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Mientras el agua comienza a bajar, empieza la reconstrucción de Bahía Blanca, la ciudad azotada por una tormenta que según los datos oficiales produjo al menos 13 muertes y una innumerable cantidad de daños materiales. Al cierre de esta edición, todavía eran más de mil los evacuados, mientras que las autoridades eligen la prudencia cuando se les consulta por las personas desparecidas, debido a que hay zonas de la ciudad que se encuentran todavía incomunicadas. Ayer se intensificó la búsqueda de dos hermanas de 5 y 1 año que fueron arrastradas por el temporal, y de las que nada se sabe desde el viernes.
El día después del desastre, las autoridades nacionales y provinciales recorrieron las zonas afectadas por la inundación y, en algunos casos, fueron increpados por los vecinos del sur provincial. El caso más resonante es el de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, a la que los vecinos intentaron tirar al agua mientras reclamaban por la ayuda nacional que, de antemano, ya imaginan insuficientes.
Tienen sus razones. Bahía Blanca sufrió el paso de un tornado en diciembre de 2023 y la respuesta desde la administración libertaria no fue la esperada por las autoridades municipales, ni por los vecinos. La magnitud de la tragedia, de la que todavía no se tienen datos totales, no hace prever un futuro auspicioso.
En la noche del viernes, cuando llegó a la ciudad, el gobernador Axel Kicillof advirtió que era necesario dejar a un costado las diferencias políticas existentes entre la Casa Rosada y la administración bonaerense y trabajar para la reconstrucción de la ciudad. De hecho, las primeras acciones dieron cuenta de una coordinación inédita desde que Javier Milei asumió la Presidencia de la Nación.
Más allá de las publicaciones particulares en las redes sociales, la Nación, la Provincia y la Municipalidad articulan acciones desde el Comité de Crisis que encabezan el gobernador, el intendente Federico Susbielles, la ministra Bullrich, su par de Defensa, Luis Petri; y los ministros bonaerenses de Seguridad, Javier Alonso, y de Transporte, Martín Marinucci.
En la mañana del sábado sobrevolaron la ciudad y evaluaron cuáles son las zonas en las que el agua está bajando y cuáles son las que todavía están más comprometidas y requieren más esfuerzos y recursos. “Para nosotros es muy importante contar con apoyo en un momento en el que debemos dar respuestas y acompañar a todas las personas que han perdido un familiar y que la están pasando mal como consecuencia del temporal”, explicó Susbielles.
“Vimos el impacto que ha tenido el temporal en materia de infraestructura: el agua que desbordó los arroyos y los canales ha destruido puentes, placas de concreto y otras obras”, dijo Kicillof, que declaró la emergencia en los partidos de Bahía Blanca, Villarino, Puán, Coronel Suárez, Adolfo Alsina, Guaminí y Coronel Roales, hasta donde se viajó para reunirse con el intendente, Rodrigo Aristimuño.
La situación mantiene alerta a toda la región. Producto de las inundaciones, el sábado colapsó un trazo de la Ruta 3 que conecta Bahía Blanca con Villarino. Fue sobre el kilómetro 711, vía de conexión al sur del país. Easfalto sufrió un desplome que impide el tránsito. Según la información oficial brindada por el Municipio de Villarino, se está coordinando con Vialidad Nacional para realizar trabajos de reparación en esa ruta nacional 3, entre los kilómetros 738 y 712.
La tragedia
Aunque sin precipitaciones, la ciudad se sostiene en una tensión permanente en la que por la falta de energía eléctrica, cientos de familias se encuentran todavía incomunicadas. Por esa razón, las autoridades prefieren ser prudentes a la hora de confirmar el número de muertes y de personas desparecidas.
Sin embargo, uno de los casos más impactantes entre las historias que su pueden conocerse es la desaparición de dos niñas de cinco y un año: las hermanas Pilar y Delfina Hecker. La tía de las menores, Mariana Hecker, fue quien hizo público el pedido por su paradero y comentó que ambas fueron vistas por última vez ayer, en la localidad de General Cerri, una de las zonas más afectadas por el temporal.
Al cierre de esta edición, se habían oficializado 13 muertes y había una decena de centros de evacuación funcionando en el Dow Center, el V Cuerpo del Ejército, la Sociedad de Fomento Noroeste, el Hogar de Cristo Calle Belén, el Centro Comunitario Natan, la Sociedad de Fomento Maldonado, el Centro Comunitario Loyola, el Club Sansinena Social y Deportivo, la Capilla María Reina, el Cine Unión y el Club Liniers.
En esos lugares se reciben las donaciones que ya se activaron desde diferentes puntos del país. Desde la Municipalidad piden priorizar el envío de alimentos no perecederos, productos de limpieza e higiene personal, lavandina, agua potable envasada, frazadas y abrigos, colchones, ropa de cama y toallas, y alimento balanceado.
Ante el escenario de emergencia, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad la asistencia mediante el envío de cinco camiones con alimentos secos, kits de limpieza, colchones, frazadas, indumentaria, calzado y agua envasada, para las familias damnificadas y otros dos se encuentran en camino a Coronel Rosales con insumos. Además, se activó un equipo de 69 personas, conformado por socorristas, enfermeros, bomberos y psicólogos que integran la Mesa de Respuesta Comunitaria en la Emergencia para colaborar en la asistencia. Desde la Nación, la cartera de Capital Humano informó el envío de 20 toneladas de insumos que viajaron en dos aviones Hércules del Ministerio de Defensa. La ministra Sandra Pettovello aseguró que durante el domingo llegarán dos más.
El escrache a Bullrich y el enojo con Espert
Más allá del trabajo conjunto y la atención puesta en la ayuda ante el temporal, la tensa relación política entre la administración libertaria y el gobierno bonaerense se siguieron manifestando, sobre todo a partir de las repercusiones en las redes sociales.
Uno de los principales blancos fue el diputado nacional José Luis Espert, que el sábado aterrizó en Bahía Blanca junto a Bullrich y Petri. Espert es economista, preside la comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados de la Nación y es el elegido por Milei para encabezar la boleta libertaria bonaerense en las próximas elecciones legislativas. Su presencia en el lugar fue interpretada como una manera de “caranchear” con la tragedia, posicionándose en un lugar en el que ni siquiera estaban algunos de los responsables de las áreas claves a la hora de coordinar la ayuda.
“Soy bonaerense y trabajo incansablemente para transformar provincia. Lo mínimo que puedo hacer, es ponerme a disposición y conocer de primera mano las necesidades”, se defendió Espert que luego sacó a relucir su verba inflamada que lo dejó a contramano de un contexto que parece haber puesto en pausa la disputa política. “Si el costo de hacer, son las críticas y chicanas de la casta política que ha convertido al país en una villa miseria, de la cual nos está sacando el presidente Milei, me tienen sin cuidado”, escribió en su cuenta de la red social X.
El enojo con Bullrich y Petri fue más directo ya que no corporizó a través de las redes sino en el encuentro con los vecinos víctimas del temporal. La ministra de Seguridad y su par de Defensa descendieron de uno de los vehículos con el que monitoreaban el operativo por las inundaciones y los habitantes del barrio le respondieron con insultos, a tal punto que ambos se tuvieron que retirar del lugar escoltados por agentes de la Policía Federal y Prefectura.
Fue en Ingeniero White, otras de las regiones bahienses donde el paso del temporal provocó destrozos. A través de sus redes sociales, Bullrich dijo que junto a Petri fueron “los primeros en llegar para acercar soluciones y contener a los vecinos”. “Escuchamos a la gente y, en tiempo récord hicimos lo que nos pidieron”, aseguró la ministra en un gesto que también fue cuestionado por los opositores que reaccionaron negativamente.
Antes, ya habían observado un llamativo detalle en las imágenes que los funcionarios nacionales repartieron a la prensa y difundieron en sus redes: había decidido que el gobernador no aparezca en el plano de las imágenes del Comité de Crisis, del que también había participado. De hecho, en las fotos que difundió Kicillof, Petri y Bullrich aparecían en primeros planos.
Esas micropeleas fueron observadas por los vecinos que le gritaban “mojate, como nosotros” y quisieron empujarla hasta uno de los cientos de lugares en donde el agua todavía no cede y ocupa las calles de la ciudad.
“Sabemos que la situación es crítica”, reconoció Bullrich, que en una entrevista con la AM750 dijo que la Nación ya puso a disposición unos “10 mil millones de pesos más todos los recursos que están llegando, los hospitales, los alimentos, el despliegue de las Fuerzas Armadas”.