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Las relaciones entre Estados Unidos y Canadá alcanzaron este martes su pico máximo de tensión luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara nuevos aranceles del 50 por ciento sobre el acero y el aluminio canadiense, amenazara con cerrar la industria automotriz canadiense e insistiera en que el país vecino se convierta en el "estado 51" de Estados Unidos. Sin embargo, al final del día, el mandatario dio marcha atrás con la implementación de esos aranceles adicionales después de que el gobernador de Ontario, Doug Ford, suspendiera el aumento del 25 por ciento en el precio de la electricidad que esa provincia exporta a territorio estadounidense.
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, confirmó en una rueda de prensa la decisión de Trump de descartar el aumento en los aranceles al acero y el aluminio canadienses, después de que Ford anunciara que suspendía temporalmente su medida sobre la exportación de electricidad, argumentando que el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, decidió retomar el diálogo. Por su parte, Trump señaló en un evento en la Casa Blanca, junto al dueño de Tesla y SpaceX, Elon Musk: "Había un señor muy fuerte en Canadá que dijo que iba a imponer a nuestro país impuestos y costos a la electricidad y hemos sido informados hace poco de que no lo va a hacer".
La medida de Ontario
Trump había dicho que el incremento de los aranceles a su país vecino era una respuesta a la decisión inicial de Ontario de subir el precio de la electricidad que llega a Estados Unidos. "Ordené a mi secretario de Comercio que añada un arancel adicional del 25 por ciento, hasta el 50 por ciento, sobre todo el acero y aluminio que llegue a Estados Unidos desde Canadá, uno de los países que más aranceles impone en todo el mundo", escribió Trump en su red social, Truth Social.
Estaba ya previsto que este miércoles entrarán en vigor aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio de todos los países, lo que afectará especialmente a Canadá y México, los principales exportadores de metales a Estados Unidos, además de otras naciones como Brasil, Japón, el Reino Unido o la Unión Europea (UE). Trump añadió que de haberse concretado la medida de la provincia canadiense, iba a declarar una "emergencia nacional sobre la electricidad" en la zona afectada por el recargo impuesto, puesto que la suba de precios iba a repercutirá en 1,5 millones de hogares en los estados de Nueva York, Míchigan y Minnesota.
Antes de dar marcha atrás con el aumento del precio de la electricidad, el jefe de Gobierno de Ontario afirmó que si hay una recesión producto del conflicto entre los dos países será culpa Trump, y amenazó con cortar la electricidad suministrada a Estados Unidos si el republicano continúa aplicando aranceles. "Si entramos en recesión, se llamará la recesión de Trump", aseguró Ford en una entrevista en el programa "Money Movers" de la cadena CNBC. "Es lo último que quiero hacer, pero mientras Trump siga perjudicando a las familias canadienses, a las familias de Ontario, no dudaré en cortar la electricidad a Estados Unidos", advirtió en un primer momento.
Un aumento del precio de la electricidad de Ontario a Estados Unidos le permitiría a la provincia recaudar entre 300.000 y 400.000 dólares canadienses (207.000 y 277.000 dólares estadounidenses) adicionales al día. Es la provincia más poblada de Canadá y el centro del sector manufacturero (concentra todas las plantas de montaje de autos del país). También ha adoptado represalias contra productos estadounidenses independientemente de las decididas por el Ejecutivo federal. "La única solución es abandonar esta guerra comercial, porque eso fortalecerá a ambos países", sostuvo el gobernador Ford. "Somos su cliente más importante, compramos más productos estadounidenses que cualquier otro país en el mundo", agregó.
La postura de Canadá
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, apuntó en su conferencia de prensa diaria que Trump aún no ha hablado con el nuevo líder del Partido Liberal de Canadá, Mark Carney, y futuro primer ministro de ese país, pero dijo que su teléfono está siempre abierto a los líderes que quieran ponerse en contacto con él. "El presidente está respondiendo al hecho de que Canadá se ha estado aprovechando de Estados Unidos y de los estadounidenses durante décadas. Ha dejado muy claro que Canadá haría bien en no cortar la electricidad y esperamos que eso suceda", señaló Leavitt.
Al margen del caso de Ontario, Carney prometió que la respuesta de su país cuando tome el poder tendrá "un impacto máximo sobre Estados Unidos y un impacto mínimo en Canadá". "Mantendremos nuestros aranceles hasta que los estadounidenses nos muestren respeto y asuman compromisos creíbles y confiables en favor de un comercio libre e igualitario", declaró, en un mensaje en sus redes sociales.
Tras ganar las elecciones del domingo, el futuro primer ministro canadiense adoptó un tono desafiante al afirmar que su país nunca formará parte de Estados Unidos. "Que los estadounidenses no se engañen. En el comercio como en el hockey, Canadá ganará", aseguró.
Amenaza con aranceles al sector automotor
El magnate republicano también ha amenazado en Truth Social con incrementar principalmente los aranceles a los autos y partes que entren en Estados Unidos a partir del 2 de abril si Canadá no elimina los aranceles que mantiene sobre productos estadounidenses. Trump argumentó que los aranceles a la industria automotriz cerrarían permanentemente el negocio de fabricación de autos en Canadá. "¡Esos autos pueden fabricarse fácilmente en Estados Unidos!", exclamó.
El presidente ya había anunciado el 4 de marzo aranceles del 25 por ciento a las importaciones procedentes de Canadá y México, aunque decidió establecer dos excepciones: una para los bienes y servicios cubiertos por el tratado de libre comercio T-MEC y otra para el sector automotriz de ambos países. La decisión de eximir está última se produjo a petición de los principales fabricantes estadounidenses —General Motors, Ford y Stellantis—, que ensamblan vehículos en México y Canadá y temen verse afectados económicamente, ya que muchos autos cruzan varias veces la frontera antes de ser finalmente ensamblados.
Aranceles canadienses sobre productos lácteos
Para no imponer aranceles al sector automotor, Trump exigió que Canadá elimine los aranceles que aplica a productos estadounidenses y citó especialmente el arancel antiagrícola contra Estados Unidos de entre el 250 por ciento y el 390 por ciento sobre diversos productos lácteos estadounidenses, considerado desde hace tiempo por el mandatario como escandaloso. Canadá mantiene aranceles superiores al 200 por ciento sobre productos lácteos importados desde Estados Unidos, pero solo se aplican cuando se supera una determinada cuota anual, acordada previamente por ambos países.
El mensaje de Donald Trump incluyó duras críticas a Canadá por pagar muy poco en materia de seguridad nacional, al tiempo que reiteró su conocida amenaza de anexionar el país para que se convierta en el estado 51 de Estados Unidos. "Esto haría desaparecer todos los aranceles y todo lo demás", escribió. "La línea artificial de separación trazada hace muchos años desaparecerá por fin, y tendremos la nación más segura y hermosa del mundo. Su brillante himno, 'O Canadá' seguirá sonando, pero ahora representando a un gran y poderoso ESTADO dentro de la mayor nación que el mundo haya visto jamás", añadió.
Las amenazas de anexión del mandatario estadounidense han generado un amplio rechazo en el país vecino, donde muchos canadienses han respondido con el lema: "Canadá no está en venta".