"Más rienda suelta para Milei"

hace 1 month 7
ARTICLE AD BOX

Impacto de un nuevo año sin Presupuesto Nacional

La nueva prórroga del presupuesto 2023 le da al Gobierno más margen para hacer y deshacer a su gusto en materia fiscal.

La segunda prórroga del Presupuesto 2023, que implica otro año más sin ley de leyes, no sólo despertó críticas en la oposición al gobierno nacional sino también entre especialistas del mundo de las finanzas públicas. Se trata de un paso más en el deterioro institucional nacional y refleja de lleno el cuadro de desintegración de los consensos mínimos al interior de los partidos políticos de la Argentina.

Nunca antes en la historia nacional se había dado el ejercicio de gobierno sin presupuesto nacional durante dos años consecutivos. Sí sucedió desde la sanción de la Ley Nº 24.156, en septiembre de 1992, que define el marco general y los aspectos procedimentales más relevantes del Sistema de Administración Financiera del Sector Público Nacional, que en otras cinco oportunidades se inició un ejercicio presupuestario sin que hubiera una Ley de Presupuesto aprobada. Pero nunca se apilaron dos períodos con esta carencia institucional.

Para Milei, implica más rienda suelta a la hora de serruchar el gasto público y direccionar partidas según sus necesidades políticas, aunque le baja el precio del ajuste ante el FMI y "el mercado".

Retroceso

"Esta circunstancia constituye un retroceso en la institucionalidad del Sector Público Nacional y refleja la imposibilidad de alcanzar los acuerdos mínimos necesarios que permitan contar con la norma más importante para la gestión anual de gobierno", advierte un comunicado publicado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera (ASAP).

En relación al impacto más concreto de gobernar sin presupuesto, el informe de ASAP destaca que "el Presupuesto incluye las autorizaciones máximas de gasto y el cálculo de los recursos para atenderlos, contempla los niveles prestacionales en términos físicos y define la meta de resultado financiero. También autoriza la emisión de nueva deuda pública, incluye el plan de obras en infraestructura, contempla disposiciones que afectan a distintos actores económicos del sector privado, establece los recursos financieros que recibirán las provincias, los municipios y las empresas públicas en concepto de transferencias, contiene pautas de evolución de los salarios públicos y de las jubilaciones y pensiones, incorpora definiciones de la política de empleo público y contempla aspectos funcionales del Estado Nacional, entre otras cuestiones".

A piacere de Milei

El economista y Director Centro de Economía Política Argentina (CEPA) explica que el resultado de gobernar sin presupuesto es "mayor discrecionalidad y menos control: de los 117,6 billones de pesos del presupuesto 2025, sólo 39,9 billones de pesos tenían partida en Presupuesto vigente 2023. En 2024 pudo ejecutar a libre albedrío 56,1 billones de pesos y podrá usar libremente en 2025 21,6 billones de pesos más. Es decir, 77,7 billones de pesos sobre 117,6 billones de pesos definidos arbitrariamente: casi el 70 por ciento de las partidas".

"¿Qué pierde el gobierno sin la aprobación del Presupuesto? La regla fiscal, que establecía el ajuste automático de partidas si no alcanzaba la plata. Esta regla era básicamente un mensaje a los mercados. Milei pudo prescindir de ese mensaje porque lo transmitió de otra forma: moliendo a palos a los jubilados que reclamaban por la recuperación de tan sólo 13.000 pesos de su magra jubilación", agrega Letcher.

En esa línea, Federico Pastrana, Director de CP Consultora, considera que "no contar con Ley de Presupuesto le da mayor discrecionalidad al gobierno, esa es la parte positiva para Milei, en un año que va a ser más apretado. Sin embargo, no tener presupuesto no da previsibilidad ante el Fondo y los acreedores internacionales, lo cual es claramente paliado por el superávit que consiguieron en 2024 y la retórica proajuste fiscal".

Leer el artículo completo