismo lugar.