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Al calor de la crisis económica, se moldean los hábitos de consumo de la población. Uno de los perdedores es el tradicional asado: según una encuesta realizada por la firma Moiguer, el 71 por ciento de los consultados dejó de hacer asados en familia. En esta tesitura también aparece el consumo de gaseosas, las salidas nocturnas, tomar un café en un bar y la compra de golosinas en el kiosko, entre otras cosas.
De acuerdo a la consultora Moiguer, el 65 por ciento de los encuestados tuvo que restringir sus consumos cotidianos en medio de la crisis. El 71 por ciento de los consultados dejó de hacer asados en familia; el 61 por ciento suspendió salidas en pareja o en familia; el 58 por ciento canceló ir a tomar un café o un helado; el 56 por ciento ya no compra golosinas y el 55 por ciento dejó de comprar gaseosas. Además, la encuesta también arrojó que el 51 por ciento evalúa negativamente la situación del país y el 43 por ciento percibe que la posibilidad de crisis es alta.
Según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), en los primeros nueve meses del año, el consumo interno de carne vacuna disminuyó un 11,3 por ciento en comparación con el mismo período del 2023, alcanzando 1.646 millones de toneladas de res con hueso (tn r/c/h) en lo que va del año.
La medición per cápita, es decir ajustada por cantidad de población, es incluso peor: "El consumo aparente de carne vacuna per cápita promedió 46,8 kilos por persona en los primeros nueve meses de 2024, lo que representa una disminución del 12,3 por ciento respecto al mismo período de 2023, equivalente a una baja de 6,6 kilos por habitante", detalla el informe. Se trata del nivel de consumo más bajo de los últimos 26 años.
Cambio de hábitos
De acuerdo con el trabajo de Moiguer, el 48 por ciento de los argentinos considera que la capacidad de consumo de su hogar está peor o mucho peor que antes y el 62 por ciento interpreta que los ingresos de su hogar están por debajo de la inflación. Además, el 48 por ciento tuvo que utilizar sus ahorros para pagar gastos cotidianos y un 52 por ciento de los consultados ha contraído deudas.
En cuanto a las características que toma el consumo en este contexto de crisis, el 41 por ciento de los consultados dice no haber realizado gastos suntuarios, lo que incluye golosinas, chocolates, caramelos o alguna gaseosa. Y el 83 por ciento de los argentinos ha reducido o eliminado la compra de los productos habituales.
"En términos generales, los cambios son a categorías y productos más básicos. Sobre marcas, no hay grandes cambios, han perdido algo las primeras en relación a las de mejor precio", comenta Osvaldo Del Río, director de Scentia. En su último informe, dicha consultora mostró que la caída del consumo masivo en supermercados y autoservicios independientes de septiembre fue del 22,3 por ciento. "Esta contracción en las ventas es común a todas las canastas y sin grandes diferencias entre canales", dice Scentia, aunque destaca las bajas en alfajores, bombones, chupetines, cigarrillos y postres (-37,2 por ciento), bebidas con alcohol (-30,7) e higiene y cosmética (-28,3 por ciento).
En tanto, un reciente estudio realizado por in-Store Media marca que el 47 por ciento de los consumidores dejó de comprar productos de marcas reconocidas, optando en cambio por segundas o terceras marcas para reducir sus gastos. “Las promociones continúan siendo un factor decisivo, con el 68 por ciento de los consumidores cambiando su elección inicial cuando encuentran descuentos”, indica.
Asimismo, el 41 por ciento de los encuestados aseguró que hace menos compras por placer, el 27 por ciento dice que compra menos y el 23 por ciento, que ha dejado incluso de comprar algunos productos esenciales.
Por otro lado, el último informe de la consultora Nielsen IQ advierte que "el consumo masivo en la Argentina sigue en caída, con una baja del 17,1 por ciento en comparación interanual". Dentro del rubro de bebidas, la contracción es del 17,5 por ciento, con las bebidas alcohólicas mostrando un descenso del 26,5 por ciento y las no alcohólicas, del 13,9 por ciento. En tanto, alimentos cae al 17,1 por ciento, mientras que cuidado personal y limpieza lo hacen al 16,3 por ciento. "En nivel de consumo, hoy estamos a niveles per cápita similares a los de 2004 o 2005", resume el informe.