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El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se proclamó este miércoles ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos con un total por el momento de 277 votos electorales frente a los 224 de su rival, la demócrata Kamala Harris, según las proyecciones de los principales medios del país. Será la primera vez en más de un siglo que un antiguo presidente vuelve a serlo (ya gobernó entre 2017 y 2021) después de perder unas elecciones (las de 2020) y también la primera ocasión en que un condenado por la justicia llega a la presidencia del país.
Por su parte, la vicepresidenta demócrata decidió cancelar anoche el discurso que tenía previsto ofrecer al final de la jornada electoral y posponerlo hasta este miércoles, tras conocerse algunos datos importantes sobre la tendencia de voto en todo el país, según informó su equipo de campaña.
"El éxito nos va a unir"
El exmandatario ya se había atribuido la victoria frente a la vicepresidenta durante un acto ante sus seguidores en el centro de convenciones de Palm Beach (en la costa este de Florida), tras obtener buenos resultados parciales y ganar el voto popular --incluso con apoyo del electorado latino--, según el escrutinio preliminar. "El éxito nos va a unir, y vamos a empezar poniendo a Estados Unidos en primer lugar. No los defraudaré", dijo durante un discurso de menos de media hora, que se adjudicó el triunfo en estados clave como Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, además de Michigan, tradicionalmente demócrata.
Trump, visiblemente alegre y divertido, no hizo referencia directa a su rival, la vicepresidenta Harris, pero manifestó el contraste de lo que será su mandato con el actual gobierno. "Hoy será recordado como el día que los estadounidenses retomen el control de su país", proclamó. "Vamos a hacer un gran trabajo y vamos a dar la vuelta a las cosas. Este será el día en que el pueblo estadounidense retome el poder de su país", sostuvo el magnate, cuyas palabras fueron recibidas con exaltación por una multitud de cientos de simpatizantes.
Control del Senado
Además de celebrar sus buenos resultados en los estados decisivos y de recuperar la mayoría en el Senado para los republicanos -a punto de hacerse también con el control de la Cámara de Representantes-, dio un extenso agradecimiento al empresario multimillonario Elon Musk, quien lo acompañó antes del discurso en el club Mar-a-Lago, su residencia, ubicada a pocas cuadras del centro de convenciones, para seguir los resultados electorales.
Luego Trump pasó el micrófono a varios de sus colaboradores, y también a su vicepresidente JD Vance, quien le agradeció la oportunidad y resaltó el logro del republicano. “Creo que acabamos de presenciar el mayor regreso político en la historia de los Estados Unidos", dijo.
El festejo de la ultraderecha internacional
Los líderes de formaciones y gobiernos ultraderechistas prácticamente hicieron suya la victoria del republicano, con cuyo programa se identifican. Desde Argentina (Javier Milei), Italia (Georgia Meloni), El Salvador (Nayib Bukele) o Hungría (Viktor Orban), sus mandatarios cantaron victoria junto a Trump, con mensajes a los que se han sumado otros líderes ultranacionalistas o populistas de todo el mundo como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
"La Argentina reafirma su compromiso de seguir fortaleciendo nuestra alianza y trabajando por los históricos lazos de amistad que nos unen, en beneficio de ambas naciones y de nuestros pueblos", indicó Milei, a través de un comunicado publicado por la Cancillería.
En un tono menos eufórico, la mayoría de los presidentes y jefes de Estado europeos, tras felicitar al ganador, llamaron a Trump a colaborar para mejorar la relación transatlántica y trabajar conjuntamente por la paz.
Lo que se viene
Tras la victoria del republicano, el dólar se disparó, las bolsas subieron y el bitcoin alcanzó un récord este miércoles, lo que, según los analistas, podría reavivar la inflación. Así, no parece haberle pasado factura ni el asalto al Capitolio de enero de 2021, protagonizado por cientos de sus seguidores, ni los múltiples frentes judiciales que tiene abiertos. En mayo se convirtió en el primer presidente condenado en Estados Unidos, por falsificar registros para comprar el silencio de una exactriz porno, Stormy Daniels, poco antes de los comicios de 2016.
Una problemática que se viene es la relacionada con sus promesas de campaña. Durante los últimos meses, el republicano aseguró que va a expulsar a los migrantes en situación irregular porque, según él, "envenenan la sangre" del país. En ese sentido, prometió reconquistar las ciudades tomadas, según él por migrantes, y sellar la frontera con México para asegurarse de que no entren más sin visa.
La victoria de Trump también devuelve a la Casa Blanca a un negacionista del cambio climático. Los expertos advierten de que su segunda presidencia frenará bruscamente la transición hacia la energía verde y, por lo tanto, acabará con las esperanzas de alcanzar los objetivos climáticos a largo plazo acordados por la comunidad internacional.
Pero su elección se va a sentir de inmediato. La capacidad de negociación de los enviados estadounidenses a la COP29, que comienza el 11 de noviembre, se verá cercenada. Se teme que Washington abandone la diplomacia climática, lo que puede socavar los esfuerzos mundiales por reducir el consumo de combustibles fósiles. Si Trump se olvida de los objetivos climáticos de Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, esto puede dar pie a que otros grandes contaminadores, como China e India, dejen de lado sus planes medioambientales.