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La muerte del papa Francisco generó una ola de reacciones de líderes mundiales con palabras de reconocimiento y gratitud por su pontificado, marcado por temas como el respeto a los inmigrantes y cuestiones de interés político, social, ambiental y económico. Varios países de la región decretaron luto oficial, como Brasil, cuyo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que "el mundo pierde la voz del respeto y la aceptación al prójimo" y destacó su "forma incansable de llevar amor adonde existía odio".
Latinoamérica de duelo
Lula ensalzó de Francisco su compromiso con el cambio climático, su crítica a los modelos económicos injustos y desiguales y su apoyo a "quienes más lo necesitan: los pobres, los refugiados, los jóvenes, los ancianos y las víctimas de la guerra y de toda forma de prejuicio". Por su parte México, en la voz de la presidenta Claudia Sheinbaum, calificó a Francisco de un "gran humanista que optó por los pobres" y recordó la visita del papa en 2016 al país, el segundo con más católicos del mundo.
El colombiano Gustavo Petro aseguró: "Se fue un gran amigo. Me siento algo solo". Y destacó que Francisco "comprendió perfectamente su papel como líder espiritual en la gran lucha por la vida". Desde Colombia también habló el expresidente Juan Manuel Santos, quien firmó la paz con las FARC en unas negociaciones en las que el Vaticano fue aliado: "El mensaje de reconciliación que nos dejó en su histórica visita sigue más vigente que nunca".
El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, expresó que Francisco "se fue quizás en el momento en el que el mundo más lo necesitaba", mientras que el exmandatario José "Pepe" Mujica alegó que "fue la mejor versión cristiana hacia las desigualdades que existen en nuestras sociedades. A pesar del progreso material, este papa representó como una especie de mirada crítica hacia el pasado reciente y siempre tuvo un gesto de ayuda a los sectores sociales más débiles".
El presidente de Chile, Gabriel Boric, destacó el "genuino esfuerzo" del papa "por acercar la Iglesia al pueblo en un mundo donde lo espiritual pareciera haber pasado a un segundo plano". En tanto el presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que la "voz" de Francisco "resonó como un faro de esperanza para millones en todo el mundo" y defendió que la encíclica "Laudato Si" del papa "es un legado fundamental para pensar y reflexionar en torno a nuestra Madre Tierra, a la crisis climática".
El gobierno cubano recordó la "cercanía", el "cariño" y la "labor" en busca de "soluciones a los acuciantes retos" del mundo del papa y su presidente, Miguel Díaz-Canel, alegó que recordarán "con afecto" las visitas a Cuba, donde llegó a ir a la casa de Fidel Castro en 2015 antes de su muerte. También en Venezuela, Nicolás Maduro lamentó la muerte y lo describió como un "líder espiritual transformador" que "no dudó en incomodar a los poderosos con la verdad del Evangelio".
El papa Francisco recibió el día antes de morir al vicepresidente estadounidense, JD Vance: "Siempre lo recordaré por la homilía que dio en los primeros días de la covid. Fue realmente hermosa", destacó Vance. El presidente estadounidense, Donald Trump, que tuvo algunos desencuentros con el Papa durante su primer mandato, emitió un breve mensaje en su red social Truth Social, en el que pidió a Dios que bendiga al fallecido pontífice. "Era un buen hombre, trabajaba duro y amaba al mundo", señaló más tarde durante un evento en la Casa Blanca con motivo de la Pascua.
Europa subrayó el valor social de Francisco
Italia, el país "vecino" al Vaticano, reaccionó con pesar y reconocimiento a la labor de Francisco y, así, mientras miles de fieles se concentraban en la Plaza de San Pedro, el presidente Sergio Mattarella admitió su "gran dolor personal" y un sentimiento de "vacío y pérdida". La primera ministra, Giorgia Meloni, afirmó que el papa Francisco "pidió al mundo, una vez más, el coraje de un cambio de rumbo" y pidió caminar en esa dirección "para buscar el camino de la paz, perseguir el bien común y construir una sociedad más justa y equitativa".
En Europa la nota generalizada fue subrayar el valor social del papado de Francisco. El presidente francés, Emmanuel Macron, destacó que "durante todo su pontificado estuvo al lado de los más vulnerables" y aportó que "toda su vida luchó por más justicia". En la misma línea se pronunció el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, para quien el legado que deja el papa Francisco es el compromiso por la paz y la justicia social, siempre en favor de "los más vulnerables".
Francisco tuvo un rol clave como mediador en los principales conflictos mundiales. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, elogió su labor por la paz de su país y destacó que "sabía dar esperanza" y "mitigar el sufrimiento con la oración". Por su parte el presidente ruso, Vladimir Putin, destacó a Francisco como un "defensor consecuente de los elevados valores del humanismo y la justicia".
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, homenajeó al difunto papa Francisco, "un amigo fiel del pueblo palestino", según la agencia de prensa oficial Wafa. Mientras tanto el presidente de Israel, Isaac Herzog, envió sus condolencias al mundo cristiano y recordó al Papa como "un hombre de una fe profunda y una compasión sin límites".