Voz y bombo al frente, eterna alquimia en Paola Bernal desde que abrazó las músicas de raíz en su Cosquín natal. La ha acompañado tal -por fuera y por dentro- cada vez que le ha tocado subir a escena, sea con León Gieco, con Mercedes Sosa o con Jaime Torres, por nombrar algunos. También, cada vez que el festival de su pago enciende las lunas de enero. O le da por grabar discos que hasta ahora son cinco: un debut a todo trapo con el Chango Farías Gómez como productor (Esperando tu llegada); el ecléctico Pasionaria; Por el camino (producido por el Coplanacu Roberto Cantos), Pájaro rojo (nominado al Gardel), y el más reciente Agua de flores, que le granjeó incluso un merecido Premio Gardel, en el año 2023. Parte de él es justamente lo que la cantora y bombista mostrará en los cuatro conciertos que dará en Buenos Aires, a partir de este jueves a las 20 en la peña Sombra Blanca, del Circuito Cultural JJ de Juan Jaures 347.
“Cada presentación tendrá su impronta, los contextos le darán su magia”, asegura Bernal, pensando también en las fechas que completan su minigira: viernes 20 a las 21 en La Bicicletería de La Plata (40 y 117); sábado 21, en el Teatro Terrafirme, de Paso del Rey (Ottone de Asconape 67), y el domingo 22, a las 21.30, en el porteño Hasta Trilce (Maza 177). “Las canciones, los lugares y el público nos van a permitir hacer de estos conciertos un encuentro único”.
El pronombre en primera persona del plural usado por Bernal alude a su compañía actual: Pampi Torres y Joel Costas, guitarrista y cantora pampera ella; guitarrista riojano, él. “La idea es compartir con el público de Buenos Aires la sonoridad que venimos proponiendo con el trío. En estos cuatro conciertos van a sonar canciones que estamos grabando para un nuevo disco, canciones de otros discos que la gente nos suele pedir, y otras de Agua de Flores”, informa la coscoína. De entre las piezas nuevas, ella resalta una versión de “Chacarera del expediente”, obra del “Cuchi” Leguizamón “que se actualiza en nuestros días por su poesía certera”. Otra es un triunfo de Pampi Torres llamado “Flores de asfixia”, y la tercera a destacar pasa por unas Coplas de Belén en clave de guaracha. “Agua de Flores también sonará, porque el público conoce las canciones de este disco que acompañan las luchas a las que estamos alineados”, asegura Paola. “El premio Gardel que recibimos por él fue estimulante y lo abrazamos, dado que vino de los votos de la comunidad musical y eso fue un gran regalo”.
-¿Estás pensando en grabar el sucesor?
-Sí, estamos grabando un disco nuevo, y muy contentos por eso, porque la instancia de grabación es un momento maravilloso de trabajo. En esta ocasión, venimos con un sonido que hemos logrado del vivo, canciones que aparecen en diálogo con este ahora. Éste trío que es el formato en el que venimos trabajando con Pampi y Joel, tiene su trayecto. La sonoridad fue un desarrollo de encuentro en la música y en la vida. Amistad y equipo, quiero decir, que redunda en un modo de hacer que nos encuentra contentos por sabernos ubicados en este sonido, en los timbres y en el modo de ser en la música folclórica. Y aprendiendo en la docencia… en el andar las luchas.
-Luchas que por supuesto se intensifican dentro del estado de cosas actual ¿Cómo está la actividad cultural en tu Cosquín, en medio de este contexto hostil?
-Actualmente, en relación a la acción cultural, Cosquín busca mantener la actividad, aunque el apoyo del gobierno nacional no esté, quienes somos parte de esta comunidad apoyamos cualquier acción. Por supuesto que se siente la ausencia de todo lo que pudimos disfrutar en otros tiempos, sobre todo por el acceso a las formaciones, y a conciertos a los que el público ya no accede. Pese a esta realidad que nos atraviesa, la vida en cotidiana en Cosquín sigue siendo amable. La naturaleza siempre se muestra con sus ciclos y te permite aprender.
Otra actividad que mantiene ocupados los días de Paola en Cosquín es la ya tradicional peña “El Sol del Sur”, que no solo forma parte del circuito peñero del Festival de enero, sino que activa durante todo el año mediante la producción de acciones culturales. “Esta temporada trabajamos en la puesta en valor de un espacio bar que se encuentra en el balneario la Toma. Por lo demás, la peña es una de las experiencias más hermosas y desafiantes que hemos compartido con la comunidad artística”, concluye Paola.