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El equilibrio de las cuentas públicas durante los primeros siete meses del año se sustentó en el recorte de fondos a jubilados, provincias y universidades, según un estudio privado. El 27,6 por ciento del recorte "se explica por la merma del gasto en los haberes de la clase pasiva". "Eso significa que de cada 100 mil pesos que dejaron de gastarse, casi 28 mil tendrían que haber ido a los bolsillos de jubilados y pensionados, sólo para no estar peor que en 2023", explicó el trabajo presentado por el Instituto Consenso Federal.
El informe toma como base el análisis de ejecución presupuestaria de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Según este enfoque, entre enero y julio las universidades recibieron "31 por ciento menos de recursos, comparado con idéntico período del año anterior y en términos reales".
En relación a las universidades, la ejecución presupuestaria pasó de -25,5 por ciento para el período enero-mayo, a -30,8 entre enero y junio, para llegar a -31 para enero-julio.
En el caso de las provincias, el gasto ejecutado en transferencias de la Nación se redujo 83,5 por ciento, a lo que habría que sumarle un 80,9 de ajuste en los gastos de capital, que usualmente están dirigidos a obras (rutas, hospitales, escuelas) distribuidas en todo el territorio nacional.