Ecuador: Jorge Glas fue condenado a 13 años de cárcel por malversación de fondos

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Un tribunal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador decidió este lunes por unanimidad condenar a 13 años de cárcel al exvicepresidente correísta Jorge Glas por malversación de fondos públicos durante el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de 2016. El caso llevó al exvice a solicitar asilo a la Embajada de México en Quito y a ser detenido en una invasión a la sede diplomática cuando le fue concedido. Glas, quien podrá apelar esta sentencia de primera instancia, aseguró durante el proceso que él no administró "ni un solo dólar" durante las tareas de reconstrucción de la provincia de Manabí.

Vistiendo traje oscuro, Glas ingresó al tribunal custodiado por militares armados con fusiles. También fue condenado a los mismos años de prisión Carlos Bernal, exsecretario técnico del Comité de Reconstrucción de Manabí, creado con el objetivo de llevar adelante las obras de mayor urgencia, quienes además deberán pagar una multa de 60 salarios básicos unificados (28.200 dólares) y una indemnización de 250 millones de dólares.

El tribunal, compuesto por los jueces Mercedes Caicedo, Marco Rodríguez y Javier De la Cadena, determinó que Glas y Bernal usaron sus cargos como presidente y secretario del Comité para "abusar de dineros públicos" que debían ser utilizados "para la atención a las víctimas del terremoto". Los magistrados dieron por probada la tesis de la Fiscalía, que durante el juicio del caso denominado como Reconstrucción de Manabí, aseguró que Glas, quien presidió el Comité, y Bernal priorizaron proyectos de obras que no eran urgentes y que no se atendieron los requerimientos urgentes de los afectados por el terremoto, lo que generó un perjuicio al Estado de más de 225 millones de dólares.

La financiación de estas obras, algunas de ellas inconclusas o catalogadas como innecesarias, salió de fondos de la Ley de Solidaridad, que fue creada para paliar los daños del sismo. "Este dinero de los ecuatorianos se destinó a 11 proyectos no prioritarios que habrían beneficiado a intereses particulares en la asignación y firma de contratos, y en los valores cancelados por contratos complementarios y de fiscalización", señaló el Ministerio Público.

"Yo no administré un solo dólar"

A fines del mes pasado, Glas declaró ante el tribunal de juzgamiento: "Yo no administré nada, ni siquiera las botellas de agua que se entregaban en las sesiones. Yo no administré un solo dólar. Y si no lo hice, ¿cómo me pueden procesar por peculado?". Pero la jueza Caicedo dijo en la lectura de la decisión que, si bien el exvicepresidente no suscribió contratos, pudieron evidenciar "su impulso para procesar y aprobar la priorización de obras bajo el contexto de una emergencia, pero atendían más bien a una arbitrariedad".

En ese mismo sentido, la defensa de Bernal había asegurado que el exsecretario del Comité tampoco adjudicó contratos, pero la magistrada señaló que impulsaba el desembolso de dinero para que las instituciones hagan esos contratos y que el presupuesto de algunos de esos proyectos priorizados "finalmente llegaba a las arcas de la familia de Bernal Alvarado porque los contratos iban direccionados hacia ellos".

Los jueces también ordenaron la pérdida de los derechos de participación por 25 años de ambos y que la Fiscalía inicie investigaciones a beneficiarios de contratos priorizados por el Comité, especialmente a las obras relacionadas con la familia de Bernal. "Este no es el juzgamiento de un delito político ni es una decisión política, aquí se trata de fondos que no se usaron en favor de las víctimas del terremoto, quienes hasta la presente fecha sufren el dolor de la pérdida", agregó Caicedo.

Una nueva condena

Glas, uno de los hombres fuertes del gobierno de Rafael Correa (2007-2017), ya cumple en la cárcel una pena de ocho años a raíz de dos condenas por corrupción impuestas en 2017, por asociación ilícita en el caso Odebrecht, y en 2020 por cohecho en el caso Sobornos, en la que Correa fue también condenado a ocho años e inhabilitado políticamente. A fines de 2022 fue excarcelado y permaneció en libertad durante algo más de un año, hasta que a fines de 2023 llegó a la Embajada de México en Quito, donde pidió asilo, al advertir que la Fiscalía buscaba procesarlo por este mismo caso.

Meses después, el 5 de abril de 2024, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó asaltar la sede diplomática para detener a Glas, una vez que el gobierno mexicano le había concedido un asilo al considerarlo un "perseguido político" y desde ese día está recluido en una cárcel de máxima seguridad. El ingreso a la Embajada derivó en la ruptura de las relaciones entre ambos países y un litigio en la Corte Internacional de Justicia, donde México acusa a Ecuador de haber roto la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y Ecuador culpa al país norteamericano de haber contravenido los tratados que regulan el asilo diplomático. 

El expresidente Correa condenó rápidamente el fallo contra Glas. "¡Esto es escandaloso! ¿No queda reserva moral en la justicia ecuatoriana? Jorge Glas y Carlos Bernal condenados por PECULADO, por hacer obras de forma 'arbitraria', cuando su función era precisamente priorizar las obras de reconstrucción", indicó Correa en la red social X, y más tarde agregó: "Esto es realmente DEMENCIAL. ¿La Academia no va a levantar la voz ante esta monstruosidad? ¿Tan bajo hemos caído?".

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