Brasil: Investigan los nexos de Bolsonaro con el atentado en Brasilia

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Desde Brasilia

Antes de perpetrar un ataque con explosivos en la plaza más importante de Brasilia, ubicada en el centro del poder, junto a los palacios de la Corte, la Presidencia y el Parlamento, Francisco Wanderley Luiz suplicó a Donald Trump el envío de agentes del FBI a su país. Para el improbable terrorista Wanderley Luiz, igual que para la populosa extrema derecha brasileña, con Jair Bolsonaro a la cabeza, la victoria de Trump sabe a revancha contra la izquierda. Y el FBI simboliza una idea caricaturezca de la ley y el orden, defendida entre los conservadores bolsonaristas.

Además el triunfo republicano justifica por razones concretas ( la futura administración será hostil con el gobierno del Partido de los Trabajadores) el optimismo bolsonarista y la expectativa de regresar al poder en los comicios brasileños de 2026. Y sirve como aliciente para continuar con la estrategia de la tensión que permita expulsar de la Presidencia, incluso mediante la violencia, al "dictador" Luiz Inácio Lula da Silva.

El mensaje del terrorista

Por todo lo anterior no debiera sorprender que el miércoles a la tarde, horas antes de atar explosivos en su cuerpo y encaminarse hacia la Plaza de los Tres Poderes para intentar ingresar por la fuerza al Supremo Tribunal Federal, donde según su esposa, pretendía asesinar juez Alexandre de Moraes ( escogido como enemigo por Jair Bolsonaro y Elon Musk), el agresor haya escrito en las redes sociales un mensaje dirigido al futuro mandatario.

En su pedido a Trump para que mande elementos del FBI,el guerrero de la libertad Wanderley Luiz lamentó que en Brasil ya no haya "orden". Y que reine un régimen carente de todo atisbo de "Justicia" donde las fuerzas de seguridad en lugar de dar caza a ladrones y corruptos están obsesionadas en perseguir a "viejitas inocentes". Vale la pena aclarar que las ancianas citadas en el post no tienen nada de bienechoras.

Se trata de mujeres arrestadas en enero de 2023 cuando invadieron el Planalto y otros predios, junto a miles de militantes, en medio de los cuales había comandos del Ejército entrenados para operaciones de sabotaje, reivindicando un golpe de Estado. En los planes de los insurgentes de 2023 estaba derrocar y, eventualmente, secuestrar y matar a Lula.

Conmoción nacional

Este sábado la prensa reveló el mensaje dirigido por Wanderley Luiz a Trump y otros enviados a los líderes del parlamento brasileño antes del atentado. A partir de estas informaciones surgidas de las investigaciones policiales en curso, comienza a reconstruirse el rompecabezas del crimen que conmocionó a la nación. Todos los efectivos de la Policía Federal (PF) afectados en la capital permanecen en alerta y no pueden dejar a ciudad hasta la noche de este domingo.

El jefe de la PF, comisario Andrei Passos Rodrigues, afirmó que hay evidencias suficientes para indicar que la acción "terrorista" fue planificada durante meses por Wanderley Luiz , ex candidato a consejal bolsonarista en Rio do Sul, municipio del sureño estado de Santa Catarina, fronterizo con Argentina.

El ataque lanzado poco después de las siete de la tarde del miércoles pasado, sucedió cuando los poderes de la República estaban en pleno funcionamiento. Había jueces dentro del palacio del Supremo Tribunal , funcionarios del Poder Ejecutivo en el Planalto y en el Plenario de la Cámara Baja, un diputado y pastor evangélico presidía el debate sobre un Proyecto de Enmienda Constitucional sobre la eliminación de impuestos a las iglesias.

"Otro golpe"

Uno de los once magistrados del Supremo, que se encontraba en el Palacio de Justicia cuando comenzaron las detonaciones, declaró bajo anonimato al canal Globo News, que temió estar frente a otra intentona golpista como la ocurrida hace 22 meses.

Primero estallaron los explosivos lanzados por el agresor, uno de los cuales habría sido el que le costó la vida (aunque no se descarta que haya muerto por un disparo de la Policía Judicial) . Más tarde, durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, explotaron artefactos sembrados en los alrededores de la Plaza de los Tres Poderes. Más tarde una unidad especial de la policía hizo volar la vivienda alquilada por el atacante en Ceilandia, a 30 kilómetros del centro capitalino, dentro de la cual había varias bombas ocultas.

A partir de la reconstrucción de los hechos el investigador Francisco Teixeira, profesor de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército, considera que el atentado del miércoles 13 de noviembre se inscribe en una escalada de violencia política iniciada hace dos años, sino más.

Clima de insurgencia

El clima de insurgencia derechista comienza cuando Bolsonaro se niega a reconocer su derrota ante Lula en las elecciones de octubre de 2022, e incita a obstruir las rutas en todo el país. En uno de esos bloqueos habría participado el catarinense Wanderley Luiz.

Más tarde en diciembre de aquel 2022, fue descubierta poco antes de estallar una carga de dinamita debajo de un camión tanque, con miles de litros de combustible, estacionado junto al Aeropuerto Internacional de Brasilia. El condenado por ese complot es un bolsonarista que estuvo durante semanas acampado junto al Cuartel General del Ejército, en las afueras de Brasilia, de donde partió el grueso de los insurgentes que intentaron dar un golpe el 8 de enero de 2023.

Lobo solitario

El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair, afirmó la semana pasada, luego de felicitar en persona a Donald Trump por su victoria electoral, que lo ocurrido frente al Palacio de Justicia, en el centro brasiliense, fue un hecho aislado. Francisco Wanderley sería, según esta versión de los hechos, alguien que se quitó la vida por motivos psiquiátricos y no respondería a la habitual incitación a la violencia y a la desobiencia civil que emana de los discursos de Jair Bolsonaro. Por ejemplo el pronunciado en febrero de este año ante decenas de miles de seguidores en San Pablo, donde, junto con el pastor Silas Malafaia, amenazó al juez Moraes. El mismo magistrado al cual quería asesinar Francisco Wanderley.

Querer establecer una relación entre los dichos de Jair Bolsonaro y el militante suicida no es más que una "narrativa maliciosa" alimentada por la izquierda, aseguró Eduardo Bolsonaro. Exultante, el diputado vaticinó que la izquierda acabará derrotada y de rodillas cuando su padre vuelva al gobierno en 2026, emulando el retorno de Trump. Y reclamó la aprobación de una amnistía para los condenados por el alzamiento de enero de 2023, perdón que de aprobarse en el Congreso beneficiaria a su padre, tenido como el verdadero arquitecto de aquella rebelión.

Cómplices

Al contrario de lo expresado por Bolsonaro hijo, el director de la PF, Passos Rodrigues, considera que hay indicios sobre la participación de otras personas, sea como cómplices, sea como apoyo logístico, en atentado frente al Supremo Tribunal Federal. La frustrada invasión al palacio tuvo una planificación meticulosa realizada durante varios meses, involucrando recursos, armamento y logística, observó el jefe de la Federal.

El profesor Teixeira abona una hipótesis similiar y formula esta pregunta: ¿cómo se explica que un cerrajero de Santa Catarina permanezca más de tres meses en Brasilia, pague sus gastos de sobrevivencia y para realizar el atentado sin que tenga el apoyo de una organización?.

Autor del libro "El profeta, el califa y el terrorista", donde estudió decenas atentados, Teixeira señala que es habitual descargar la responsabiliad de las masacres en "lobos solitarios" para impedir que las investigaciones lleguen a los verdaderos responsables. 

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