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El exfiscal general Germán Moldes murió este martes, a los 77 años. Fue, durante más de dos décadas, un emblema de Comodoro Py; era el único fiscal ante la Cámara Federal porteña. Concentraba, como tal, un enorme poder y ejercía una influencia fuerte sobre muchos de los fiscales del fuero federal.
El funcionario judicial había sido sometido a una cirugía para desobstruir de su arteria carótida derecha.
Moldes había renunciado a su cargo en septiembre de 2019, después de ser operado por una obstrucción en la carótida. Desde entonces, estaba jubilado. Durante el kirchnerismo encabezó la resistencia contra la procuradora Alejandra Gils Carbó, que nunca tuvo una buena relación con los fiscales de Comodoro Py. Cuando ella fue nombrada, Moldes se propuso no dejarla hacer pie en el edificio.
Quién fue Germán Moldes
El ex fiscal fue reconocido públicamente por haber sido uno de los principales organizadores de la multitudinaria marcha tras la muerte del fiscal Alberto Nisman del 18 de febrero. Aquella que fue denominada "marcha del silencio" y que se desarrolló bajo una lluvia torrencial.
En 2018, luego de que Carlos Stornelli y Carlos Rívolo apelaran el fallo del juez Claudio Bonadio en la causa conocida como los cuadernos de las coimas, el entonces fiscal ante la Cámara de Apelaciones respaldó ese reclamo y pidió que se ratifique la acusación contra Cristina Kirchner como jefa de la asociación ilícita.
De carrera judicial, fue nombrado fiscal por Carlos Menem. Moldes había sido además funcionario de su gobierno; fue secretario de Población de José Luis Manzano en el Ministerio del Interior.
Volvió al Poder Judicial en 1994, cuando lo nombraron fiscal ante los Tribunales Orales en lo Penal Económico de la Capital. En mayo de 1995, fue designado a cargo de la fiscalía ante la Cámara Federal en reemplazo de Gustavo Hornos, que había sido ascendido a camarista de Casación.
Como único fiscal ante la Cámara Federal, a Moldes le correspondía decidir si mantenía o desistía las apelaciones de los fiscales de primera instancia contra los fallos de los doce jueces de Comodoro Py, con las causas más sensibles para el poder político. También tenía la atribución de recurrir -o no- los fallos de ese tribunal ante la Cámara Federal de Casación, máxima instancia penal.
De una presencia imponente, Moldes disfrutaba el ejercicio del poder. Siempre tuvo nexos con la política y su ascendencia en Comodoro Py era tal que había fiscales de primera instancia que le llevaban sus dictámenes para que los revisara antes de presentarlos.
“Quédese tranquilo, yo no llegué por concurso”, decía un papel impreso que tenía en un tarjetero, sobre su escritorio. Fue de allí que tomó la frase Claudio Bonadio, que mandó a imprimirla en un chapa que tenía, él también, en su despacho de juez federal. Bajo el vidrio del escritorio de Moldes, a su derecha, se leía una copia de un párrafo de La Eneida: “También murió Patroclo, que harto más que tú valía”.
Estaba casado con Indiana Pena, que fue defensora pública en la justicia civil y hoy está jubilada. Tenía cuatro hijos: Manuel, Juan, Carolina y Amparo.
Sus restos serán velados hoy, desde las 17, en O’Higgins 2842. La ceremonia de inhumación será mañana, a las 10, en el Parque Memorial de Pilar.
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