Pase de magia con los subsidios

Asociaciones de defensa de usuarios y consumidores denunciaron que las facturas de luz y de gas están llegando con errores en la categoría de usuarios: clientes N3 (de ingresos medios) fueron tabulados como N1 (de altos ingresos) y perdieron íntegramente los subsidios. La Secretaría de Energía está recibiendo cientos de quejas similares, pero ellos argumentan tener las bases de datos corregidas: el error es de la distribuidora, que emite la factura, dicen.

De acuerdo a la denuncia realizada por las asociaciones de usuarios, hay un cortocircuito entre la información de la Secretaría de Energía de la Nación, dependiente del Ministerio de Economía, y las bases de las empresas distribuidoras que son las encargadas de emitir las facturas de los servicios. Cuando un usuario llama al 0-800 de la Secretaría para reclamar, luego de una larga espera que insume paciencia, le reconocen que está bien categorizado. Según sus datos, Federico que integra la Unión de Usuarios y Consumidores, pertenece al segmento N3 de usuarios aunque recibió su factura de gas recategorizado en N1.

“En nuestro sistema estás bien categorizado, debe ser un problema de Metrogas”, le dijeron. Pero además le confiaron que están recibiendo cientos de quejas similares, de usuarios que son N3 pero recibieron facturas de luz y de gas como N1. Desde la Secretaría además comprobaron que estos usuarios estaban adecuadamente categorizados en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Esta situación se da en un contexto donde la Secretaría de Energía suspendió la actualización de los cuadros tarifarios de las empresas transportistas y distribuidoras, a mediados de octubre, y la noticia no cayó bien en el sector.

Los cambios en los montos de facturación en general no son especialmente cuantiosos, además se compara con la última factura de luz y gas en período invernal y de mayor consumo, pero “son esas pequeñas ventajitas que si las multiplicás por cientos de miles de usuarios hacen una diferencia importante, es dinero que se llevan de arriba las distribuidoras”, advierte Claudio Boada, titular de la Unión de Usuarios y Consumidores. En su caso también recibió una factura de luz de Edenor donde lo categorizaban como usuario N3, sin subsidio, y él es N1.

Es un hecho que los argentinos revisan poco las facturas. Y que desde hace tiempo las empresas proveedoras de servicios públicos –y también las telefónicas, proveedoras de internet y del servicio de televisión por cable- renunciaron por completo a enviar las facturas a domicilio, cambiaron por facturas digitales que pocas veces llegan al mail si son añadidas al homebanking o se pagan desde la app del servicio. Además se publican con mucha antelación de modo que usuarios desprevenidos dejando dinero en la app o pagando anticipadamente, de vuelta, permite a las compañías hacerse una diferencia bastante razonable.

“Ese dinero lo invierten en opciones financieras, al igual que las apps de billeteras virtuales, por ejemplo, y con esas ganancias financian algunos descuentos que ofrecen para hacer más tentador el servicio”, aclara Boada.

Respecto de las facturas, la categoría de usuario en el servicio está escrita al final de la misma, en letra muy pequeña que es difícil de ver. Por esa razón la Unión de Usuarios y Consumidores está realizando encuentros con vecinos para disipar dudas y ayudarles a leer las facturas. El próximo martes se reunirán en el Café Librería La Palabra a las 18hs, a la vuelta de la legislatura porteña, y también participarán del Apagón masivo el jueves 31 de octubre de 21 a 21.10hs.

Por último, respecto al RASE desde la Unión denuncian que se anotaron apenas 300.000 usuarios N2 mientras que estaba abierta la convocatoria para 1,7 millones de personas. Igualmente los casos que denuncian no son de estos usuarios –que si ya percibían la tarifa social se mantenía automáticamente- sino de los N3 pasando a N1.

En la base inferior de la factura de energía eléctrica, en un recuadro llamado Información al Cliente, puede leerse una parte llamada “subsidio del estado nacional” que permite identificar el tipo de usuario. De momento las asociaciones de defensa no contemplan medidas para poner sobre la mesa la discusión del RASE.