Es un ganador del deporte adaptado pero su emprendimiento de domos sustentables sorprende a todos: quién es

Es un ganador del deporte adaptado pero su emprendimiento de domos sustentables sorprende a todos: quién es
Hoy en día integra la Selección Argentina de pádel adaptado y se entrena para disputar, por sexta ocasión, las finales nacionales junto al Club Comercio de Ushuaia.

Franco Rafael Herrera es un ejemplo de lucha constante, alguien que se esfuerza por progresar cada jornada. Si hay una certeza en su historia, es que, por razones difíciles de explicar, logró desafiar a la muerte y salir adelante.

CUÁL ES LA HISTORIA DE FRANCO HERRERA Y SU EMPRENDIMIENTO DE DOMOS MIENTRAS TRIUNFA EN EL DEPORTE ADAPTADO

A los 12 años le diagnosticaron osteosarcoma, un cáncer óseo, y los médicos le pronosticaron apenas tres meses de vida. Sin embargo, aquel cálculo no se cumplió: hoy, aquel niño sin esperanzas es un hombre de 45 años que sostiene en pie el mundo que construyó, representado en un domo que él mismo diseñó como prototipo.

Padre de tres hijos —More, Thom y Delfi—, actualmente está desempleado, aunque no inactivo. Franco impulsa en Neuquén su propio emprendimiento, al que bautizó “Geoda”.

Su camino no fue fácil: además del cáncer y sus duros tratamientos, atravesó las secuelas de una «mala praxis» quirúrgica en su infancia, que le provocó dolores crónicos al caminar durante 15 años. A los 27 tomó la decisión de someterse a una amputación, y desde entonces utiliza una pierna ortopédica, lo que le permitió recuperar calidad de vida.

Nacido en Comodoro Rivadavia (Chubut) y criado en Las Heras (Santa Cruz), Franco es un patagónico de espíritu multifacético. Es profesor de inglés, instructor de tiro con arco, entrenador y jugador de básquet adaptado .

Además, trabajó seis años en la Administración Pública de Catriel como director de Deportes, de Recreaciones y como subsecretario de Personas con Discapacidad. Hoy continúa capacitándose con una Diplomatura en Asistencia Personal para Personas con Discapacidad.

De manera autodidacta aprendió a construir domos mirando videos y, en diciembre de 2023, logró concretar su primer prototipo con materiales reciclados. A partir de allí comenzó a dictar talleres de armado de MiniDomos en el patio de su casa como una propuesta lúdica y educativa.

Su proyecto se gestó en Catriel, donde residía hasta comienzos de este año. Allí reunió materiales diversos, elaborando ya cuatro prototipos de domos geodésicos sustentables casi terminados, actualmente en proceso de patentamiento. Para ello reutilizó objetos en desuso como maderas y rollos de cartón, inspirado en la obra del arquitecto japonés Shigeru Ban, reconocido por sus construcciones en contextos de emergencia humanitaria.

“Geoda nació del reciclaje de piletas pelopincho, que transformé en caños y lonas”, cuenta Franco. “Hice una campaña de recolección casa por casa, y al explicar mi proyecto, las familias me donaban sus piletas en desuso”. Hasta el momento, ya reunió más de 70.

El valor diferencial de su iniciativa radica en la innovación de los diseños y en el uso de materiales reciclados que no tienen precedentes en el mercado global. A eso se suma su propia historia de resiliencia, el espíritu de autoempleo, la sustentabilidad y la versatilidad de los domos.

Los cuatro modelos creados presentan distintos diámetros y funciones: pueden utilizarse como pérgolas, glorietas, viveros, espacios de hidroponía, corrales para animales pequeños o salas multifuncionales para talleres y capacitaciones en instituciones educativas, empresas, gobiernos y ONG.

Actualmente, los prototipos están construidos en acero galvanizado, lo que les otorga resistencia al aire libre. El siguiente desafío de Franco es encontrar nuevas cubiertas, como silobolsas recicladas, para completar el “círculo virtuoso” de cuidado ambiental. Además, busca un espacio para instalar un showroom y brindar capacitaciones que expandan el alcance de su emprendimiento.