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Tras las celebraciones navideñas, los hogares suelen acumular grandes cantidades de papeles de regalo, bolsas y envoltorios que, en muchos casos, terminan directamente en la basura. Sin embargo, este material puede tener una segunda vida si se lo gestiona de manera adecuada a través del reciclaje.
Desde soluciones simples para el hogar hasta ideas decorativas, estas opciones permiten reducir el impacto ambiental sin resignar estética ni funcionalidad, convirtiendo el cierre de la Navidad en el inicio de hábitos más amigables con el planeta.
CÓMO RECICLAR EL PAPEL QUE ENVOLVÍA A LOS REGALOS DE NAVIDAD
El papel de regalo que queda tras las celebraciones navideñas puede tener una segunda vida si se lo reutiliza de manera creativa y consciente.
Una de las opciones más prácticas es emplearlo para proteger objetos frágiles, cortándolo en tiras o pliegos que funcionen como envoltorio amortiguador al momento de guardarlos o enviarlos, tal como recomiendan distintos especialistas en consumo responsable.
Otra alternativa muy valorada es destinar los restos de papeles coloridos a manualidades y origami. Con ellos se pueden crear figuras decorativas, collages, cuentas para bijouterie o pequeños adornos, una actividad ideal para compartir en familia y estimular la creatividad, especialmente en niños.
Los fragmentos que se encuentren en buen estado también pueden servir para armado de nuevos envoltorios. Mediante técnicas como el patchwork, es posible combinar distintos diseños y dar forma a paquetes originales o decorar cajas reutilizadas, extendiendo así la vida útil del material.
Además, es importante recordar que, si se opta por reciclarlos, hay que hacerlo correctamente: retirar cintas adhesivas, brillos, moños o partes plásticas facilita el procesamiento del papel y evita contaminar otros residuos reciclables.