Israel continúa sus bombardeos sobre el Líbano

hace 4 month 14
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Dos días después de haber asesinado al líder del Hezbolá, Hasán Nasralá, junto a decenas de otros miembros, el Ejercito israelí lanzó una nueva serie de bombardeos al sur y este del Líbano, que dejaron casi 60 muertos, según reportaron las autoridades libanesas.

El Ministerio de Salud del Líbano informó la muerte de 32 personas durante un ataque en Ain al Delb, una localidad ubicada pocos kilómetros al oeste de la ciudad costera de Sidón, a raíz del cual miles de personas han abandonado su hogar en busca de refugio. El ministerio también registró más de 50 heridos. Otras 21 personas fallecieron por los bombardeos israelíes en la región oriental de Baalbek-Hermel, donde otras 47 personas resultaron heridas.

Aunque Israel y Hezbolá han estado intercambiando fuego  con frecuencia desde el ataque de Hamas contra Israel el 7 de octubre del año pasado que desencadenó la guerra en Gaza, Israel dijo este mes que estaba cambiando su enfoque de Gaza al Líbano, después de lanzar dos ataques en los que detonó a distancia walkie-talkies y beepers utilizados por Hezbolá. Por tales ataques, más de 1.000 personas, incluidos 87 niños y 14 médicos, murieron y otras 6.000 resultaron heridas, mientras que Unicef ​​advirtió que la crisis humanitaria está "escalando rápidamente hacia una catástrofe".

El ministro de Medio Ambiente, Nasser Yassin, dijo que alrededor de un millón de personas, lo que equivale a una quinta parte de la población, han huido de sus hogares, y unas 250.000 viven ahora en refugios y entre tres y cuatro veces más se quedan con amigos y familiares o acampan en las calles.

La región

El ejército de Israel anunció haber golpeado más de 120 objetivos de Hezbolá en territorio libanés este domingo. El viernes, el ejército  confirmó que, junto a Nasralá, más de 20 miembros de diversos rangos del grupo proiraní fueron asesinados durante el bombardeo del cuartel general subterráneo, situado bajo edificios civiles.

Irán, a su vez, informó que Ali Karaki, un importante comandante de los Guardianes de la Revolución -el ejército ideológico de la República Islámica-, también murió durante el ataque del viernes.

La muerte de Nasralá, que era considerado el hombre más poderoso del Líbano, y demás miembros constituye una victoria de Israel frente a Irán y sus aliados, pero empuja a la región a terreno desconocido.

"Saldamos nuestras cuentas con el responsable del asesinato de innumerables israelíes y muchos ciudadanos de otros países", celebró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien ha estado bajo intenso escrutinio debido a su rechazo de la propuesta de cese al fuego.

Pero los ataques israelies no se reservan solo para el Líbano, ya que, este domingo, sus bombas también impactaron sobre varias posiciones del movimiento islamista en el oeste de Yemen, luego de que insurgentes proiranies reivindicaran el lanzamiento de un misil contra el aeropuerto de Tel Aviv.

"Ningún lugar está demasiado lejos" para Israel, advirtió el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, tras los bombardeos.

Irán, por su parte, se ha mostrado cauto tras los sucesos. A la muerte de Nasralá se suma la del subcomandante de operaciones de la Guardia Revolucionaria, el general de brigada iraní Abbas Nilforushan, confirmada este domingo por ese cuerpo militar de élite.

Ante estas muertes, las autoridades iraníes no han impulsado una respuesta directa de Teherán, como sí lo han hecho en el pasado.

El sucesor

Nasralá, de 64 años, lideraba Hezbolá desde 1992 y, aunque vivía en la clandestinidad hace años, era venerado en la comunidad chiita del Líbano.

Desde su muerte, su primo, Hashem Safieddine, quien también es una figura destacada dentro del grupo proirani, se perfila como su posible sucesor.

El Consejo de la Shura, la más alta instancia representativa de la coalición libanesa, deberá elegir próximamente al sucesor de Nasralá, luego de su muerte en los ataques del viernes.

Safieddine es "el candidato más probable" para ganar esta elección, según afirma una fuente cercana al movimiento chiita. Hasta la elección, el actual número dos del Hezbolá, Naim Qasem, asumirá las riendas del grupo.

Safieddine, quien fuera Jefe de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, hoy es uno de los miembros más importantes del Consejo y, al igual que Nasralá, porta el turbante negro de los Sayed, un signo con el que se identifican los descendientes del profeta Mahoma. El dirigente mantiene estrechos vínculos con Irán, donde cursó sus estudios religiosos.

El posible nuevo líder de Hezbolá fue catalogado como "terrorista" por el Departamento de Estado estadounidense en mayo de 2017, así como por Arabia Saudita.

"Desde hace varios años, corre el rumor de que Hashem Safieddine es el candidato más probable para suceder" a Hasán Nasralá, afirmó Amal Saad, analista política libanesa, especializada en Hezbolá.

Entre las condiciones que se necesitan para liderar el partido, hay que "ser miembro del Consejo de la Shura" y "ser una personalidad religiosa", según explica la investigadora.

Safieddine tiene "mucha autoridad", afirma Saad, "lo que lo convierte en el candidato más fuerte".

La única salida

Tras el asesinato de Nasralá,  el gobierno libanés ha apelado a la tranquilidad en este periodo turbulento.

"Esta es una etapa peligrosa y delicada en la historia de nuestro país, mientras el enemigo israelí trabaja para implementar sus planes de sabotaje y extender la división entre los libaneses", advirtieron las Fuerzas Armadas libanesas, que no participan en el conflicto entre Israel y Hezbolá, iniciado hace casi un año.

El primer ministro libanés, Najib Mikate, consideró este domingo que la diplomacia es la única vía de salida en medio de la escalada de la violencia, y abogó por buscar soluciones al conflicto a través de mecanismos internacionales. "El Líbano tiene fe en la comunidad internacional, en la legitimidad internacional y en la ONU, y no cree en la ley del más fuerte", apuntó el mandatario.

Mikati indicó que, a raíz de los ataques, cerca de un millón de personas habrían sido desplazadas. "Podría ser el mayor desplazamiento de población de la historia del Líbano", subrayó.

Según estima la ONU, los bombardeos israelies obligaron a 50.000 libaneses a huir hacia Siria, con otros 200.000 siendo desplazados al interior del pais.

¿Contraofensiva?

Pese a la incesante ofensiva israeli, Hezbolá continuó lanzando cohetes hacia el territorio israelí. Este domingo, el ejército reportó que unos ocho proyectiles, provenientes del Líbano, impactaron sobre zonas deshabitadas del norte de Israel.

Estas represalias vienen en un momento clave en la reacción del movimiento islamista ante la ofensiva israelí, segun indicaron los expertos.

"Si, en este momento, Hezbolá no responde con su arsenal de misiles de precisión de largo alcance, se deducirá que simplemente no tiene la capacidad", estimó Heiko Wimmen, especialista de International Crisis Group (ICG). "O asistimos a una reacción sin precedentes de Hezbolá [...] o a su derrota total", añadió.

Para Sam Heller, analista de Century Foundation, el movimiento se enfrenta ahora a un problema existencial: si no responde, podría alentar a Israel a continuar sus ataques.

Reacción internacional

Con la muerte del líder del Hezbolá, el temor por una guerra total crece en la comunidad internacional.

El sabado, luego de confirmada la muerte de Nasralá, el presidente Joe Biden salió en apoyo de "el derecho de Israel a defenderse", agregando que el asesinato de Nasralá es "una medida de justicia por sus numerosas víctimas, entre ellas miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses".

Sin embargo, este domingo Biden urgió a una tregua entre ambos bandos, tras los ataques israelíes en el Líbano. "Es hora de un alto el fuego", dijo el saliente presidente estadounidense ante la prensa. También afirmó que hablará pronto con Netanyahu, y declaró que "debe" evitarse una guerra total en Medio Oriente.

A su vez, el portavoz de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, dijo este domingo que, aunque la estructura de comando de Hezbolá "está diezmada", la posibilidad de elección de un nuevo líder y las represalias de Irán deben ser tenidas en cuenta.

Rusia condenó "firmemente" el asesinato de Nasralá y estimó que Israel tendrá la "responsabilidad total" de sus consecuencias "dramáticas" en la región. "Instamos con insistencia a Israel a cesar de inmediato sus acciones militares", apuntó la cancillería rusa en un comunicado.

El primer vicepresidente iraní, Mohammad Reza Aref, afirmó que la muerte de Nasralá conduciría a la "destrucción" de Israel.

El movimiento islamista palestino Hamas, en el poder en Gaza y en guerra con Israel, tachó el asesinato como un "acto terrorista cobarde".

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se dijo "profundamente preocupado" por "la dramática escalada de los acontecimientos en Beirut en las últimas 24 horas". "Este ciclo de violencia debe parar ahora", afirmó.

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