Nicolás Francella habló sobre su nueva película junto a Jean Reno: "El hecho de ver a un pingüino es un desafío"

Si hay algo que demostró Nicolás Francella a lo largo de los años es su versatilidad a la hora de estar frente a cámara. Con mucha facilidad puede pasar de hacer personajes enloquecedores y hasta sofocantes como el que hizo en "En la mira" o convertirse en un biólogo marino con una mente sorprendente y encantado por los pingüinos.

Y eso mismo fue lo que sucedió en "Mi amigo el pingüino", la nueva película que se estrenará este próximo jueves 12 de agosto y es una historia emocionante, tierna y atrapante.

"Mi amigo el pingüino" está protagonizada por Jean Reno y Adriana Barraza, mientras que Nicolás Francella se desempeña como uno de los personajes secundarios, pero de los más importantes. Aunque, para conocer mejor el papel que interpretó, fue él mismo quien habló de cómo fue la composición de este biólogo en la que trabajó con pingüinos reales y grabó en la patagonia del país. En una entrevista exclusiva con minutouno.com explicó cómo fue, para él, formar parte de este film, los mayores desafíos y más.

La entrevista completa con Nicolás Francella

Sinopsis oficial de "Mi amigo el pingüino"

Inspirada en una historia real, llega una encantadora aventura sobre un pequeño pingüino perdido que, después de ser rescatado de un derrame de petróleo, transforma la vida y el alma de un pescador brasileño desconsolado. El pingüino y el pescador se convierten en amigos improbables, tan unidos que ni siquiera el vasto océano puede separarlos.

"Mi amigo el pingüino", un desafío plagado de emociones

Las mascotas siempre se convierten en el mejor amigo de los humanos, sin importar la raza. Pero, cuando hablamos de un animal del océano es, quizás, un poco más difícil. Sin embargo, "Mi amigo el pingüino" es de esas películas que consiguen demostrar que nunca hay que juzgar un libro por su portada. Con un nivel emocionante de compañerismo, devoción y encanto, esta historia que, por si esto fuera poco, está inspirada en un hecho real, sabe cómo mostrar las profundidades de una relación que crece a medida con los propios protagonistas y su desarrollo.

Porque, más allá de lo técnico, donde todo es fascinante y a nivel visual es un encanto, lo que seduce en todo momento es la relación que se forja gracias a un hecho de simple humanidad. Sin dudas, una historia para aprender de la bondad, pero también de cómo el dolor de una pérdida puede afectar las decisiones que uno toma.

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