"Código: Traje Rojo": el desafío de encontrar a Papá Noel

hace 1 week 4
ARTICLE AD BOX

Con Dwayne Johnson y Chris Evans

La película de Jake Kasdan apela a la inocencia más blanca y propone los inevitables enredos, adversidades y situaciones cómicas que se apoyan con firmeza en la química entre los protagonistas. 

5 - CÓDIGO: TRAJE ROJO
(Red One, Estados Unidos/2024)
Dirección: Jake Kasdan
Guion: Chris Morgan
Duración: 123 minutos
Intérpretes: Dwayne Johnson, Chris Evans, J.K. Simmons, Lucy Liu, Kiernan Shipka y Bonnie Hunt
Estreno en salas

No le vengan a Jack con eso de noche de paz, noche de amor, porque el espíritu navideño le pasa por el costado desde que era chico y, por ejemplo, ya cuestionaba que los regalos que iba a entregarle Papá Noel durante la noche del 24 de diciembre estuvieran “casualmente” en un placard. La adultez no cambió su esencia grinch, como demuestra el hecho de incendiar un gazebo con decoración navideña sin otro motivo que joder al prójimo. Mientras eso ocurre, la maquinaria del Polo Norte está funcionando a todo vapor de cara a la jornada estelar de Papá Noel (J.K. Simmons) y su fiel ladero, el guardaespaldas Callum (Dwayne Johnson). 

Todo marcha sobre rieles, hasta que deja de hacerlo: Jack (Chris “Capitán América” Evans) es un ludópata lleno de deudas que vende al mejor postor información que consigue con sus sofisticados equipos informáticos. Como el punto exacto de un portal que permite un ingreso directo al centro logístico polar, algo que le interesa particularmente a una bruja con ganas de secuestrar al hombre de traje rojo.

Concretada la faena, Callum y el resto de la troupe no tardarán en encontrar a Jack e invitarlo muy gentilmente a que colabore con la búsqueda, dando pie a un relato que combina los pasos habituales de las fábulas navideñas para toda la familia con los de las buddy movies, ese subgénero donde dos personajes opuestos -uno, serio, leal y responsable; otro, mentiroso y un tanto vago, pero querible- están obligados a unir fuerzas para cumplir un objetivo común. En este caso, encontrar a Santa para que todos los niños y niñas tengan su regalo. Los que lo merecen, desde ya, porque hay una lista con aquellos que se portaron mal. No hay que ser un genio para suponer que Jack es miembro vitalicio del club de los malos. Código: Traje rojo apela a la inocencia más blanca y propone los inevitables enredos, adversidades y situaciones cómicas que se apoyan con firmeza en la química entre Johnson y Evans. Ambos se mueven con mucha soltura en el terreno de los diálogos veloces y el humor físico, especialmente el ex “The Rock”, puro músculo al servicio de la comedia.

Los materiales para una buena película –o, al menos, una que cumpla con el loable objetivo de entretener con armas nobles– estaban, pero sobre el Ecuador del metraje el asunto se desplaza hacia terrenos mucho menos firmes, hechos de numerosos efectos digitales y varios personajes que entran en escena más por la voluntad de engordar la trama que por cualquier otra cosa. Da la sensación de que hay un mandato no escrito en Hollywood según el cual toda superproducción –y ésta, con sus 250 millones de dólares de presupuesto, lo es– está obligada a ofrecer un espectáculo visual y durar no menos de dos horas. Un montón, porque aquí todo podría haberse resuelto en 90 minutos y sin apelar a tanta pirotecnia. Y hubiera sido mejor. Dado que falta un mes y medio para Navidad y que Código: Traje rojo está financiada por Amazon, es muy probable que llegue a la plataforma días antes que Papá Noel. Quizás viéndola con la panza reventada de pan dulce y resaca el asunto funcione.

Leer el artículo completo