Festival de Fado: "una canción popular que da voz a los que menos tienen"

Este fin de semana se celebrará una nueva edición del Festival de Fado. La cita, imperdible para los amantes de esta música europea, será en el CCK (Sarmiento 151) tanto el sábado como el domingo, con entrada libre y gratuita, previa reserva online. El Festival de Fado es un evento internacional con el que Portugal busca promover su música tradicional por el mundo. En esta ocasión con los fadistas invitados António Zambujo y Raquel Tavares, que cantarán acompañados por músicos como Bernardo Couto, Joao Salcedo o Francisco Brito. Además de sus conciertos, habrá una conferencia sobre el tema de la libertad en el fado y se proyectará la película El cónsul de Burdeos, de Francisco Manso y João Correa.

António Zambujo es una figura que puede resultar conocida incluso para quienes no escuchan fado habitualmente. Es que el portugués grabó hace poco con Mon Laferte y compartió escenario en varias ocasiones junto al célebre cantautor Yamandú Costa. Zambujo viene de lanzar su décimo álbum de estudio, Cidade, completamente compuesto y escrito por Miguel Araújo. Cidade sucede a Voz & Violão, que en 2021 fue el disco más vendido de su país. “Mi primer recuerdo musical es escuchar a un grupo de canto popular en mi región, Alentejo (Alentejo es una de las regiones de Portugal donde hay más tradiciones fadistas y más noches de fado) y querer cantar como ellos”, rememora el cantor.

“Poco después de ese recuerdo ya estaba aprendiendo las canciones y aprendiendo a cantar también. Mis principales influencias son la música popular brasileña, la morna de Cabo Verde y el jazz. Últimamente he escuchado mucha música de América del Sur, además de la brasileña. Me encantan los boleros, los tangos y algunos ritmos tradicionales argentinos y uruguayos”, se entusiasma.

Esa mixtura se destaca en el trabajo de Zambujo, quien reconoce la influencia de la Revolución de abril (o revolución de los claveles) que abrió un proceso democrático en su país. Zambujo, cuentan, “toca al público con mensajes conscientes de las contingencias sociales del mundo en que vive”.

En cuanto a Raquel Tavares, la fadista sostiene que “el fado es una música popular. La gente creó el fado como una forma de expresión y cantar fado es, en esencia, cantar la vida, abarcando todas sus experiencias y sentimientos. No es solamente música triste; también hay fado alegre que celebra la vida y las fiestas”. Su barrio, Alfama, es de “fiesta y alegría”, cuenta Tavares.

Tavares canta desde los doce años y grabó su primer disco rapidísimo: a los 14. Dueña de una voz potente, que la hace destacarse, celebra la posibilidad del género de cubrir un amplio abanico expresivo. “Por supuesto, me encanta cantar sobre la tristeza, ya que soy fadista, pero el fado es, ante todo, una canción popular que da voz a los que menos tienen. La gente de Buenos Aires escucha mucho fado, al igual que tango, y tenemos muchas similitudes en la música, por lo que estoy convencida de que serán noches muy emotivas”