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De Eli Roth, con Cate Blanchett
Un relato de aventuras futuristas que puede ser disfrutado tanto por el adulto como por el adolescente. Está inspirada en el videogame de disparos homónimo, "Bordelands" tiene elementos de sagas exitosas como Mad Max, Star Wars y Duna.
BORDERLANDS 6 puntos
(Estados Unidos, 2024)
Dirección: Eli Roth.
Guión: Eli Roth y Joe Crombie.
Duración: 102 minutos.
Intérpretes: Cate Blanchett, Kevin Hart, Édgar Ramírez, Jamie Lee Curtis, Ariana Greenblatt.
Estreno en salas de cine.
Las películas basadas en videojuegos, un terreno en el cual cualquier cosa es posible, al menos en términos narrativos. Es que, más allá de los vínculos que un largometraje pueda tener con ese material de base, la necesidad de un guion más o menos tradicional –con su arco dramático, sus tres actos y demás convenciones– empuja inevitablemente a abrir puertas y ventanas creativas. Último ejemplar de ese “género” que ya tiene varias décadas de existencia, Borderlands está inspirada en el videogame de disparos homónimo disponible en las principales consolas del mercado. Pero, como las reglas de la adaptación lo indican, construye un relato autónomo a partir de los personajes y situaciones centrales. Es también el último largometraje del realizador Eli Roth, que abandona momentáneamente sus intereses más extremos (es el director de títulos como Hostel e Infierno verde) para entregar un film de aventuras y acción que puede ser disfrutado tanto por el adulto como por el adolescente.
En el fondo, se trata de un pastiche de sagas exitosas como Mad Max, Star Wars y Duna, de las cuales toma elementos narrativos y/o iconográficos (cerca del final hay un homenaje explícito a la famosa escena del holograma de La guerra de las galaxias, mirada sobre los hombros incluida), a los cuales suma un concepto de (anti)héroes y villanos convencional. Cate Blanchett se disfraza de Lilith, una dura cazarrecompensas de pelo colorado contratada para hallar a una joven aparentemente raptada en el planeta Pandora. Hacia allí vuela la especialista, que casualmente nació en ese lugar abandonado a la buena de Dios, y a poco de aterrizar comienzan las dificultades: ni la propia Tiny Tina (Ariana Greenblatt), que de secuestrada tiene poco, ni sus compinches están dispuestos a acceder a los pedidos de la recién llegada, y tampoco es ella la única que anda detrás de sus pasos. Así comienza la acción, que casi siempre está acompañada de un humor básico pero efectivo.
Al lado de las superproducciones que salen como mazazos ocupando un porcentaje altísimo del mercado, Borderlands es un ejemplo de largometraje de presupuesto relativamente moderado sin ínfulas de grandeza y, también hay que decirlo, un poco berretón. Un relato de aventuras futuristas en el cual el reparto parece haberse divertido durante el rodaje, una de sus evidentes virtudes. A Blanchett y Greenblatt se les suma el venezolano Édgar Ramírez, como el jefe de una organización dispuesta a apoderarse del universo (o algo así) gracias a los secretos enterrados por una raza alienígena, el comediante Kevin Hart y Jamie Lee Curtis como una científica aventurera. Ah, y un robotito con la voz de Jack Black, el alivio cómico obligatorio. Hay revelaciones y leyendas que cobran vida; también peleas y persecuciones, como en una vieja película de matinée sin más pretensiones que hacer pasar un amable rato.