María Fernanda Callejón: «Más allá de que las mujeres éramos absolutamente cosificadas, con las tapas de Playboy me hice la casa»

María Fernanda Callejón: «Más allá de que las mujeres éramos absolutamente cosificadas, con las tapas de Playboy me hice la casa»
“Disfruté mucho esa época de destape sexual y exhibicionismo de mi cuerpo. Más allá de que las mujeres éramos absolutamente cosificadas, que era algo natural en los ‘90, nuestros culos eran el remate de los chistes. También es cierto que en esa época yo elegí usar mucho mi parte masculina y eso era mi defensa. Para los cómicos yo era Cacho, era un pibe más del grupo. Siento que eso me ayudó a no tener episodios conflictivos con ninguno de ellos” recordó María Fernanda Callejón cómo fue atravesar los teatros de revista en los noventa.

«Saber que fui la encargada de que muchos de muchas generaciones, incluso de ahora, se hayan ajusticiado con mis fotos. No reniego de mi público masculino que jamás me ha abandonado. Playboy significó mi economía: con mis primeras tapas me compré una casa. Guille Coppola me ayudó muchísimo a administrar el dinero y fue bisagra en mi independencia como mujer, continuó para dejar en claro que supo surfear una ola que hizo volcar a más de una.

Bordeando los sesenta, Callejón pasa por un momento de éxito en su vida, con el suceso de Viudas Negras de Malena Pichot: “Estoy pasando un momento clave en mi vida, soy una privilegiada. Todo empezó a fines del año pasado con un escenario donde la cultura estaba muy golpeada. En ese momento de ataque a nuestro trabajo, incluso con discursos que apuntaban a que los actores no éramos importantes, apareció Viudas Negras, Putas y Chorras, una creación maravillosa de Malena Pichot, quien me parece un barrilete cósmico de la ficción y una visionaria del feminismo por su mirada inteligente, sutil y empática.”