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El Fondo Monetario Internacional (FMI) refrendó el apoyo a la gestión económica de Javier Milei pero alertó sobre la sostenibilidad de las políticas del Gobierno. "Se mantienen los desafíos y las medidas tienen que evolucionar para sostener el éxito", dijeron los representantes para el Hemisferio Occidental en conferencia de prensa. En el marco de la visita a Washington del ministro de Economía, Luis Caputo, el organismo presiona para que la administración libertaria desarme los controles de capital.
"Hay desafíos por delante y para mantener los avances que hemos visto hasta ahora será necesario que las políticas evolucionen y balanceen objetivos domésticos y externos. En este sentido analizamos la necesidad de desmantelar gradualmente algunos de los excesivos controles, pero esto debería hacerse en forma cuidadosa y calibrada", señaló el subdirector del departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Luis Cubeddu, en conferencia de prensa desde Washington.
La rueda tuvo lugar en el marco de la Cumbre anual del organismo, donde su directora, Kristalina Georgieva, y otros altos funcionarios recibieron a representantes económicos de distintos países del mundo. Entre ellos, Georgieva se entrevistó con Luis Caputo, quien está detrás de la firma de un nuevo programa financiero con el Fondo. Aunque le cueste reconocerlo públicamente, el Gobierno necesita hacerse de fondos frescos para el pago de los abultados vencimientos de deuda en 2025.
En relación a las posibilidades de que se renueve el acuerdo de crédito, Cubeddu dijo que “el compromiso en el que estamos es el actual acuerdo de facilidades extendidas, aunque las autoridades exploran si ir hacia un nuevo programa. Esperamos proveer más información sobre esto las próximas semanas". Es una etapa de conversaciones, en la cual desde el Gobierno argentino especulan sobre la influencia del resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos del próximo 5 de noviembre.
El programa actual con el FMI termina en diciembre y respecto de lo que se hizo hasta el momento, el organismo fue elogioso: “En el primer semestre de 2024, las autoridades han logrado un superávit fiscal, el primero en 16 años, han reconstituido las reservas y han reducido la inflación más rápidamente de lo previsto”. Aunque fue más cauto al sondear a las actividades productivas: “Están apareciendo signos de estabilización económica, y la actividad económica se expandió a partir de abril, pero el ritmo de recuperación sigue siendo incierto y desigual entre los sectores”.
En su reciente informe de Perspectivas de la Economía Mundial, no obstante, el FMI coincidió con las autoridades argentinas en que la economía se expandirá 5 por ciento el año próximo, dejando atrás la actual recesión que daría una caída del PBI de 3,5 por ciento. Las proyecciones de inflación fueron un poco más realistas que las estimaciones oficiales plasmadas en la Ley de Presupuesto. El FMI apunta a un 139 por ciento en 2024 y una desaceleración notoria del 45 por ciento anual para finales de 2025.
Abandonar el cepo
De cara al mediano plazo, el FMI centró sus reparos en la eliminación de los controles cambiarios, pese a que el Gobierno argentino desmintió en reiteradas ocasiones que planea levantar el “cepo”, más bien fue elogioso al señalar que es posible crecer con aquel.
“Nuestros equipos continúan trabajando en estrecha colaboración con las autoridades argentinas. Las discusiones se han profundizado en un esfuerzo por comprender mejor y comprender plenamente sus planes y el período por delante. Las autoridades también están explorando las opciones de pasar a un nuevo programa”, agregó el titular del departamento occidental Rodrigo Valdés, quien fuera desplazado de las negociaciones corrientes con Argentina luego de las fuertes críticas de Javier Milei.
En el informe presentado en la página web del organismo puede leerse: “En Argentina, la firme implementación del programa está ayudando a restaurar la estabilidad macroeconómica. En el primer semestre de 2024, las autoridades han logrado un superávit fiscal (el primero en 16 años), han reconstituido las reservas y han reducido la inflación más rápidamente de lo previsto. Están apareciendo signos de estabilización económica, y la actividad económica se expandió a partir de abril, pero el ritmo de recuperación sigue siendo incierto y desigual entre los sectores”. Y añade: “Para mantener los avances será necesario que las políticas sigan evolucionando, en particular en los frentes monetario, cambiario y estructural”.
Por su parte, Luis Cubeddu dijo que el diálogo con Argentina “se trata de un esfuerzo de equipo”. “Debo resaltar de la conversación que nuestra gerencia, tanto Kristalina (Georgieva) como Gita (Gopinath), así como nosotros, el staff, nos reunimos con las autoridades argentinas, con el ministro Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili”. En esas conversaciones, el funcionario subrayó "los importantes avances que se han logrado, particularmente en la reducción de la inflación y el establecimiento de un ancla fiscal muy fuerte".
El plato más fuerte del viaje de Caputo a Estados Unidos fueron estos encuentros con la cúpula del FMI. Mantuvo una reunión bilateral con la número uno del Fondo, de la cual se llevó elogios pero ningún avance en concreto sobre nuevos programas de crédito, como se dijo el abandono de los controles cambiarios, que auguran una clara devaluación, es uno de los condicionantes más importantes para avanzar en esa dirección y el Gobierno argentino aún no demuestra intenciones claras en ese sentido.