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Noviembre dejó solo en la provincia de Buenos Aires cierres de plantas emblemáticas y al menos 700 despidos. Desde la UIA admitieron un «escenario complejo» pero defienden la reforma laboral que plantea el Gobierno. Señalan que ya cerraron 1.800 panaderías.
Noviembre cerró con cifras alarmantes para la industria. En las últimas semanas, al menos cinco fábricas anunciaron su cierre, lo que implicó solo en la provincia de Buenos Aires unos 700 despedidos. El caso más resonante fue el de Whirlpool, cuya planta en Pilar dejó de operar y sus 220 trabajadores fueron desvinculados, pero también se sumaron empresas más pequeñas y firmas del rubro metálico, autopartes, textil y manufactura liviana, en otros puntos del país.
El secretario general de la CGT Zárate-Campana, Carlos Gutiérrez, advirtió que la economía atraviesa un “industricidio”, que podría reemplazar empleo formal por trabajos de aplicaciones como Uber o Rappi. Este lunes el titular de la UIA, Martín Rappallini, admitió que el escenario “es complejo”, pero no dudó en apoyar el proyecto de flexibilización laboral que el Gobierno se encamina a discutir en el Congreso durante el verano.
“Todos estas transiciones han sido muy complejas en el mundo, pero también ese es el diálogo que estamos teniendo con el gobierno: hay que acompañar a las empresas para que puedan llegar al otro lado. Este es el gran desafío”, justificó Rappallini en declaraciones radiales.
Tras la noticia de Whirlpool, el fin de semana se conoció que la fábrica de muebles Color Living, ubicada en Tigre, cerró sus puertas y despidió a 40 empleados. La empresa atribuyó la medida a la fuerte caída de la demanda y a la apertura de importaciones. Durante noviembre también se supo que Frávega anunció el cierre de una planta en Temperley, quebró La Suipachense y hubo despidos en la fábrica de ollas Essen, en una petroquímica de Quilmes y cierres en Bahía Blanca. Este lunes se supo que la cadena mayorista Caromar cerró su sucursal de Mar del Plata, dejando en la calle a 15 empleados.
Los despidos y cierres por goteo son ejemplos de un panorama alarmante. Según los propios datos de la UIA en el Informe de Indicadores Laborales, durante los primeros siete meses del año, el sector manufacturero acumuló una pérdida superior a los 12.000 puestos formales. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en los primeros 19 meses de gestión de Javier Milei en toda la economía hubo una pérdida de 19.164 empleadores y 276.624 puestos de trabajo formales.
Y la crisis afecta de manera estructural a distintos rubros. Este lunes el presidente del Centro de Panaderos de Merlo, Martín Pinto, denunció el cierre de 1.800 panaderías en todo el país y la pérdida de más de 15.000 puestos de trabajo en dos años a partir de la suba de costos y caída de la demanda.
Pinto afirmó que el sector solo está “subsistiendo” y que experimentó una caída de venta de un 55%, mientras las boletas de luz registraron un aumento de entre un 45% y un 50% en comparación con el mes anterior. “La gente hoy compra lo que puede y no lo que quiere”, dijo en el panadero.
MC