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A una semana del balotaje en Uruguay, el candidato de izquierda Yamandú Orsi y su rival oficialista de derecha, Álvaro Delgado, se midieron en un debate ordenado, donde no estaba permitido interrumpirse. Un golpe de efecto provino del presidenciable del Frente Amplio (FA) cuando, refiriéndose a la inseguridad, preguntó "¿cómo garantizan los controles si entregaron un pasaporte ni más ni menos desde la Torre Ejecutiva?", refiriéndose a la concesión del pasaporte exprés al narcotraficante Sebastián Marset, que hizo caer a altos funcionarios del gobierno de Luis Lacalle Pou.
A su turno, Delgado, ex mano derecha del presidente saliente, nada dijo del pasaporte y declaró: "vamos a seguir trabajando en la represión y no en ´desprisionalizar´como plantea el Frente Amplio, que es abrir las puertas de las cárceles", agregó el candidato del Partido Nacional. A su turno, Orsi retrucó: "No podemos naturalizar que cada 15 días entra un joven herido de bala a un hospital", al mismo tiempo pidió no banalizar la discusión sobre la seguridad pública y hacer un trabajo en las cárceles, incluyendo educación y trabajo.
En otro de los temas clave de cara a la segunda vuelta electoral, el de la economía, el candidato frenteamplista prometió que ante un Uruguay caro, los salarios van a subir y que las familias podrán llegar a fin de mes, a diferencia de hoy, cuando la supuesta "bonanza económica" de la que habla su contendiente no se traduce en el bolsillo. "No sólo vamos a hablar de números, eso se tiene que reflejar en la vida de la gente. En los 15 años de gobierno del FA el país creció como nunca, con distribución del ingreso. O sea, creció y más justo". Aludía a los gobiernos Tabaré Vázquez, José Pepe Mujica y otra vez Tabaré. .
Su rival insistió con la idea de que en los cinco años de gobierno de Coalición de la derecha ordenaron la economía pese a la crisis de la pandemia; además prometió que no subirán los impuestos y se abrirán al mundo. Es sabida la intención que tuvo el gobierno de Lacalle Pou de lograr acuerdos de libre comercio tensando la relación con sus socios del Mercosur.
En más de una oportunidad Delgado acusó a Orsi de representar un programa "ideológico" y "setentista". Por ejemplo, cuando abordaron el tema educativo. "No se puede contaminar con ideología la educación. Que la ideología no se meta en la educación", dijo, cuestionando los paros y la política de los sindicatos docentes.
Orsi, de 57 años, exintendente del departamento de Canelones y delfín del expresidente Mujica, fue el más votado en los comicios del 27 de octubre, con 43,9% de los sufragios como candidato del FA. El postulante del Partido Nacional, Delgado, de 55 años y exsecretario de la Presidencia del Lacalle Pou, obtuvo el 26,7% de los votos. Pero su candidatura tiene el respaldo de los partidos socios de la coalición de gobierno, que juntos cosecharon el 47,7%
Orsi, quien dijo representar un modelo de cambio y crecimiento, aparece con leve ventaja frente a Delgado en tres sondeos divulgados esta última semana con miras a la segunda vuelta, aunque indican un desenlace incierto. Delgado se postuló como el candidato de mejor currículum ante una ciudadanía que contrata, es decir, utilizando palabras del mercado.
Las encuestas de las consultoras Equipos, Factum y Opción ubican al candidato del Frente Amplio primero, pero advierten que la diferencia con Delgado está dentro de los márgenes de error y que hay un segmento del electorado que aún no decidió su voto o que podría cambiarlo.
Equipos muestra un "escenario bastante abierto", con un 45% de intención de voto para Orsi y un 41% para Delgado, un 6% de sufragios en blanco o anulados y un 8% de indecisos. El margen de error para Orsi es de +/- 3,08%, y para Delgado, de +/- 3,05%.
En el sondeo de Factum, Orsi obtiene el 47% de las adhesiones y Delgado, el 45%, con 5% de indecisos y 3% de votos en blanco o anulados. La consultora dijo que esto supone un "empate técnico", ya que la distancia entre ambos está dentro del margen de error, que es de +/- 3,3% para Orsi, y de +/- 2,9% para Delgado.
Para Opción, el panorama es "altamente competitivo". el ex intendente de Canelones tiene 48,5% de apoyos, frente al 45,1% de Delgado, y hay un 6,3% de votos en blanco o anulados. Los indecisos están proyectados dentro de los totales. Para ganar el balotaje no es necesario superar el 50% de los sufragios, como se requiere en la primera vuelta, sino que basta con conseguir el mayor número de votos.
Lacalle Pou, constitucionalmente impedido de aspirar a la reelección inmediata, entregará la banda presidencial al vencedor el 1 de marzo de 2025, para un mandato de cinco años.