"Mañana es mejor", un homenaje de cámara al "Artaud" de Spinetta

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Un disco que marcó una época, escuchado desde la actualidad en forma de concierto. Sin ser suficiente, podría ser esta una indicación para comprender Mañana es mejor, la re-versión de las canciones que componen Artaud, el disco que Luis Alberto Spinetta grabó, en nombre de Pescado Rabioso, en 1973. Este viernes a las 21 en el Teatro Coliseo, Artaud de Spinetta volverá a sonar, esta vez con arreglos y dirección de Adrián Iaies, al frente de un grupo de cámara, la base rítmica y la participación de los cantantes Emilio del Guercio, Deborah Dixon y Sol Liebeskind, y el bandoneonista Santiago Arias.

Mañana es mejor (nombre que sale de un verso de “Cantata de puentes amarillos”) apuesta a la vigencia de un disco a 51 años de su publicación. Es también la continuidad de un proyecto que nació en la temporada 2023 del Teatro Colón, que busca constituirse en algo más que un homenaje circunstancial. Acaso una obra sobre la obra, concebida por un músico como Iaies, que ensancha las herramientas propias de su tradición jazzera para interpretar una obra que a su vez rompió los límites del rock. “En esto de ser un extraño, tengo como un background”, bromea Iaies y recuerda que sin ser tanguero ni folklorista supo abordar ese repertorio desde su lugar de pianista de jazz.

“Es que para mí Artaud no es un disco de rock”, asegura Iaies. “Pero no por eso fui a buscarle un lado jazzero. Son canciones muy originales, con las que podía contar una historia. Sabemos que la potencia de las buenas canciones está en su generosidad. O sea, en que le permiten a un montón de intérpretes distintos hablar de ellas en primera persona. Lo que tuve claro desde un principio fue que no iba a hacer un homenaje a base de covers. Partí del amor que le tengo a ese disco y asumí los riesgos de utilizar un ensamble para evocarlo”, cuenta el arreglador. “Lo que me pasó con estas canciones es que habiéndolas escuchado un millón de veces durante muchos años, cuando me puse a transcribir todo el disco, desde la primera hasta la última nota, para comenzar el trabajo, me encontré con cosas en las que nunca había reparado, por ejemplo la cantidad de compases irregulares, que Spinetta hacía sonar con total naturalidad. Así fueron apareciendo un montón de detalles, de rincones, de recovecos sorprendentes en cada canción”, agrega Iaies.

Un doble cuarteto de cuerdas y vientos de madera, la base rítmica con guitarra, bajo y batería y cantantes de distintas procedencias son los recursos que dispuso Iaies para extender su visión de Artaud. “La idea de los dos cuartetos viene de la posibilidad de utilizar a cada uno de los músicos no solo como parte de un ensamble, sino además como solistas. Ese esquema me abrió una gran posibilidad de variables, a partir de las cuales me permití tomar riesgos”, advierte Iaies. “En una sola cosa fui muy dogmático y es que Artuad es claramente un disco de guitarra. Por eso no quise tocar el piano ni siquiera en el único tema que en el disco tiene piano, tocado por el mismo Luis, que es 'A Starosta, el idiota'", detalla. Con su piano sumará al concierto otros temas, además de los de Artaud, que conviven con esa época de Spinetta.

Del Guercio, pionero de aquellas formas criollas del rock que junto a otros estímulos y lecturas alumbraron Artaud, disco del que participó como bajista, será una de las voces de Mañana es mejor, junto a Deborah Dixon y Sol Liebeskind, cantantes crecidas por el lado del soul,el blues y el jazz. “Me gusta que Adrián no haya querido hacer covers de las canciones de Artaud. Fue una decisión muy inteligente y de alguna manera valiente. Los arreglos que hizo son muy atractivos, están muy bien escritos, suman mucho a las canciones y nos pone a los intérpretes en un lugar muy especial”, interviene Del Guercio.

“Coincido con que Artaud es un disco de guitarra. A la hora de hacerlo, creo que intuitivamente y con mucha inteligencia, Luis se abasteció él mismo con la viola, como lo hacía cuando tocaba en su casa, que lo hacía divino”, recuerda el bajista y cantante. “En eso llamó a colaborar a sus amigos de muchos años, que éramos Rodolfo García y yo, para tocar en algunos temas. Pienso que lo hizo porque sentía que nosotros le dábamos la garantía de saber cómo abordar ese lenguaje tan particular. Artaud revela ese espíritu, está hecho con esa musicalidad tan propia de Luis, eso que le brotaba de una manera muy natural. Él hizo lo que tenía ganas y por supuesto en su momento no teníamos la dimensión de lo que eso iba a producir”.

“Para mí, Artaud es un disco que no tiene antecedentes”, interviene Iaies. “En general uno estudia, se nutre estéticamente, afina las herramientas y después sale a decir algo. Spinetta es un proceso totalmente inverso: tenía algo para decir y el tipo se inventó las herramientas para decirlo. Entonces resulta que en esta música aparecen, por ejemplo, secuencias armónicas, que vos decís, esto no está en ninguno de los libros que yo tengo en casa”, se sorprende el pianista. “Por entonces escuchábamos de todo. Por supuesto levantamos el templo Beatle, pero también folklore, sobre todo el ligado al Nuevo Cancionero, y también música clásica y bastante jazz. De hecho a los 17 con Luis fuimos a ver a Ray Charles, que tocó en el Ópera, y a los 18 fuimos a ver el estreno de María de Buenos Aires, de Piazzolla”, asegura Del Guercio.

“Después no sé, quizás intuitivamente hicimos una especie de guiso con todo eso. Lo cierto es que nunca fuimos copiadores, siempre tratamos de ser originales. Incluso a veces más que originales, éramos raros. También nos estimulaban ciertas lecturas, íbamos mucho al cine. Nos nutríamos de cosas que quizá no entendíamos, pero nos quedaban dando vueltas en la cabeza. No sé si es posible explicar cómo fue saliendo todo eso, lo cierto es que Artaud es una joyita, una obra divina”, califica Del Guercio. “Si podemos hablar de Artaud en tiempo presente, es porque se dio una transmisión generacional, que no ocurrió en Argentina en años anteriores. A nuestra generación la música de los mayores no nos identificaba y hoy las nuevas generaciones siguen escuchando Artaud, y otras músicas de esa época, y a su manera las van resignificando”.

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