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Una valla de seguridad fue colocada en el exterior de la Casa Blanca y se cerraron los comercios cercanos en medio de temores de violencia política a raíz de las elecciones presidenciales.
Los propietarios de negocios, residentes y trabajadores federales en Washington DC tomaron medidas para protegerse a sí mismos y a sus propiedades mientras los estadounidenses acudían este martes a las urnas.
En el centro de la capital, los negocios locales cerraron sus vidrieras en alerta por cualquier protesta que pudiera surgir. Se pusieron grandes vallas de metal alrededor de los edificios gubernamentales, incluido el Departamento del Tesoro, y cerca de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris.
Se colocaron miembros del Departamento de Policía Metropolitana alrededor de áreas clave en Washington DC y lugares de votación como medida de precaución.
Las cicatrices dejadas por las protestas violentas, incluido el ataque del 6 de enero al Capitolio, a raíz de las elecciones de 2020 -en las que Trump no reconoció su derrota- apenas sanaron.
Los líderes locales estuvieron preparando a los habitantes en las últimas semanas para que sean conscientes de las medidas de seguridad reforzadas. La alcaldesa Muriel Bowser pidió a los residentes y visitantes que se mantengan informados y eviten cualquier información que vean circulando en internet para evitar la propagación de noticias falsas, un factor importante en el malestar político de 2020.
“No tenemos amenazas creíbles de violencia en nuestra ciudad y queremos mantener a la opinión pública informada de lo que sabemos cuando lo sabemos”, dijo Bowser en una conferencia de prensa con motivo de las elecciones.
La alcaldesa trató de calmar los nervios sobre el aumento de las precauciones de seguridad, asegurando a los habitantes que están trabajando en estrecha colaboración con los socios federales para mantener seguros a los vecinos y visitantes. Recordó a la gente que las vallas colocadas alrededor de los edificios federales eran de esperar, pero que las empresas locales no necesitaban tomar precauciones similares.
A pesar de eso, las empresas ubicadas cerca de la Casa Blanca decidieron tomar la medida adicional de seguridad.
En los días y semanas posteriores al día de las elecciones de 2020, el centro de Washington DC se vio plagado de protestas masivas tanto a favor como en contra de las afirmaciones de fraude electoral de Donald Trump. Un grupo activista opuesto a Trump destrozó las paredes exteriores de un bufete de abogados que ayudaba al expresidente en un litigio por los resultados electorales.
Grupos masivos de partidarios de Trump, incluidos los Proud Boys, se enfrentaron con la policía y los manifestantes rivales, causando algunos destrozos.
Los manifestantes quemaron objetos en las calles, lanzaron botellas de vidrio, rompieron vidrieras y destrozaron los costados de los edificios. Finalmente, el caos se apoderó del Capitolio el 6 de enero, que causó una destrucción masiva en el edificio.
La jefa de la Policía Metropolitana, Pamela Smith, lanzó una severa advertencia a quienes buscan crear caos este año. “Lo diré de nuevo, déjenme ser clara, no habrá tolerancia para la violencia en nuestra ciudad, ni destrucción ni ningún comportamiento ilegal”, dijo. “Haremos responsables a todos los infractores. No toleraremos la destrucción de la prosperidad y no toleraremos amenazas a la seguridad pública, así como a este proceso electoral”.
A todo esto, la Policía del Capitolio detuvo este martes a un hombre en las instalaciones del Congreso que "olía a combustible" y portaba una antorcha y una pistola de bengalas. Según un comunicado, el individuo fue arrestado cuando pasaba por los controles de seguridad del centro de visitantes del Capitolio, por el que transitan los turistas que acuden a las instalaciones del Legislativo.
En el resto de Estados Unidos, la jornada electoral se desarorlló en su mayor parte con normalidad, aunque se registraron incidentes aislados, como amenazas de bomba falsas que, según el FBI, proceden de dominios de correo electrónico rusos. Por ejemplo, en el estado de Georgia hubo amenazas de bomba contra al menos dos centros de votación. El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger luego aclaró que las amenazas eran falsas y obra de un "actor estatal estranjero2, en concreto, Rusia. Aunque no amplió más la información.
Hasta el momento, no existe ninguna amenaza creíble para Washington DC, pero la Policía, el Servicio Secreto y otras agencias estarán en alerta hasta el día de la investidura.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.