Tras el mensaje a Kicillof, Cristina mira el Congreso: flexibilidad para los gobernadores y negociaciones por la Corte

Tras el mensaje a Kicillof, Cristina mira el Congreso: flexibilidad para los gobernadores y negociaciones por la Corte

CFK sospecha que Milei tendrá el número para aprobar la reforma previsional. El operativo contención de los mandatarios y la guerra con el bonaerense. La búsqueda de un interlocutor para conversar sobre los pliegos judiciales.

Cristina Fernández de Kirchner no se hace grandes ilusiones. Está convencida de que, tras el resultado del domingo, Javier Milei tendrá el número en el Congreso para avanzar con las reformas que le pide el FMI. Y que la oposición, frente a esa mayoría, tendrá que ser pragmática y propositiva. Y flexible, sobre todas las cosas. CFK observa que habrá gobernadores, como Raúl Jalil (Catamarca) u Osvaldo Jaldo (Tucumán), que buscarán tender puentes con el Gobierno. Y también ve que el peronismo, si desea consolidarse como alternativa de poder, tendrá que contenerlos a todos.

Así se lo comenta a los interlocutores que, cotidianamente, la visitan en su domicilio en San José 1111. Y así lo expuso ella misma en la misiva que publicó este viernes. El tema va colándose entre los pases de factura y la caza de culpables por la derrota electoral del domingo: ¿y ahora qué? Una pregunta que, por momentos, es catártica y estructural, y refiere a la ruptura del vínculo del peronismo con la sociedad a la que dice querer representar. Pero que también es pragmática: ¿qué rol debe tener el peronismo, como principal bloque opositor, frente a la nueva relación de fuerzas en el Congreso?

El principal desafío, sostienen cerca de CFK, es evitar la ruptura. Con 98 diputados y 28 senadores, Unión por la Patria –o como se llame en el futuro– continuará siendo la primer minoría en la Cámara de Diputados y en el Senado. “Es cuestión de reposicionarse sabiendo que ya no todas las votaciones van a ser unánimes”, reflexiona un dirigente de La Cámpora. 

Gildo Insfrán, Axel Kicillof, Ricardo Quintela y Raúl Jalil en el congreso partidario de marzo de 2024.

El ojo está puesto en los gobernadores peronistas, muchos de los cuales ya han ayudado al Gobierno con ausencias en votaciones clave en el pasado. Algunos, como Jaldo, prefirieron romper con el bloque peronista oficial, que preside Germán Martínez, y blanquear, así, su alineamiento con el Gobierno. Otros, como Jalil o Gerardo Zamora (Santiago del Estero), optaron por quedarse en el bloque y aportar a la estrategia de La Libertad Avanza en silencio. Una actitud que, en más de una ocasión, derivó en acaloradas discusiones internas y amenazas de expulsión.

Los gobernadores son, sin embargo, los únicos que salieron triunfantes de la elección del domingo. En todos lados menos en provincia de Buenos Aires, en donde el cristinismo y el kicillofismo se acusan mutuamente de la derrota. En Catamarca, por ejemplo, Fuerza Patria salió primero con el 45% y más de 10 puntos de diferencia con LLA. En Tucumán, donde se logró cerrar un acuerdo de unidad con Jaldo, el peronismo le sacó más de 15 puntos a LLA. En Santiago del Estero, mientras tanto, Zamora logró meter a todos los diputados y senadores: no quedó ni una silla para LLA. 

Frente a la crisis del peronismo, CFK apuesta a proteger la territorialidad. Aunque terminen votando con el Gobierno. O sacándose fotos con Milei en Casa Rosada. 

Foto de familia: Milei encabezó una reunión con gobernadores y su gabinete en el Salón Eva Perón.

Fernández de Kirchner buscará replicar este mismo pragmatismo cuando comience el debate de la reforma previsional y laboral. La presidenta del PJ sospecha que Milei tendrá los votos para aprobarlas, por lo que el desafío del peronismo será plantear una alternativa. “No podemos quedarnos atrapados en el ‘no, no, no’. No podemos dejar que nos pongan en el lugar de ‘anticapitalistas’ o ‘antiempleo’. Tenemos que tener una postura clara, y votar algunas cosas si corresponde”, analiza un dirigente del riñón de CFK. 

El pragmatismo de la expresidenta no es, sin embargo, inocente. La jefa del PJ se sabe en inferioridad de condiciones, y no solo por el triunfo de Milei en las elecciones. Sino por la guerra interna que la derrota despertó en el peronismo. Con Axel Kicillof, por un lado. Pero también con varios referentes provinciales, que acusan a CFK de haber intervenido en los armados locales y cerrado listas que terminaron saliendo terceras. Este es el caso de Misiones, Salta y Jujuy, en donde Fuerza Patria no logró sacar más de 15 puntos.

En ambos casos –Buenos Aires y las provincias intervenidas por el PJ nacional– los cañones apuntan contra CFK. Y la responsabilizan por la derrota

El debate por la Corte Suprema (Vol. 2)

“Nosotros somos personas racionales. Si vienen con cosas razonables atendemos. Pero si aparecés como un emperador, como Calígula, entonces no. Hay un límite”, le advirtió el jefe de bloque peronista, José Mayans, a un dirigente libertario la semana previa a que el Senado le rechazara, en abril, los dos pliegos de la Corte Suprema de Justicia.

El peronismo nunca escondió lo que exigía a cambio de sus votos para aprobar el nombramiento de Ariel Lijo: una mesa amplia de negociaciones, que incluyera el nombramiento del Procurador General de la Nación y la posibilidad de ampliar la Corte Suprema para poder poner a una candidata propia. Santiago Caputo encabezaba, entonces, las negociaciones con el peronismo junto a Sebastián Amerio, y terminó optando por salir a confrontar. Rechazó el pedido de UxP, avanzó vía decreto y se chocó, meses después, con el primer rechazo del Congreso a los pliegos de la Corte en la historia. 

Los senadores del peronismo José Mayans y Anabel Fernández Sagasti

La puerta para seguir negociando, sin embargo, quedó abierta. Y ahora, tras las elecciones, volvió a abrirse.

Fernández de Kirchner dio el visto bueno para dar inicio a las conversaciones, pero todavía falta definir los interlocutores. Desde el kirchnerismo, ese rol lo ocupó Wado de Pedro, pero en los últimos días comenzó a surgir el nombre del ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena. Un hombre que la expresidenta busca colocar, a su vez, como ministro de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. 

El cristinismo siempre ha mantenido, en secreto, vasos comunicantes con Caputo por los temas judiciales. Fue así que negoció, por ejemplo, el derrumbe del proyecto de Ficha Limpia. Pero, tras el resultado electoral, el peronismo no termina de tener en claro con quién tendrá que negociar: si con Caputo o, en cambio, con el tándem Karina Milei y Lule Menem

Karina Milei y Santiago Caputo

Es una incógnita que, incluso, ni el propio Gobierno puede responder por estas horas. En las fuerzas del cielo admiten que el resultado del domingo allanó el camino para volver a discutir todas las vacancias en la Justicia, y no solo en la Corte Suprema. Esto es así porque, tras el recambio legislativo, el peronismo y LLA tendrán, por sí solos, los dos tercios del Senado. “Es más fácil cuando no hay que meter al PRO. Somos más parecidos al peronismo en estos temas”, admite un dirigente del caputismo.

El problema, sin embargo, es que el Gobierno aún no ordenó su frente interno. Hasta que el mapa de poder de Casa Rosada no quede claro, el peronismo no tendrá interlocutor. Mientras tanto, la ex presidenta espera.

MCM/MG