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De anunciar inversiones a cerrar las persianas en apenas unos meses
La alimenticia expresó que el cierre -por ahora, temporario- de sus persianas tiene lugar en la baja del consumo. Pero se suma a la ola de distintas empresas (desde Nissan hasta Puma) que no soportan el esquema planeado por Economía
Nissan, General Motors, Puma, Sancor y, ahora, Nestlé. Las grandes empresas que anuncian medidas de achique por la caída de las ventas en el mercado interno (sumado a la apertura de las importaciones) y así, de a poco, la crisis va alcanzando a todos los sectores de la economía. La multinacional alimenticia anunció que frenará sus operaciones en marzo, y sus 183 trabajadores deberán tomar vacaciones forzadas. El suspensión afectará a la ciudad de Villa Nueva, Córdoba, donde Javier Milei ganó la segunda vuelta electoral con el 68 por ciento de los votos. En la provincia, en tanto, el porcentaje fue aún mayor.
Nestlé, que cumple 95 años de actividad en la Argentina, explicó que "se está programando la suspensión temporaria de la producción durante marzo" debido a la "necesidad de reducir los volúmenes de producción principalmente por una baja en las exportaciones" y una "adecuación a la demanda local", o sea, una caída del consumo de alimentos en el mercado interno.
"La planta está procediendo a realizar la asignación pendiente del goce de vacaciones a sus colaboradores, correspondiente al período de 2024, e informándoselos con los 45 días de anticipación requeridos por la legislación vigente", argumentó la multinacional suiza. Los 183 operarios de la ciudad cordobesa de Villa Nueva deberán esperar en casa o fuera de temporada la vuelta al trabajo.
En el período 2022-2024, Nestlé había anunciado que realizaría inversiones por 120 millones de dólares para "incrementar sus exportaciones, ampliar su infraestructura y trabajar en sustentabilidad y agricultura regenerativa". Sin embargo, tras el primer año de Javier Milei, la baja del consumo durante el año pasado, las ventas cayeron en casi todas las unidades del negocio.
Por otro lado, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), reconoció un "sobrestock" de productos por "las dificultades para colocarlos en el mercado ante un panorama de baja demanda" y adelantaron que esperan intermediación del Ministerio de Trabajo de Córdoba, a cargo de Omar Sereno, para alcanzar un acuerdo que no ponga en riesgo los puestos de trabajo.