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La votación anticipada para las elecciones generales de Ecuador empezó este jueves con el voto en las cárceles, epicentro de la crisis de violencia criminal que llevó al país a ser el primero de Latinoamérica en índice de homicidios. En las prisiones de Ecuador fueron asesinados más de 500 presos entre 2021 y 2024, la mayoría en una serie de matanzas entre bandas criminales rivales que dominaban los centros carcelarios hasta la militarización de las cárceles ordenada por el presidente Daniel Noboa, quien irá nuevamente por la presidencia con la correísta Luisa González como su gran rival.
Cárceles bajo control del Ejército
Un total de 6.218 reclusos están habilitados para votar (aquellos con condena firme) en 42 centros de detencion, lo que supone aproximadamente el 18,5 por ciento de los más de 33.400 presos que se encuentran actualmente dentro de las cárceles ecuatorianas, según cifras oficiales. El sufragio en las cárceles cuenta con la presencia de miembros de las principales misiones de observación electoral que se han desplegado en el país, entre ellas de la Unión Europea (UE), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore).
Las cárceles de Ecuador están bajo control de los militares desde enero pasado cuando el presidente Noboa declaró el "conflicto armado interno" contra los grupos criminales, a los que pasó a llamar "terroristas" y a los que se atribuyen las masacres ocurridas en las cárceles en los últimos años. Con unos seis mil reos en su interior, la Penitenciaría del Litoral es la cárcel más grande del complejo carcelario de Guayaquil, un conjunto de cinco prisiones donde están recluidos alrededor de 12 mil presos.
Ese espacio fue en los últimos años el escenario de las peores masacres entre reos registradas dentro de la ola de violencia criminal en la que se encuentra Ecuador desde finales de 2020. La última masacre carcelaria se dio el 12 de noviembre en la misma Penitenciaría del Litoral, con un saldo de 17 muertos y 15 heridos. Otra matanza similar dejó 31 muertos en tres días en 2023, en el mismo recinto carcelario.
"Estamos sobreviviendo, no viviendo"
Ecuador, que supo ser faro de paz en una región conflictiva, ahora se encuentra envuelto en una sangrienta guerra territorial entre cárteles y mafias internacionales rivales. Varias bandas compiten por el control de las rutas de tráfico, muy lucrativas y que enlazan los narcocultivos de Colombia y Perú con los clubes nocturnos en Europa, Australia y Estados Unidos, a través de los puertos del Pacífico de Ecuador.
La tasa de homicidios del país creció de 6 cada 100 mil habitantes en 2018 a 38 en 2024, pasando por el récord de 47 en 2023. Los secuestros y las extorsiones no pararon de aumentar en los dos últimos años, incluso bajo los estados de excepción. En ciudades como Guayaquil, estos crímenes han causado desplazamientos forzados de familias de barrios populares y cierres de negocios en varias partes de la urbe.
"Estamos sobreviviendo, no viviendo", dijo este jueves Jesús Chávez, un vendedor ambulante de 56 años de Quito, que resume el descontento generalizado por la inseguridad y una anémica recuperación económica tras la pandemia. "Hay muertes crueles, asesinatos, crímenes, es una realidad diaria", dijo Chávez, quien ha sido asaltado varias veces en el pintoresco corazón colonial de Quito.
Los estados de excepción se sucedieron en el último año con medidas que suspenden derechos como la inviolabilidad del domicilio o incluso el libre tránsito con toques de queda nocturnos. Algunos fueron anulados por la Corte Constitucional al considerar que no se justificaba debidamente la situación de "conmoción y alarma interna" alegada por Noboa. El último de esos decretos fue expedido el 2 de enero para siete provincias y tres municipios, incluidos Quito y Guayaquil, las dos ciudades más grandes del país.
Los últimos cartuchos
Los candidatos presidenciales de Ecuador hicieron un último intento para convencer a los votantes indecisos este jueves, último día de una amarga campaña dominada por el aumento de la violencia y la crisis económica. El presidente Daniel Noboa y su rival Luisa González recorrieron la nación andina, atravesada por la línea ecuatorial, y celebraron los últimos mítines antes de la medianoche, fecha límite para detener la campaña.
Casi 14 millones de los 18 millones de ecuatorianos ejercerán el voto obligatorio en las elecciones generales del domingo. En total 16 candidatos aparecerán en la papeleta presidencial. La mayoría tiene una intención de voto de cerca de cero, por lo que la verdadera contienda estará entre Noboa, el joven heredero de un imperio bananero, y González, una madre soltera que encabeza el poderoso movimiento Revolución Ciudadana.
La campaña de González se centró en sus bastiones costeros y en amasar votos en los barrios más pobres, donde su mentor político, el expresidente Rafael Correa, se hizo conocido. "Es urgente que cambiemos el país, no con declaraciones de guerra, que no van a llevar a ninguna parte, sino construyendo la paz", dijo la candidata correísta este jueves a Radio Morena.
Noboa, de 37 años, apostó por una política de "mano dura" para hacer frente a las bandas criminales, y a su imagen juvenil. La mayoría de los sondeos muestran que lleva una ventaja sobre González, pero no sería suficiente para evitar una segunda vuelta en abril. El presidente cerrósu campaña electoral sin delegar el cargo en su vicepresidenta Verónica Abad, con quien está enfrentado, pese a la reciente sentencia de la Corte Constitucional que indicaba que ella debe ser quien reemplace al jefe de Estado en caso de ausencia.