Por qué el reciclaje de los plásticos de autos empieza a ser una preocupación a nivel mundial

Por qué el reciclaje de los plásticos de autos empieza a ser una preocupación a nivel mundial
El reciclaje de los plásticos utilizados en la industria automotriz se ha convertido en un tema de creciente preocupación a nivel global. A medida que aumenta la producción de vehículos y la incorporación de materiales sintéticos, surgen nuevos desafíos sobre cómo gestionar los residuos que se generan al final de su vida útil.

Los plásticos, presentes en gran parte de las piezas y componentes de los autos modernos, ofrecen ventajas como ligereza y durabilidad, pero también plantean interrogantes sobre su impacto ecológico. La discusión trasciende el ámbito industrial y se instala en la agenda ambiental internacional, donde se plantean metas cada vez más exigentes en materia de economía circular.

QUÉ IMPORTANCIA TIENE EL RECICLAJE DE LOS PLÁSTICOS DE LOS AUTOS

El uso de plásticos en la industria automotriz representa entre un 12% y un 15% de la demanda global de estos materiales. Sin embargo, apenas un 3% logra reincorporarse al ciclo productivo mediante el reciclaje.

Con la inminente aplicación de nuevas normativas europeas, los fabricantes y proveedores se enfrentan a un desafío sin precedentes: adaptar sus procesos se ha convertido en una obligación regulatoria más que en una elección.

La Unión Europea está revisando la normativa sobre la gestión de vehículos al final de su vida útil, y las propuestas aprobadas por el Parlamento Europeo establecen que, dentro de seis años tras la entrada en vigor de la ley, los vehículos deberán incorporar al menos un 20% de plásticos reciclados, cifra que ascenderá al 25% en diez años, según la disponibilidad y el costo de estos materiales. Además, parte de ese contenido reciclado deberá provenir de vehículos fuera de uso, y no únicamente de residuos industriales.

Ante este escenario, la búsqueda de soluciones tecnológicas y de diseño se ha convertido en un pilar central para avanzar hacia una economía circular. El reciclaje mecánico, ampliamente utilizado en la industria, permite reutilizar termoplásticos mediante trituración, aunque presenta limitaciones cuando se trata de compuestos complejos.

El reciclaje termo-mecánico intenta mantener la estructura de las fibras al fundir y reformar plásticos reforzados, pero todavía enfrenta desafíos técnicos. En cambio, el reciclaje físico, que utiliza disolución selectiva, descompone los polímeros en sus bloques moleculares, posibilitando su reutilización en materiales de alta calidad.

El diseño orientado a la reciclabilidad surge como un principio fundamental. En esta línea, se desarrollan materiales biobasados como fibras de cáñamo, lino o bambú, junto con polímeros como PHA y PLA, capaces de reducir la dependencia de recursos fósiles y la huella ambiental del transporte. Empresas como Bcomp impulsan la incorporación de estos materiales en el sector automotor, aunque su adopción aún se ve limitada por dificultades de integración y la necesidad de nuevas cadenas de suministro que acompañen la transición hacia un modelo más sostenible.