El gobierno avanza en su intención de fusionar al INTA con el INTI

hace 3 hour 1
ARTICLE AD BOX

Aunque todavía no se confirmó, todo está dado para que el gobierno cumpla con un anhelo que amasa desde hace meses: la unificación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, el INTA, y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, el INTI. El nuevo organismo resultante, según circula, podría bautizarse como Instituto Nacional de Convergencia Tecnológica y Desarrollo Estratégico (INCyTDE). Mientras se aguarda la publicación del decreto en el Boletín Oficial que confirme el plan, ya se realizan las primeras modificaciones que preparan el terreno para el achicamiento de estructuras y puestos de trabajo. La medida se inscribe en la batería de nuevas normas que proyecta fusiones en más de 20 instituciones públicas.

A partir de la Resolución 131/25, firmada por el presidente del INTA Nicolás Bronzovich, se creó la Secretaría de Coordinación Técnica Administrativa, que estará a cargo de las tareas administrativas, así como de la gestión de recursos humanos y financieros. Aunque se desconoce el trazo fino de esta movida, se cree que en la práctica también tendrá la función de articular y tender los puentes entre el INTI y el INTA a partir de este momento. Este es tan solo un movimiento que expresa todo un conjunto de transformaciones a nivel operativo y el consecuente reparto de funciones.

Julieta Boedo, coordinadora nacional ATE INTA, dijo a Página/12: “Estábamos esperando el anuncio para hoy, pero aún no sucedió. Dicen que el INTA absorbería al INTI, pero no sabemos más nada”. Y continúa: “Hace meses había trascendido que además del INTA y el INTI, la fusión también incluía a la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales). Claramente desconocen lo que hacemos en la administración pública. Lo que vienen a desarmar es lo que venimos defendiendo”.

En el INTA, las direcciones nacionales de Vinculación Tecnológica y Relaciones Institucionales (a cargo de la vinculación con empresas y transferencia tecnológica), Recursos Humanos, Sistemas y Comunicación, son las cuatro áreas más sensibles que pasaron de ser Direcciones Nacionales a Coordinaciones. No solo se les bajó el rango: también se desplazará personal de carrera que estaba en sus cargos. Esto se suma al cierre de agencias territoriales que el INTA tenía desperdigadas por todo el país, y se encargaban fundamentalmente de brindar asesoramiento técnico a los productores.

“A partir de la Resolución se reestructura el organismo. Se adjudican más competencias al Consejo Directivo y se les quitan poderes a las direcciones nacionales y regionales. Ejercerán un control total que podría efectivizar una amenaza que venimos resistiendo: la reducción de un 30 por ciento de la planta de trabajadores”. Esto es: una planta de 6.100 personas podría reducirse a 4.500. Y agrega Boedo: “No hace falta decir cómo trabajamos en los últimos meses. Desde la presidencia de nuestro organismo, ya vemos que no hay gente de INTA sino representantes de corporaciones. Un modelo de país dirigido a los grandes productores y no a los pequeños ni a la agricultura familiar”.

En el INTI, la motosierra está encendida desde diciembre de 2023. Desde prácticamente la asunción de Milei como presidente, de 3104 trabajadores el INTI se redujo a 2379 en marzo de este año. De ese total, casi 400 dejaron sus tareas por incorporarse a un programa de retiros voluntarios. Las proyecciones indican que la situación se podría complicar aún más de concretarse la fusión.

Pretextos para eliminar al Estado

El INTA fue creado en 1956 y el INTI un año después. Emergieron para fortalecer el sistema científico y tecnológico de Argentina y los vínculos con los productores y las pymes de todo el país. Así, el desarrollo agrícola e industrial, se pensaba, podía despegar a partir de las investigaciones en el área. Estos desarrollos se potenciaron a gran escala durante las últimas dos décadas.

En el presente, bajo el manto de reducir el déficit fiscal, con el visto bueno del presidente, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, avanza en la poda del Estado sin criterio aparente. Lejos de creer que la ciencia y la tecnología constituyen una inversión, para el elenco libertario la producción de conocimiento autóctono solo representa un gasto.

Bajo eufemismos como la “modernización” del Estado, lo destruyen por completo y socavan capacidades instaladas. “Optimizar recursos”, “lograr mayor eficacia” y “evitar superposiciones”, son otros de los pretextos que suele utilizar la derecha cuando está en el poder y busca empequeñecer las entidades públicas para favorecer al mercado. Erradicar la burocracia es otra de las excusas preferidas. En concreto, buscan que el Estado sea tan delgado hasta hacerlo desaparecer por inanición.

En definitiva, son “reestructuraciones” que para los trabajadores de las instituciones estatales, en verdad devienen en ajuste puro y duro. Desde las voces oficiales repiten que los cambios irán profundizándose en el sentido de no superponer tareas. Si la fusión de los dos organismos se concreta finalmente, unificarán áreas con el objetivo de evitar solaparlas. 

Así es cómo, con esta "reestructuración", se avecinan nuevos despidos y se abre todo un mapa de incertidumbres acerca de cómo funcionarán en la práctica dos de los principales organismos científicos y tecnológicos del país. Además de la pérdida de puestos de trabajo, los trabajadores temen por el vaciamiento del patrimonio de ambas instituciones y la privatización de aquellas áreas que se consideren rentables. Aunque lo barnicen con otros nombres, se trata de un desguace con todas las letras.

Leer el artículo completo