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Cuando es su turno de tomar la palabra, el crítico teatral Jorge Dubatti recomienda la obra en cartel La celebración, escrita por Manuel Santos Iñurrieta y Juano Villafañe, reconocido este miércoles como Personalidad destacada en el ámbito de la cultura por la Legislatura Porteña. "(El espectáculo) transmite la importancia que tiene la reunión, el convivio; es el espíritu de Juano puesto en obra", señala Dubatti, para hacer una comparación con lo que sucede en esta ceremonia. En las puertas del edificio de la calle Perú se había armado una larga fila; el salón Montevideo queda chico y hay que agregar sillas. Se respiran poesía, música y teatro porque varios de los oradores deciden "festejar a Juano" -la expresión es de Luisa Valenzuela- con los lenguajes que él promueve, sea como artista o gestor. Un dream team de la cultura lo acompaña en este reconocimiento: Víctor Hugo Morales, Víctor Laplace, Pompeyo Audivert -quienes tomaron la palabra-, Alejandro Dolina y Juan Sasturain, por ejemplo.
Lo que más llamaba la atención de quienes iban ingresando al salón era que el poeta, ensayista, dramaturgo, periodista y gestor cultural estaba parado tras la puerta de entrada, recibiendo con un beso y un abrazo a todos los que llegaban, con una sonrisa contundente. "Trabajé más de 50 años en el hacer artístico, literario, en la cultura, las políticas culturales, la gestión cultural. Estamos todos llenos de epifanías y de experiencias poéticas, que son las que nos provocan hacer teatro, música, pintar, escribir, hacer cine, coreografías", expresó Juano, quien también destacó "cómo impactan las imágenes, las metáforas, los símbolos; cómo circulan en la sociedad". Fundar la revista Mascaró apenas recuperada la democracia; inaugurar y dirigir durante 15 años Liberarte/ Bodega Cultural; ser el director artístico del Centro Cultural de la Cooperación también son, para él, "experiencias poéticas".
"Un ciudadano de la cultura también siente la sociedad, la política, los problemas económicos; considera también la importancia que tienen las transformaciones que nos debemos en este mundo, que también son una experiencia poética", insistió, para después definir a la poesía como "un anticipo del mundo que deseamos vivir". "Es lo que más se parece al mundo que queremos transformar. Vamos de las metáforas, las imágenes, a los relatos de las luchas de todo tipo: así funcionamos", concluyó, antes de que el legislador Juan Manuel Valdés (UxP) -impulsor de la iniciativa junto a Luis "El Chino" Sanjurjo, compañero de Villafañe en el CCC- le hiciera entrega del diploma de personalidad destacada en el ámbito de la cultura.
Con una peluca y una nariz, Audivert fue el primer orador y rompió con toda la solemnidad que un espacio como la legislatura sugiere. El personaje se presentó como el secretario de Pompeyo, quien llegó para reemplazar al actor, que se encontraba detenido en una comisaría por un "problema contravencional menor, pero todo preso es político". Leyó entonces un desopilante escrito mandado por Pompeyo desde "el calabozo", que celebraba la "merecidísima corona de nardos de la ilustración" recibida por Villafañe. "Y es que finalmente las fuerzas terrestres y las celestes se han puesto de acuerdo en dotar a esta bella criatura de dios con un último atributo dorado, la personería ilustrada. Si algún oro le faltaba a nuestro héroe era este que otorga la legislatura a los hijos pródigos de la cultura ciudadana", dijo Pompeyo, que desató risas y aplausos en la platea. "Juano nos lleva con él a esos estratos de los que nunca debimos salir y en ese oficio cumple como poeta con su razón de ser. Gracias, Juano, por tu obra, la otredad, los espacios que fundás, tu solidaridad y tus influjos y los 500 dólares que me prestaste en los ochenta y nunca te devolví", remató el personaje.
Luisa Valenzuela aportó un tono biográfico, definiendo a Juano como "un muy porteño nacido en Quito gracias a la errancia de sus progenitores transhumantes" (en alusión a Javier Villafañe y Elba Fábregas); criado en "una casa teatro llena de muñecos, marionetas y títeres de distintos tamaños". "De muy pequeño entendió la potencia generativa del arte y supo integrarse a ese mundo, además de compartirlo e invitarnos a todos y todas a formar parte de él", destacó la escritora. Tanto en el CCC como en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE, de la cual es vicepresidente II) "Juano da a cada paso pruebas de su talento y empatía, palabra tan manoseada y tan poco puesta en acto en estos tiempos aciagos". En él "la nocion de belleza trasciende la estética para internarse en el reino de la ética, la aceptación, la integración y la armonía". "Qué falta que nos hacíamos, que nos hacemos; qué bueno estar todos juntos en algo tan valioso como reconocer a un hombre excepcional de la cultura en Buenos Aires y la Argentina. He sido espectador de sus espectáculos teatrales y ahora me toca ser espectador emocionado de este acto de justicia", expresó, por su parte, Víctor Hugo Morales. Leyó el poema "Ella", que después cantó, con guitarra, Débora Infante, una artista cuyos sonidos se unieron hace tiempo con las palabras del autor de Públicos y privados. Infante destacó el "fundamento político y ético" de la trayectoria de Juano. De la música al monólogo de Segismundo, pronunciado por Laplace, el acto fue breve pero tuvo climas bien distintos.
También tomaron la palabra quienes trabajan con Villafañe en el CCC, referentes de los distintos departamentos del espacio de la calle Corrientes: aparte de Dubatti, la titiritera y directora Antoaneta Madjarova -quien agradeció el protagonismo que los títeres, en general dejados de lado, tienen en el centro cultural-; el director y actor Santos Iñurrieta; Luis Sanjurjo, licenciado en comunicación y gestor. "Parte de todo lo hermoso que generás es esto. El encuentro entre personas tan distintas, entre trabajadores y trabajadoras de la cultura, militantes, camaradas. Quiero agradecerte esa grandeza que nos reúne a muchos que creemos que en la política, el arte y la cultura está la clave para transformar este mundo en uno que valga la pena vivir", dijo el discípulo a su maestro, a quien le reconoció una conjugación de "la poética y la política". Dubatti, compañero desde los tiempos de Liberarte, lo definió como "un hermano mayor, no mucho mayor" que le hizo descubrir el movimiento cooperativo en la Argentina y le permitió dar los primeros pasos a su escuela de espectadores. Llevan 25 años trabajando juntos. "Le debo una cosa muy importante: las discusiones: las caminatas donde hemos estado discutiendo, charlando, pensando. Buena parte de las cosas que escribo las tendría que firmar en colaboración con Juano."
Tras repasar los hitos de su trayectoria, el legislador Valdés dijo: "Recuperar la idea de lo comunitario y lo cooperativo en tiempos en que reinan la vileza, la salvación individual y la canallada, nos permite pensar en un país mejor". "La cultura se defiende produciéndola cada día, en las calles, nuestros teatros, centros culturales, nuestras casas también. Decía Francisco que una cultura es una pasión compartida. Se ajusta a lo que Juano ha despertado en todos nosotros. Tan compartida que este salón no alcanza para la cantidad de compañeros y amigos que han venido a disfrutar este momento. Es la mejor definición, demostración del valor enorme que ha tenido toda tu trayectoria", elogió el legislador.