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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que bloqueará la adquisición de la acerera estadounidense US Steel por parte de la empresa japonesa Nippon Steel, una operación de 14.900 millones de dólares, incluidas las deudas. Durante la campaña electoral Trump ya había prometido bloquear la operación como parte de sus políticas proteccionistas, pero es la primera vez que habla del tema tras su victoria en las elecciones del pasado 5 de noviembre.
"Impediré que este acuerdo suceda"
"Estoy totalmente en contra de que la otrora grande y poderosa US Steel sea comprada por una empresa extranjera, en este caso Nippon Steel de Japón", escribió Trump en su plataforma Truth Social. "A través de una serie de incentivos fiscales y aranceles, haremos que el acero estadounidense sea fuerte y grande de nuevo, ¡y sucederá rápido! Como presidente, impediré que este acuerdo suceda. ¡Cuidado con el comprador!", agregó el magnate republicano.
Tras el anuncio de Trump, las acciones de US Steel bajaron este martes casi un ocho por ciento. La debilitada acerera estadounidense argumentó que necesita el acuerdo de venta alcanzado en diciembre del año pasado con Nippon para garantizar una inversión suficiente en sus plantas de Mon Valley, en Pensilvania, que podrían cerrar, alega, si se bloquea la operación. La empresa japonesa insistió tras los mensajes de Trump que está "determinada a proteger y desarrollar US Steel de manera que refuerce la industria estadounidense, la resistencia de la cadena de suministro nacional y la seguridad nacional" del país.
En un comunicado, Nippon Steel agregó: "Invertiremos no menos de 2.700 millones en sus instalaciones, introduciremos nuestra innovación tecnológica de clase mundial y aseguraremos los trabajos sindicalizados para que los trabajadores siderúrgicos estadounidenses de US Steel puedan fabricar los productos de acero más avanzados para los clientes estadounidenses".
Días después de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, la empresa japonesa aseguró que esperaba cerrar la adquisición este año, antes de que Joe Biden sea reemplazado por Trump en la Casa Blanca el 20 de enero. Pero el mandatario demócrata también se opuso al acuerdo, al afirmar que es "vital" para US Steel "seguir siendo una empresa siderúrgica estadounidense de propiedad y gestión nacional".
La venta está bajo revisión de un organismo dirigido por su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que audita las adquisiciones foráneas de empresas estadounidenses, denominado Comité de Inversiones Extranjeras. Este organismo tiene potestad para aprobar, bloquear o modificar el acuerdo por motivos de seguridad nacional, o remitirlo al presidente para que tome una decisión. En septiembre la administración Biden amplió su análisis, aplazando la conclusión del delicado acuerdo hasta después de las presidenciales.
En una presentación de resultados de Nippon Steel del 7 de noviembre, la compañía asiática afirmó que preveía que la transacción se cierre durante "el año natural 2024", a la espera de una revisión de las autoridades de Seguridad Nacional estadounidenses. "A menos que la situación cambie drásticamente, creo que la conclusión se producirá a finales de año" durante el mandato de Biden, declaró a la prensa el vicepresidente de la firma japonesa, Takahiro Mori.
El proteccionismo de Trump
En campaña Trump prometió instaurar políticas económicas proteccionistas para ayudar a las empresas estadounidenses, incluidas amenazas de reiniciar una guerra comercial con China, la segunda economía mundial. En particular se mostró varias veces en contra de la venta de US Steel. El vicepresidente electo J.D. Vance también lideró la oposición a la adquisición en el Senado, donde el acuerdo fue criticado tanto por republicanos como por demócratas.
Analistas habían sugerido que la postura de Trump sobre la operación a favor de Nippon Steel se suavizaría una vez pasadas las elecciones, pero el anuncio de este lunes desmonta esa posibilidad. Importantes grupos empresariales japoneses y estadounidenses instaron a Yellen a no sucumbir a la presión política a la hora de revisar el movimiento empresarial. El mes pasado el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, escribió a Biden pidiéndole que apruebe la transacción, según fuentes consultadas.
El sindicato de trabajadores siderúrgicos de Estados Unidos se opuso al acuerdo y criticó un fallo de septiembre de los árbitros de la operación, según el cual Nippon había demostrado que puede asumir las obligaciones contractuales de US Steel. En septiembre, sin embargo, algunos operarios de US Steel se manifestaron a favor del pacto, al argumentar que ayudaría a mantener abiertas las plantas.
Nippon Steel contrató al exsecretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien sirvió en la administración Trump de 2017 a 2021, como consultor para colaborar haciendo lobby a favor del acuerdo. Takahiro Mori dijo que la compañía debería establecer vínculos estrechos con la administración entrante, sugiriendo que el acuerdo estaría en línea con el objetivo de Trump de atraer inversiones.
Trump impuso durante su primer mandato aranceles a las importaciones de acero y aluminio que Biden mantuvo e incluso aumentó. US Steel tiene una capacidad de producción anual de alrededor de 20 millones de toneladas métricas, mientras que Nippon Steel es el principal productor de acero en Japón y el cuarto mayor fabricante de acero del mundo.