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Polémica por el avance de la inteligencia artificial en el campo del arte
El retrato de Alan Turig, subastado por Sotheby's, fue creado por el primer robot humanoide del mundo capaz de pintar y crear de forma autónoma.
La casa Sotheby's vendió una obra de arte por encima del millón de dólares. La noticia sería banal, dado que el mercado del arte ofrece cifras siderales, si no fuera porque se trata de una pintura hecha por un robot. Es la primera vez que se vende una obra de un robot por encima del millón de dólares.
Se pagó 1,08 millones de dólares, lo cual marca el enrome interés, ya que la tasación inicial en la subasta era de 180 mil dólares. La obra en cuestión es A. I. God, creada por el robot humanoide Ai-Da.
La robot fue fabricada por Aidan Meller, que la definió como “la artista perfecta para discutir los desarrollos actuales de la tecnología y su legado”, Según su creador, "invita a la audiencia a reflexionar sobre la naturaleza divina de la Inteligencia Artificial y la informática”.
A. I. God es una pieza de 2,2 metros que muestra un primer plano del rostro y de un ojo de Alan Turing, el padre de la informática, un hombre clave para desentrañar los códigos de la aviación nazi en la Segunda Guerra Mundial y que se suicidó en 1954, perseguido por su condición de homosexual.
La obra se integra en un políptico de cinco paneles que Ai-Da presentó a principios de 2024 en la Cumbre Global AI for Good en Ginebra. Allí también mostró una pintura de Ada Lovelace, que inspiró el nombre de Ai-Da. Lovelace fue una destacada matemática del siglo XIX, hija del poeta Lord Byron y considerada una pionera de la computación, ya que fue la primera programadora.
La robot se nutre de varias influencias, como Pablo Picasso y Doris Salcedo. Meller remarcó que los “tonos apagados y los planos faciales rotos” del cuadro subastado evocan los desafíos anticipados por Turing en los años 50 sobre la gestión de la inteligencia artificial.
Ai-Da participó en la Bienal de Venecia de 2022 con una exhibición que exploró la relación entre experiencia humana y tecnología. Con su obra se abre el debate sobre el futuro del arte y la creatividad humana, ya que es el primer robot humanoide hiperrealista del mundo capaz de pintar y crear arte de forma autónoma.