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Cómo funciona y quiénes se benefician de la bicicleta financiera de la dupla Milei-Caputo
Las estrategias de carry trade son operaciones financieras a partir de las cuales se desarman tenencias en dólares (propias o provenientes del crédito) y se invierte lo obtenido en instrumentos que rinden una tasa de interés en pesos (con o sin cobertura cambiaria), para finalmente desandar el camino realizado y obtener una ganancia mayor en dólares.
“El éxito del blanqueo permitió al gobierno despejar la incertidumbre cambiaria de corto plazo e iniciar un nuevo ciclo de bonanza financiera”. Así lo indicó uno de los últimos informes de la consultora c-p en el que se analiza el carry trade de esta segunda mitad del año. El documento pone en duda la posibilidad de sostener la bicicleta financiera hacia adelante. El gobierno se encuentra en una encrucijada porque una devaluación del tipo de cambio provocaría un salto de la inflación y el inicio de un ciclo vicioso con los precios.
“Los más de 13 mil millones de dólares que ingresaron al sistema financiero local desde mediados de agosto aportaron (y seguirán aportando) una oferta de dólares que compensa los malos resultados cambiarios esperados para esta parte del año”, señaló el informe.
Se mencionó que “los nuevos depósitos en dólares se canalizan a operaciones (crédito bancario, emisión de obligaciones negociables y otras operaciones financieras) que, en tanto deben liquidarse en el mercado de cambios oficial, aportan oferta de dólares y mejoran el resultado del Banco Central”. El resultado fue que entre agosto y octubre la autoridad monetaria compró 2154 millones de dólares, una cifra muy por encima de las proyecciones y promedios del período (la mayor durante el mes de octubre).
Esta situación permitió estabilizar el tipo de cambio y generó un efecto virtuoso para los activos bursátiles. Subieron los bonos soberanos, bajó fuerte el riesgo país y saltaron los precios de las acciones. Se trata de un contexto en el que volvieron las especulaciones de corto plazo apostando a la tasa de interés y la apreciación del dólar. Es decir, el carry trade.
“En septiembre los datos del balance cambiario ratifican el crecimiento de las operaciones de carry trade sobre el mercado oficial. Se registraron pagos de importación menores a los esperados, reactivación de las operaciones de crédito en moneda extranjera de entidades locales y vía mercado de capitales local y operaciones de las propias entidades financieras para aprovechar los rendimientos en pesos”, aseguró la consultora.
Se agregó que la percepción de estabilidad cambiaria incentiva también la mayor liquidación de exportaciones del sector agropecuario para aprovechar la tasa de interés.
A su vez, se mencionó que los datos oficiales anticipan para octubre que estos procesos se potenciaron significativamente. “La emisión de obligaciones negociables denominadas en dólares alcanzó un máximo de casi 2500 millones de dólares. Lo recaudado por estas operaciones debe liquidarse en el mercado oficial si las empresas pretenden tener acceso a comprar los dólares para su repago al vencimiento”, indicó el documento.
En tanto, las liquidaciones del sector agropecuario alcanzaron un récord también de 2500 millones de dólares para el mes (aun descontando las ventas en el CCL) y anticipan un fuerte crecimiento de la prefinanciación de exportaciones. De esta forma, se explican los más de 1500 millones que compró el Banco Central en el mes.
“Las estrategias vinculadas al aprovechamiento de oportunidades de carry trade se extienden a gran parte de las operaciones cambiarias”, afirmó el informe. Aseguró que las estrategias de carry trade son operaciones financieras a partir de las cuales se desarman tenencias en dólares (propias o provenientes del crédito) y se invierte lo obtenido en instrumentos que rinden una tasa de interés en pesos (con o sin cobertura cambiaria), para finalmente desandar el camino realizado y obtener una ganancia mayor en dólares.
En otras palabras, este ciclo que actualmente parece de bonanza financiera tendrá un punto en el que los inversores comenzará a salir para concretar sus ganancias. En ese momento se pone en riesgo la estabilidad cambiaria, podría haber devaluación y, como consecuencia, un nuevo salto en los precios. Sería el golpe de gracia a todo el esquema del equipo económico.
“Evitar que se interrumpa el ciclo financiero requiere garantizar la estabilidad del dólar. En este contexto, el sostenimiento del status quo cambiario pasa a ser un objetivo doblemente importante para el gobierno. Se trata no solo del corazón de su estrategia de desinflación, sino también financiera”, se planteó en el documento. Esta es justamente la pregunta del millón. ¿Cómo conseguirá el gobierno convencer a los inversores de corto plazo de mantener sus apuestas en pesos en lugar de asegurarse sus ganancias volviendo a dólar?