Ysy A: un nuevo estilo de trovador urbano 

hace 5 hour 5

“Caution: Pogo Here” (“Peligro, pogo acá”), rezaba un cartel que un chico, sobre los hombros de otro, mostraba en el campo del Movistar Arena. Poco luego de las 21 hs, el público ubicado ahí se empujaba hasta formar círculos en varios lugares de ese sector. Muchos de esos focos fueron organizados por los Cactus Jack, tribu urbana que con sus pasamontañas verde flúor amenizan desde abajo del escenario la interacción de los fans con los raperos locales. De lo que pueden dar fe Neo Pistea o C.R.O. En ese instante, la ansiedad y el fervor, condimentos esenciales para la combustión de la pasión, chispeaban de tal manera que cuando Ysy A apareció por el tablado se produjo una hermosa sincronización colectiva de saltos. Comparable con los mosaicos humanos del festival norcoreano Arirang.

El rapero arrancó el show de la mano del trap “Duele”, seguido por otro tema del género, “De repente”. Uno más oscuro que otro, aunque ambos incluidos en su reciente álbum de estudio, Trampa al tiempo (2024), e iluminados por el fuego que emanaba del piso del escenario. De esa manera, el nativo de Caballito debutaba en el estadio de Villa Crespo. Tarde, pero seguro. Era el que faltaba de su camada en hacerlo, luego de desembarcar en su barrio, en cancha de Ferro; tras provocar lo más parecido a un sismo en Parque Patricios, al incitar al pogo en Huracán; o después convertirse en el primer artista de música urbana en poner un pie el año pasado, más o menos en esta misma época, en el templo electrónico de esta ciudad: Mandarine Park. Con ese frío viento del Río de la Plata haciéndole resistencia en vano.

Una vez que encaró ese inicio elegante y a la vez filoso, el cantante, compositor y productor saludó al público: “Llevo mi música a un montón de países y de ciudades en el año, pero el momento que más espero es volver a verlos a ustedes, guachos, en la ciudad en la que nací y que me hizo ser quien soy. Es la ciudad donde se creó el ‘Ysysmo’ (en alusión a su propuesta artística) y que marcó toda mi historia”. Tras pedir un aplauso para Buenos Aires, Ysy A invitó a “poner a temblar” a la urbe. Entonces continuó deshilachando el repertorio de Trampa al tiempo, para lo que invocó al trap de actitud barroca, preciosista y misteriosa “Almas rotas”, así como al R&B (con vaho a jazz) “Con el tiempo”. Esta última canción reflexiona sobre cómo el tiempo impacta en la evolución del artista.

Este trovador del asfalto, quien se refirió en el recital a sus canciones como “poemas” (en el pasado justificó esto explicando que considera que sus letras son composiciones poéticas que expresan emociones y sentimientos mediante un lenguaje elaborado y rítmico), hizo de la segmentación la dinámica de su performance. Y esta vez no fue la excepción. Apenas concluyó el bloque del último disco con el trap valiente “Curando mi karma”, un separador en las pantallas dio la señal de que se venía el tramo dedicado a El after del after, donde “Lugares que llego” dio el puntapié inicial”. Ese idilio con la música electrónica de baile avanzó con el technoso, aunque también tribal, “Copenhague”; secundado por el africanista “24/7”, que tuvo al rapero chileno Jere Klein (canta originalmente en el tema) en calidad de invitado.

“Sin esta canción no existiría El after del after”, afirmó el álter ego de Alejo Nahuel Acosta Migliarini, previo a desenvainar el techno (nihilista) berlinés “Ganas”. “Hoy tengo ganas de pegármela como si no hubiese un mañana”, versaba el artista de 26 años, mientras desataba aún más el pogo. Ni siquiera en los sets de electrónica que se consumaron en ese estadio se vio a la gente saltando como si se tratara de un recital de rock. A continuación, otro separador en las pantallas avisaba que estaba por suceder una nueva fracción del show. Y de pronto, de tras bambalinas, irrumpió el rapero Bhavi, con el que Ysys A encaró un bloque entero, a partir de que el tándem grabara en 2023 el EP colaborativo Tu dúo favorito. De ahí hicieron “Quieren más”, “Mueren por matarme”, “Flechazo” y “Mi ciudad”.

Si hay un rasgo que distingue a Ysy A de entre los demás iconos del trap argentino es su hambre de innovación y su deseo de llevar al estilo que representa hasta las fronteras. O quizá más allá. De hecho, en 2019 se metió con la fusión de tango y trap, por cortesía del tema “Traje unos tangos”, que inauguró esa instancia del show, justamente abocada al diálogo entre dos formas de entender la calle en Buenos Aires. Para la ocasión, llamó al conjunto de tango que lo apoya cuando se pone en la piel del arrabal, y del que destaca el cantor Cucuza Castiello. Juntos hicieron “Pa’ esta soledad” y “Toda la vida”. Por ejemplo, esta última canción la reinventó en este formato, porque originalmente apunta hacia la electrónica. Algo afín a lo que pasó con “Cada vez que…”, ideada en clave de trap (uno, por cierto, bien melancólico).

Cuando el 2x4 había calado entre toda esa muchedumbre (las entradas del show se agotaron en 3 horas, luego de su anuncio en marzo), que no sólo lo pogueó sino que empezó a cantar “Argentina, Argentina” entre tema y tema, Ysy A salió de escena. No sin antes presentar a la bailarina Mora Godoy y su cuerpo de baile, cuya coreografía fue musicalizada por esa suerte de orquesta típica moderna, a la que se le sumó una batería. Acto seguido, el artista regresó al tablado e interpretó “¿Cuál?”, lo que dio pie más tarde para introducir a Castiello, quien se llevó una sentida ovación, y entre ambos trataron de definir el experimento. Y recurrieron a uno de los pasajes del single “Trap de verdad”: “No sé si esto es tango o trap, sólo sé que es de verdad”, para después recrearlo.

De las dos horas de espectáculo, en las que este adalid urbano explicó aparte lo significativo que es el 11 para su carrera (el 11 de noviembre se despidió del freestyle, y desde ese instante toma en cuenta el número para el lanzamiento de sus discos), el bloque que dejaron atrás fue el más largo. Sin embargo, allanó el camino para el desenlace. El artista reincidió en el dance con el house "¿Cuántos términos?”, pero volvió a ponerse reflexivo en “A por todo”. Preguntó a su gente si estaba lista para “subir un piso más”, en referencia a la canción homónima, y luego confesó que el tema favorito de su mamá era “Alma”. La última parte largó con “Hidro”, trap psicodélico escoltado por “Linaje”, “Amanecer”, “Vuelta a la luna” y “Tamo’ loco”. Y sí: Ysy A es un loco: uno fabuloso, que además sabe hacer historia.  

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