Una familia porteña de clase media necesitó más de $1.400.000 en julio para solventar sus gastos

Mientras el gobierno de Javier Milei anticipa que vetará la reforma a la fórmula de movilidad jubilatoria que buscaba llevar un poco de alivio a jubilados y pensionados, otro de los sectores que viene soportando sobre sus espaldas el peso del ajuste impulsado desde la Casa Rosada, es la clase media.

Así lo dejó en evidencia el último informe del Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) que advierte que una familia tipo de la Ciudad de Buenos Aires necesitó en julio pasado ingresos por al menos 1.409.288,20 pesos para poder solventar el costo de la canasta de productos y servicios de la clase media.

De ese monto total, 922.841,59 pesos, es decir el 66% del costo de la canasta, fueron destinados para pagar los servicios básicos para el hogar.

De acuerdo con el CESyAC se precisaron además al menos 486.446,61 pesos (el 34% restante de la canasta) para contar con productos de consumo masivo.

El informe señala además que una familia tipo de clase media necesitó en julio 46.976,27 pesos diarios para solventar sus necesidades de los cuales 16.214,89 pesos se destinaron a adquirir productos de consumo masivo y 30.761,38 pesos para contratar los servicios básicos del hogar.

En julio, el costo de esta canasta básica de la clase media de la Ciudad de Buenos Aires se encareció un 4,21%, es decir apenas por encima del nivel general de la inflación medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para es mismo mes y que fue del 4%.

En tanto el incremento de precios de los productos y servicios de la canasta que mide el CESyAC en los últimos 12 meses llegó al 206,33%, muy por debajo del nivel medido por el Indec que marcó en julio un avance del IPC del 263,4% interanual.

Lo que más subió

En julio la suba más importante en el rubro de productos de consumo masivo se registró en los comestibles envasados y llegó al 6,04%, mientras que por detrás se ubicaron las carnes con 1,86%.

Según el informe, se detectaron también fuertes subas interanuales en algunos productos como, por ejemplo, el tomate que se encareció un 627,61%. En agosto de 2023 el kilo se pagaba 621,22 pesos y un año después de pagó 4.520,06 pesos.

Algo similar sucedió con las zanahorias. El kilo pasó de costar 228,83 pesos el año pasado a 1.500,17 pesos en la actualidad. Se trata de un aumento del 555,57%, el doble del nivel general de inflación.

En tanto, el medio kilo de arroz se pagaba 293,30 pesos hace un año y ahora cuesta 1.525,47 pesos, un 420,10% más caro.

El relevamiento incluye, entre varios ítems, el alquiler de vivienda, los gastos de un auto de 10 años de antigüedad, el abono de medicina prepaga, la cuota de un colegio privado de dos niños y el abono familiar en un club.

Informe completo:

Embed