Harvey Weinstein otra vez en el banquillo de acusados

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Este miércoles comenzó la jornada de alegatos contra el exproductor cinematográfico Harvey Weinstein, acusado de dos cargos de abuso sexual y otro por violación en un tribunal penal de Nueva York. Si bien en 2020 ya había sido condenado a 23 años de prisión por las supuestas agresiones a dos de estas mujeres en 2006 y 2013, la condena se revocó durante 2024 por un error procesal y se programó para esta instancia su repetición.

En este nuevo proceso, el jurado escuchará el testimonio de las dos denunciantes en el juicio original --la asistente de producción Jessica Mann y la actriz Miriam Halley-- y de otra víctima que denuncia haber sido forzada a practicarle sexo oral a Weinstein en 2006 en un hotel de Manhattan.

"El acusado sólo quería sus cuerpos y cuanto más se resistían, más violento se volvía", expuso Shannon Lucey, una de las fiscales adjuntas, en su alegato para el jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres. Presentó al jurado las acusaciones de las tres mujeres y recordó la frase que une los relatos: "Nunca aceptaba un no por respuesta".

"Tenía en Hollywood un control enorme sobre aquellos que trabajaban en el mundo del cine y la televisión. Decidía quién entraba y quién salía. Tenía todo el poder y ellas ninguno. Estas tres mujeres no fueron las únicas, agredió a muchas más", resaltó Lucey y agregó que por tres décadas tuvo un "poder ilimitado" gracias a sus contactos "desde Londres a Los Ángeles, pasando por Nueva York", y que "se aprovechó de los sueños de mujeres" para su beneficio personal.

Una era menor

Una de las querellantes, la entonces modelo polaca Kaja Sokola, tenía 16 años al momento de los hechos denunciados y se había mudado a Nueva York para "abrirse camino en el mundo de la actuación". La compañía de Weinstein la habría contactado para hablar sobre su "potencial actoral" y en la reunión, el productor "le pidió que se quitara la camisa" y ella accedió pensando que era "algo habitual".

Lucey contó una de las supustas agresiones que sufrió allí: "El acusado, tres veces más grande (que ella), la besó, la toqueteó y (aunque) le dijo que no estaba interesada", la "agarró (...) y la empujó al dormitorio", donde mantuvo sexo oral pese a que la víctima "le suplicaba que parase".

La fiscal agregó que años después Sokola llegaría a un acuerdo con Disney, el hermano mayor Bob Weinstein y la productora Miramax --fundada por los dos hermanos-- por 3 millones de dólares para evitar que litigue.

A su vez, enumeró las múltiples demandas de masajes y favores sexuales de Weinstein que la asistente de producción Mimi Haleyi había rechazado hasta que un día, en 2006, "se encontró sola" en un departamento con el exproductor. Junto con la actriz Jessica Mann lo denunciaron por agresión sexual y violación, ocurridas en 2006 y 2013 respectivamente.

La defensa también se repite

Weinstein --que padece leucemia, diabetes y problemas cardíacos-- estuvo presente en la sala con su silla de ruedas. En los últimos días se trasladó a un hospital de Manhattan argumentando que las condiciones del penal donde estaba cumpliendo su prisión preventiva no eran aptas para su estado de salud.

Su defensa, encabezada por Arthur Aidala --defensor de políticos de derecha y de una condenada por colaborar en su red de tráfico sexual--, le pidió al jurado "ver toda la película" e insistió que las relaciones sexuales simpre fueron "consentidas". El abogado postuló que "lo único inmoral" fue que Weinstein engañara a su "preciosa esposa", sacando el foco de los delitos de los que es acusado.

"Eran amigas con derecho. Un casting realizado en un sofá no es la escena de un delito", afirmó Aidala. El "modus operandi" detallado en el caso de Sokola era muy similar al los casos ya conocidos de Mann y Haley: Weinstein las invitaba a una "reunión de negocios" a solas en un departamento para catapultar su carrera y allí se habrían producido los abusos sexuales denunciados.

Además, agregó --incluso para el caso de Sokola-- que las demandantes "coqueteaban" con el exproductor porque "sabían que él tenía la llave de las puertas por las que ellas querían pasar". Calificó a las querellantes como "adictas a la fama" que entonces buscaban la "influencia" de Weinstein y que ahora tenían una estrategia de "mentir por dinero".

"Demandaron después de que alguien las pusiera en contacto con Gloria Allred, conocida por denunciar a famosos para sacar dinero", describió Aidala. Allred estaba presente al fondo de la sala porque es la abogada de varias causas --en este y en otros Tribunales-- contra el exproductor. "Esto ya ha pasado antes. Si me atacan a mí es porque no tienen más argumentos que poner sobre la mesa. Los tribunales ya lo sentenciaron, así que piénselo muy bien antes de creer a Aidala", advirtió la abogada.

#MeToo

Casi 90 mujeres, incluidas las famosas actrices Angelina Jolie y Gwyneth Paltrow, denunciaron a Weinstein por acoso, agresión sexual o violación. En octubre de 2017, tras notas de los diarios The New York Times y New Yorker que revelaron acusaciones en su contra, estalló en las redes sociales el movimiento #Me Too, donde distintas mujeres compartían y ponían en palabras --muchas veces por primera vez-- los abusos de los que fueron víctimas, en particular los sufridos en el trabajo.

Las actrices no fueron la excepción: Alyssa Milano --conocida por la serie Hechiceras-- llamó a que todas las mujeres acosadas o agredidas sexualmente contaran sus experiencias para visibilizar la magnitud del problema. Bajo el lema "yo también", personas como Jennifer Lawrence y Uma Thurman, denunciaron a varios de los hasta entonces "intocables".

Casi ocho años después de ese estallido y de su caída, Weinstein espera que el caso sea "visto con una nueva mirada". Tras los alegatos iniciales, es el turno de los testigos. Está previsto que suban al estrado sus tres acusadoras. El juez instructor Curtis Farber espera que el juicio al productor de Pulp Fiction concluya a fines de mayo. De todas formas, Weinstein cumple actualmente otra condena de 16 años impuesta por un tribunal de Los Ángeles por violación y agresión sexual en 2013 a una actriz europea.

Informe: Natalia Rótolo.

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