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El día después del masivo apagón que afectó al AMBA estuvo marcado por cortes de luz sectorizados que se mantuvieron durante todo el jueves. Lejos de los más de 700 mil afectados del miércoles, la jornada marcó por la tarde picos de más de 40 mil usuarios sin servicio. Mientras tanto, el Gobierno nacional y Edesur se siguen tirando la pelota sobre las responsabilidades del apagón, y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) informó que comenzará una investigación sobre sus causas, todavía no precisadas por ninguna voz oficial. En el medio, la incertidumbre por la posibilidad de situaciones similares ante los picos de demanda de energía por el calor que no afloja: este jueves la térmica llegó a tocar los 47 grados.
Sin tren, cortes por barrios y explosión
El jueves empezó complicado para los usuarios del ferrocarril Mitre. A las 5.43 de la mañana, la cuenta oficial del ferrocarril les dio una mala noticia que parecía augurar un nuevo día de múltiples complicaciones: "Por falta de suministro eléctrico en Retiro el servicio se encuentra limitado", comenzaba la publicación, que precisaba que ninguno de los tres ramales de la línea llegaría a su estación cabecera. Así se mantuvo durante casi tres horas. Cerca de las 8.30 se informó que, tras el corte de energía, los trenes ya ingresaban a Retiro, aunque el ramal Tigre siguió funcionando con demoras por los problemas técnicos ocasionados por el corte.
Al menos esta vez la página oficial del ENRE sí funcionaba. Luego de pasar toda la jornada del miércoles caída por el apagón, la web en la que se puede consultar el número de usuarios afectados y el mapa de cortes volvió a funcionar por la mañana del jueves. A esa hora, los cortes en territorio porteño se concentraban precisamente en la zona de Retiro y el microcentro. El histórico edificio Kavanagh, por ejemplo, seguía sin luz desde el inicio del apagón del miércoles.
Alrededor de las 17, la cantidad de usuarios sin luz en el AMBA llegó a superar los 40 mil hogares: eran 3 mil de Edenor y 41 mil de Edesur, la empresa protagonista del doble apagón del miércoles. En ese horario, además de Retiro y el microcentro, los principales cortes en la Ciudad estaban en las zonas de Monserrat, Balvanera, San Nicolás, Caballito, Flores, Liniers y Mataderos, mientras que en el conurbano sur faltaba el suministro en algunos sectores de Avellaneda, Bernal, Banfield, Remedios de Escalada y Monte Chingolo. Al igual que en Retiro, en Caballito los vecinos y vecinas advertían que en ningún momento les habían devuelto el servicio desde el primer apagón.
En Colegiales, por su parte, un fuerte ruido sobresaltó a las personas que caminaban por Federico Lacroze al 2500, a sólo una cuadra de la terminal del Urquiza, cuando explotó una cámara de electricidad de cuatro por tres metros con fusibles y transformadores. La explosión de la cámara, en este caso de Edenor, generó una gran cantidad de humo cerca de las 12 del mediodía y los operarios debieron perimetrar la zona para poder reparar la caja, aunque no se registró ningún herido.
Alrededor de las 19, el número de afectados total ya había bajado del pico de 44 mil. Edesur registraba a esa hora un total de 28.100 usuarios sin luz, mientras que Edenor sumaba 1800 a la cuenta.
Versiones cruzadas y una investigación abierta
Aunque se esperaba que alguna voz oficial diera explicaciones públicas sobre el apagón, ningún representante del Gobierno salió a hablar de las causas del suceso. Por lo bajo, sin embargo, las versiones entrecruzadas siguen siendo las mismas que las del miércoles. Edesur no dio ninguna precisión más que las publicadas en sus redes sociales, donde informó que los cortes fueron producto de la caída de servicio de líneas de alta tensión que "afectaron" a sus subestaciones. Desde la Secretaría de Energía, en tanto, insisten en que las líneas de 220 kilovoltios (KV) que cayeron en la rama Bosques Hudson y la Central Costanera - Hudson son de Edesur, y que esas y otras líneas de la empresa operaron con fallas durante toda la mañana y mediodía del miércoles.
En esa línea fue el comunicado que el ENRE difundió este jueves, en el que confirmó oficialmente que abrirá una investigación sobre el caso: "El ENRE investigará los desenganches de las líneas de alta tensión Bosques – Hudson 1 y 2 de 220 KV a las 05:24 y de las líneas de alta tensión Costanera - Hudson 1 y 2 de 220 KV a las 12:07", informaron y agregaron que la cifra final de afectados en el segundo apagón llegó a 740 mil, más de los 620 mil que la propia Secretaría había notificado durante el jueves. El comunicado agrega que el ente "buscará evaluar causas y responsabilidades, y, en caso de corresponder, aplicará las sanciones previstas por la normativa vigente".
Nadie, por ahora, puede explicar por qué cayeron esas líneas en un contexto en el que todavía no se presentaba un pico exorbitante de demanda. La primera de las caídas, que generó un efecto dominó sobre el resto de las líneas, se produjo bien temprano en la mañana cuando todavía no había comenzado la jornada de calor agobiante. Tampoco hubo en la central, al menos en lo informado hasta ahora, eventos que pudieran perjudicar a las líneas, como incendios, ni mucho menos vientos extremos o lluvias.
Según pudo saber Página 12, la propia titular de la Secretaría de Energía, María Tettamanti, se hizo presente en la sede de la Sociedad Centro de Movimientos de Energía (SACME), la central de Costanera Sur desde la que operan las energéticas, y pese a que había allí responsables de Edesur nadie le supo precisar qué había pasado. El comunicado cuenta la misma situación, aunque sin mencionar nombres propios. Indica que "personal técnico del ENRE monitoreó las tareas realizadas en los centros de control de EDESUR y de SACME", y que "se le solicitó a la prestataria los informes técnicos sobre las fallas detectadas, así como la documentación que avale las tareas de mantenimiento efectuadas sobre las líneas en cuestión".
Según los datos de SACME, el pico de demanda del miércoles de las dos empresas unificadas recién se produjo cerca de las 21, con 10.286 Megavatios (MW), un número alto pero por debajo de los picos históricos, que se sitúan por encima de los 11.200. Durante el primer apagón de la jornada del miércoles, la demanda apenas se acercaba a los 2 mil MW para Edesur, mientras que durante el segundo evento estaba en 3600. Todo por debajo del pico histórico de la empresa, que en otros veranos ha llegado a afrontar demandas de hasta 4500 MW, y este mismo jueves llegó a tener casi 4400 sin presentar las graves dificultades que tuvo el miércoles.
Es que pese a los múltiples aumentos de tarifas, Edesur no parece tener voluntad de invertir en mejorar su infraestructura e, incluso si lo hiciera, las obras de envergadura recién comenzarían a tener efecto varios años después de su inicio. En el medio, los usuarios vienen abonando aumentos de más del 400 por ciento desde la asunción de Javier Milei. Se calcula que el nivel de pago de las facturas está en un 95 por ciento del total, pero la cuestión no se traduce en mejoras del servicio.
El apagón del miércoles, por otro lado, se produjo en uno de los pocos días de verdadero calor que atravesó el AMBA tras un verano más fresco que los anteriores. Aunque este jueves la térmica llegó volvió a superar los 45 grados (llegó a 47) y el sistema pudo soportar sin un colapso como el del día anterior, nadie sabe qué puede pasar si los picos de demanda alcanzan los históricos, y menos si esto ocurre durante períodos más prolongados.