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El Gobierno nacional eliminó la presencia de veedores sectoriales para la habilitación de importación con el fin de facilitar el ingreso de mercadería al país. Lo hizo a través de la Resolución 5586/24 de AFIP, pese al anuncio de que había sido eliminada desde ayer.
La norma derogó las circulares 701/99 y 799/2000, que obligaban a tener un veedor de la industria nacional para liberar un contenedor en canal rojo cuando se importaban bienes de ese sector.
Entre los considerandos, se señaló que “en base a la experiencia recogida en la aplicación del sistema de participación de las cámaras, federaciones y asociaciones sectoriales como observadoras en los actos de verificación, conforme lo informado por las áreas operativas competentes de la Dirección General de Aduanas, ha resultado de baja concurrencia”.
Añadió que “la presente medida se orienta al logro de una gestión pública ágil, eficiente y eficaz, sin que ello desvirtúe el control aduanero y la trazabilidad de las operaciones de importación”.
La decisión es la continuación de una secuencia de medidas por las cuales se facilita la mimportación de bienes que, en definitiva, terminarán desplazando a la producción nacional sustituyéndola en el consumo. El objetivo es ponerle un techo a la suba de precios por competencia de productos importados.
En un contexto de caída prolongada en la venta de indumentaria y reducción de sus precios relativos, los industriales textiles ya vienen criticando la decisión del Gobierno Nacional de flexibilizar las normas para importar ropa. Desde la Fundación ProTejer mencionaron cuatro medidas eliminadas recientemente que consideraban imprescindibles para la protección de la industria:
* El fin del estampillado verde para los productos que ingresan desde el exterior
* El fin de los valores de referencia para las exportaciones
* La eliminación de los valores criterio para las importaciones
* Y, ahora, el fin de la utilización deveedores externos en los despachos de importación.
En detalle, los valores criterio son precios de referencia establecidos en base al valor agregado y a un análisis cuantitativo de los precios de comercialización en el mercado internacional, así como los valores de referencia de exportación. Con estas herramientas, según ProTejer, la Aduana podía verificar que las operaciones se realizaran a precios de mercado, evitando maniobras de sobrevaloración o subfacturación.
En cuanto a los veedores de aduana, cabe destacar que eran profesionales enviados por entidades del sector privado para presenciar y verificar el cumplimiento de los procedimientos y normas en una operación comercial, lo cual se considera que contribuía a una mayor transparencia institucional.
Luego de la oficialización de dichas medidas, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger las defendió argumentando que "se verán favorecidas las pequeñas y medianas empresas", porque hasta ahora solo se beneficiaba "a la casta en forma explícita. Este era un típico ejemplo del sobrecosto argentino, pero las resoluciones de la AFIP van a mejorar el tipo de cambio".
Sin embargo, no es eso lo que opinan las organizaciones de industiales pymes. El presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria, Claudio Drescher, advirtió pocos días atrás que, "más que desregulaciones son desorientaciones del Gobierno. Nosotros estamos en desacuerdo con todo tipo de proteccionismo, pero estas medidas, en vez de ser modernas y generar un avance, provocan un retroceso".
"Es muy importante una administración del comercio inteligente. No tener precios de referencia es un absurdo ya que se pueden importar prendas a cualquier valor, incluso menor al costo, porque son sobrantes que han pasado varios procesos de liquidación y no se venden. Son directamente precios de descarte, ridículos. Las empresas usan países periféricos para vender prendas inservibles, que les molestan en los depósitos, a precio vil. Entonces ocupan un espacio en el mercado con precios irreales que no corresponde", subrayó.