Las caras del desempleo joven en el país

hace 4 month 17
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Rodeaban por lo menos la mitad del predio de La Rural. Miles de personas esperaron en un mediodía que quemaba, como quema la incertidumbre de no saber con qué pagar el próximo alquiler. Hicieron la fila durante horas, después de registrarse en un formulario que les permitía acceso gratuito, para entrar a Expo Empleo BA, un evento a cargo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se extendió a lo largo de todo el miércoles.

Con toda la intención de lucir la mejor versión de sí, “buena presencia” --como se suele exigir en los anuncios laborales-- pero con las camisas mojadas de la espera al rayo del sol. Los pocos que tenían peinado a la gomina lo fueron perdiendo por efecto de la transpiración. Y quienes no tuvieron el recaudo de llevar el CV en una carpeta de tres solapas llegaban a la puerta de Avenida Santa Fe con el papel arrugado entre las manos.

Los adolescentes o postadolescentes que fueron en grupo, casi como de paseo, llevaron mate como anticipando el acampe. Muchas de las personas mayores de cincuenta --que fueron muchísimas, considerando que se trata de un evento orientado a la juventud, con talleres y charlas en torno al primer empleo, sobre tips orientados a insertarse al mundo laboral y talleres de confección de currículum-- terminaron sentándose en la vereda.

El sitio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó el evento como un espacio en el que “miles de jóvenes de diferentes edades y perfiles tienen la oportunidad de conseguir su primer trabajo en diversos rubros que entregarán en sus stands más de 70 empresas. Son más de 1.500 ofertas’’.

Candela (22) y Fiana (21) son estudiantes de danza y buscan una alternativa part time para intercalar con sus estudios. “Nosotras estamos en una búsqueda constante, es una forma de vivir ya. Capaz conseguís algo pero es muy esporádico. Las condiciones son malas, muy precarias. O son tareas como ser niñera o profesora particular. Entonces desde que terminamos la escuela es como una búsqueda que nunca termina”, le relatan las jóvenes a este diario. El presente las asusta especialmente: “Nos da miedo todo lo que está pasando con las universidades. Nos sentimos desesperanzadas, para nosotras el futuro no se ve prometedor”.

La mayoría de las personas mayores que esperaban para entrar a Expo Empleo no quisieron dar su testimonio para esta nota, con excepción de dos mujeres. Una de ellas, jubilada en busca de un extra que le ayude a “completar’’ una jubilación que “no me alcanza para nada’’. La otra se pasó casi todo el día en los alrededores del predio de La Rural con una estrategia para ayudar a su hijo en su búsqueda laboral.

La primera, Mirta, es “recientemente jubilada’’ y tiene “un montón de experiencia. Me sobra experiencia, razón por la cual va a ser difícil que me tomen, porque tener mucha experiencia significa que te tienen que pagar bien por ella. Sin embargo, yo estoy dispuesta a aceptar trabajos que están muy por debajo de mi formación”.

Mirta estudió medicina y en los últimos años se desempeñó como asesora para una empresa de medicina prepaga. “Pero además hago de todo: desde tareas administrativas hasta pintura. Y además de todo eso en mi casa me dedico a la artesanía. Ahora que me jubilé necesito sumar nuevos ingresos”.

A Mirta no le gustaba la idea de jubilarse pero no “me pude quedar en la empresa porque no les convenía. Pero yo las energías las tengo”. El año pasado para que “el cerebro no se me anquilosara” hizo un curso de robótica industrial. “Para que mi cabeza siguiera funcionando, para no deprimirme”. Este miércoles Mirta llegó Expo Empleo impulsada por su familia, con CV en mano pero con “no muchas esperanzas” y dispuesta a “aceptar trabajo de casi cualquier cosa”.

La segunda persona de más de cincuenta que se atrevió a dar su testimonio a Página12 es Claudia, que se acercó a La Rural para ayudar a su hijo, que es enfermero pero que en este momento tiene un trabajo informal como repartidor en una plataforma.

“Lo que mi hijo gana como repartidor no le alcanza, por eso tenemos la esperanza de que sume algo part time o de que acá pueda conseguir un trabajo formal que sí le alcance”. Como las apps de mensajería como Rappi o Pedidos ya funcionan mediante algoritmos que “castigan” a aquellos usuarios que rechazan viajes con menos ofertas y malas calificaciones, su hijo no podía desconectarse y quedar “fuera de servicio” el tiempo suficiente como para hacer la cola, que duró horas, para entrar a la feria de empleos con el objetivo de dejar su CV en algunos stands. Ese tiempo de espera su mamá de 67 años lo cubrió bajo el sol de la Avenida Sarmiento.

Nicolás Iriarte también busca “lo que sea”. Tiene 22 años, todavía no se pudo independizar del hogar de su familia en Banfield. Estudia para ser técnico en electricidad y refrigeración. Hasta hace un mes era ayudante de cocina en un restaurante de hamburguesas de Palermo y ese salario le permitía “ayudar” a su mamá y ahora es “al revés”, una situación que “me angustia e incomoda mucho”. Se acercó a la expo porque “me llamó la atención por Instagram justo ahora que estoy en una búsqueda activa de lo que sea”.

Según las últimas estimaciones de Unicef, los jóvenes son los principales afectados por el desempleo y la precariedad. El estudio realizado por ese organismo en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec del primer trimestre de 2024 arroja que la tasa de desempleo es aproximadamente tres veces mayor entre las personas de 18 a 24 años --20,1%-- con referencia al promedio de la población, que se ubica en 7,7%.

Entre los jóvenes que tienen trabajo asalariado, la informalidad alcanza el 57%, casi el doble del promedio general (36%). Además, Argentina presenta las peores expectativas de generación de empleo del mundo desde hace más de un año, mientras que el resto de la región mantiene niveles altos que incluso superan la media global.

Además un estudio reciente de ManpowerGroupda cuenta de que la Expectativa Neta de Empleo (ENE) para el último trimestre de 2024 disminuyó un 1 por ciento en la comparación con el trimestre anterior. Esto revela un estancamiento en las intenciones de las empresas para incorporar personal. La expectativa neta de empleo de Argentina es hoy la más baja del mundo.

A esto hay que agregar los datos de un informe del CEPA (Centro de Economía Política Argentina) realizado en base a información de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, del que se desprende que desde noviembre de 2023se perdieron 265 mil puestos de trabajo registrado, en parte de empresas que cierran y de otras que reducen personal ante la crisis.

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