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Este lunes, la vicepresidenta Victoria Villarruel será recibida por el papa Francisco en una visita oficial privada, en el marco de su primera gira internacional.
En medio de resquemores con el Ejecutivo nacional, luego de las giras provinciales, la Presidenta el Senado extendió sus fronteras y emprendió su primer viaje al exterior, dónde tendrá como primera parada España y luego viajará al Vaticano para encontrarse con el Sumo Pontífice, lo que calificaron como el "broche de oro" de su primera gira internacional.
Villarruel sabe que durante esa jornada los ojos de sus compañeros de espacio estarán puestos en ella y en sus movimientos, y en si logra cautivar a Francisco, que bien sabe jugar este juego de la política y da señales claras de que está pendiente de la Argentina. De acuerdo a su agenda pública, en los últimos meses recibió a Juan Grabois, la ministra Sandra Pettovello y a los representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT).
A esta lista se suma también la reunión que el jefe del Vaticano le concedió al flamante secretario de Culto de la Nación, Nahuel Sotelo, un militante del espacio libertario que sobrevivió a la purga post triunfo del 19 de noviembre, en la que salieron eyectados Ramiro Marra, Carlos Kikuchi y Carolina Píparo; y que intentó acercar posiciones, tras los duros dichos de Francisco contra el Gobierno nacional.
"El día de hoy me reuní con el Papa Francisco. Es bueno saber que la Iglesia siempre tiene las puertas abiertas a todos y que muchas veces se fogonean conflictos o interpretaciones contrarias a la verdad. Fue un encuentro, en lo personal, inolvidable y que quedará por siempre en mi memoria. Le hace muy mal al país cuando ciertos sectores partidizan la figura de Francisco y no disfrutan de un papa argentino", escribió el funcionario en su cuenta de Twitter.
Sotelo tiene 29 años, es católico practicante, tanto es así que invitó al papa a su boda, y está a las antípodas de su antecesor, el polémico Francisco Sánchez
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