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Mientras algunos lo daban por muerto, el Pity Álvarez demostró que todavía está para rockear un rato largo. Lejos de aquel que nunca se sabía si llegaría a su propio show, o que era capaz de tocar un par de temas e irse, armó un show increíble de unas 3 horas de duración, donde tocó todo lo que esperaban sus fanáticos.
Pero sin dudas en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba estuvo la persona más importante para el Pity, Cristina, su mamá, quien a pesar de todo jamás le soltó la mano. Lo ayudó en su recuperación y movió cielo y tierra para que su hijo tuviera el tratamiento psiquiátrico que necesitaba. Y este sábado disfrutó de todos y cada uno de los temas interpretados por su hijo.
Pero además de los miles que pudieron estar en el estadio, el regreso de Pity llenó de reacciones las redes sociales.